lunes, marzo 19, 2018

Cumbia en el festival: Moral Distraída y Damas Gratis cautivaron con ritmos tropicales

El Mercurio

Aunque tradicionalmente el rock, el indie, el hip hop y la electrónica han dominado los carteles de Lollapalooza, año a año se abren espacios para nuevos géneros y estilos. 

Por Patricio Zenklussen

En esta ocasión fueron ritmos tropicales como la salsa y la cumbia los que aparecieron para contrastar con las guitarras distorsionadas y los ritmos computarizados. El sábado se habían visto las primeras señales de este arribo bailable con la presentación de Santaferia, pero fue ayer cuando se registró el verdadero destape.

El grupo nacional Moral Distraída inauguró la jornada del VTR Stage a puro sabor. El piano y la clave dominaron parte importante de los 45 minutos del show y solo pararon para dejar espacio a cortes como "Mango con petazetas", "Qué pasará" y "Probarlo todo", más cercanos a lo urbano y el reggaetón. El público les devolvió la energía moviendo los pies al son de la música y cantando los coros de manera prácticamente ininterrumpida.

A continuación se presentó en el Itaú Stage la agrupación argentina Damas Gratis, pionera de la cumbia villera, vertiente del género nacido en el país trasandino que se caracteriza por un sonido más popular. "El que no levanta las manos, maneja el patrullero", anunció Pablo Lescano, fundador y líder de la banda, con su teclado-guitarra pintado con un rifle AK al hombro.

La recepción del público fue apabullante, con una multitud que sostuvo los brazos en el aire incesantemente. La ovación caía con cada melodía nueva que presentaba la banda, y bastaron apenas dos notas para que la gente se sumara a bailar una versión cumbiera de "Para Elisa". Las poleras de The Killers y de Lana del Rey no parecían defender a sus portadores del ritmo villero.

"La verdad no sé si hay gente de Católica, de la U o de Colo Colo, pero todos cantando", pedía Lescano. La fiesta se extendió por 45 minutos e incluyó, además de música, el descorche de una champaña frente al público antes de una primera interrupción y despedida del grupo.

Sin embargo, ante la efusiva petición de una canción más por parte de los espectadores, Lescano regresó al escenario con torso descubierto -dejando ver dos pistolas tatuadas en la cadera, una bandera argentina en el brazo y la frase "100% negro cumbiero" sobre el pecho-, para interpretar un par de canciones más.

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