viernes, abril 05, 2019

Alma Jodorowsky, a su propio ritmo

Por Ernesto Garratt Viñes
Ya Colección
El Mercurio

Se escabulle de su apellido y herencia con frecuencia en las escasas entrevistas en que habla de su famoso abuelo, Alejandro Jodorowsky. De 27 años, actriz, modelo, cantante e hija de Brontis Jodorowsky, Alma se niega a brillar sin méritos propios.



Actriz, modelo, cantante y embajadora de Lancôme y Open Ceremony, la francesa Alma Luna Jodorowsky (27) ha sido una persona cuidadosa al elegir no sobreexponerse demasiado en el mundo de la fama y las luces del espectáculo, que conoce al revés y al derecho, ya que sus padres son actores. El trabajo más reciente de Brontis Jodorowsky es como el irreconocible alquimista Nicolas Flemel, dueño de la inmortalidad en el blockbuster de Hollywood "Animales fantásticos y dónde encontrarlos 2". Y su madre, Valérie Crouzet, es una conocida actriz francesa de cine y teatro que se anota debutando en la pantalla grande en 1989 en "Santa Sangre": justamente un filme de su suegro, Alejandro Jodorowsky, donde compartía créditos con Brontis y más integrantes del clan, como Axel.

En ese ecosistema de famosos y arte provocador, Alma creció y se ha ido formando como la actual actriz, modelo y cantante que es. Pero el suyo ha sido un proceso sin la intensidad subrayada que caracteriza a otros miembros del clan, como su intenso e incombustible abuelo. De hecho, ella misma se ha encargado de aclararles a los periodistas europeos que nunca ha sentido ninguna presión por brillar u opacar o ser más que alguno de sus famosos parientes. Para nada. Ni que tampoco ha sentido esa fuerza epifánica de rebelarse contra el mundo a punta de provocación y ejercicios artísticos que puedan ser ofensivos o escandalosos, como los filmes de su abuelo.

-Soy la más rara de mi casa, porque soy normal.

Alma lo ha dicho riendo, con una calma interior que asombra para alguien de su edad. Y si uno fisgonea en sus redes sociales, como su Instagram -donde tiene 49 mil seguidores-, lo que hay es la sobriedad de una mujer joven que no muestra más que escenas de elegancia en desfiles de moda parisina y cenas chic, y cuyas facciones de clásicas formas se intercalan con fotos de películas clásicas francesas, como "Sin aliento", con Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg riendo enmarcados en un fotograma en blanco y negro.

Alma Jodorowsky, por cómo se viste, habla, se expresa, canta y actúa, parece ella misma sacada de una película clásica de los años 60 o 70. Sin estridencias ni rarezas, su estilo es elegante y simple.

Si alguien le pregunta a Alma Jodorowsky, parisina de tomo y lomo, quién es su actor o actriz favorita, ella no duda en responder con un nombre clásico de su propio país.

-Catherine Deneuve.

La diva del cine francés es un ícono para esta joven; así lo ha dicho muchas veces cuando alguien le hace la pregunta. También sus referentes artísticos miran al pasado glorioso del cine francés y al vintage de los años 70: una época que a ella particularmente le agrada más que cualquiera, desde un punto de vista estético, musical y sin duda cinematográfico.

Con su nombre, contactos en la industria y el prestigio de su familia, los Jodorowsky, sin duda que ella podría avanzar más a prisa en el caníbal mundo de las stars y celebridades parisinas.

Pero ella prefiere, ha señalado, abrazar un estilo de vida más lento, si se compara con la feroz competencia que impera entre algunos colegas de su misma edad. Ha elegido -lo ha dejado implícitamente claro- el camino de la meritrocracia. Hace doce años debutó en la actuación con una película para la TV francesa, "Gaspard le bandit", y desde ese momento ha subido peldaño tras peldaño por cuenta propia.

En 2013, muchos se preguntaron quién era la joven que le robaba un beso a Adèle Exarchopoulos, la protagonista de la ganadora de la Palma de Oro "La vie d'Adèle", de Abdellatif Kechiche. Esa chica que fumaba en el patio de una escuela en una escena clave de esa gran película era Alma, Alma Jodorowsky. Fueron apenas unos instantes de pantalla, pero ese abrir y cerrar de ojos bastó para que ella se convirtiera en una "roba escenas".

En 2016, protagonizó la liviana comedia romántica millennial "Kids in the love", donde compartía escenas con la it girl y estrella Cara Delevingne.

El encuentro de ambas en esta ficción, sin embargo, solo sirve para graficar métodos distintos para vestirse de la vocación de artista. Mientras que Delevingne ostenta más de 40 millones de seguidores en Instagram, la artista de ascendencia chilena se manifiesta de lo más conforme con su menor cantidad de seguidores en esa red social.

De hecho, de manera directa, ella misma se ha encargado de aclarar que bajo ningún punto ha buscado ni busca convertirse en una it girl , en la sensación del momento, en la chica que postea fotos y videos e historias de un estilo de vida que en verdad es más una ilusión óptica que la realidad real.

Quitadísima de bulla, Alma Jodorowsky ha optado por el camino de una influencer "positiva", "boutique", si se quiere, que disfruta de la vida más en el set de la realidad que en la pantalla de un celular. Su padrino "protector" en el mundo de la moda, el fallecido Karl Lagerfeld, la tomó bajo su alero en 2013 y de seguro que se dejó seducir por su elegancia y honestidad a la hora de pararse frente al mundo.

Pero esta modelo que luce perfecta para la pasarela se sale del modelo. Sí, es francesa; sí, es delicada; sí, es actriz; sí, es maniquí. Pero, además, no ha renunciado desde 2012 a su sueño de hacer música, con la banda que formó con David Baudart, Burning Peacocks: un motor productor de pop leve, tenue como parece ser su propia personalidad.

El contrato con una disquera llegó de sorpresa y la consolidación como músicos, también. Alma Jodorowsky ha señalado que lo de la música lo hacían con su socio como una manera de divertirse, de pasarlo bien. Incluso ha confesado que era demasiado perezosa como para aprender a tocar bien guitarra, pero que ella escribía las letras de las canciones y se dio coraje para superar su aprensión a cantar en público.

-Cada vez se vuelve mejor -ha dicho en el pasado, y ya con un EP de 2014, "Burning peackocs" y un disco de 2016, "Love Réaction", su goce además se ha traspasado a la realización de los videoclips de su banda.

Parte de su inspiración son grupos de música alternativa, como Air; de hecho, el fundador de ese dúo de música electrónica ejerce de productor de temas del disco "Love Réaction".

-Estábamos buscando a alguien para producir el disco y realmente queríamos trabajar con una persona que fuera un artista completo, no solo un productor -recordó Alma en una publicación francesa-. Nuestra disquera nos dijo que hiciéramos una lista de algunas personas con las que creíamos que podíamos trabajar. Parece que los dos éramos fanáticos de Air y no esperábamos el hecho de que aceptaría nuestra oferta. Al principio hicimos "Tears of lava" con él, y finalmente todo fue bien, así que lo convencimos para que produjera todo el LP.

Uno de los promotores más acérrimos del trabajo musical de Alma es su propio padre, Brontis, quien desde el origen de la banda ha incluido sus conciertos y videoclips en sus redes sociales. Sea como fuere, a esta talentosa pero discreta artista no se la puede acusar de nepotismo. De hecho, muy pocas veces se ha agarrado de la fama de su abuelo para hacer promoción de sus trabajos musicales o fílmicos. Y cuando le han insistido sobre Alejandro Jodorowsky, como pasó en una entrevista con Vanity Fair, la respuesta ha sido clara.

-No me hablo con él.

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