El Mercurio
La soprano rusa cantará en la apertura del Mundial de Fútbol de Moscú y también lo hará en Chile, en el Movistar Arena, el martes 31 de julio. Convertida en estandarte del sello Deutsche Grammophon, con ventas cercanas a los fenómenos de la música popular, en entrevista con "El Mercurio", la gran diva de nuestro tiempo dice estar en su mejor momento: "Sí, es así. También es algo mental, pues sé lo que quiero hacer y cómo, y lo hago. Ejerzo un control muy fuerte".
Por Juan Antonio Muñoz H. Desde Londres, Reino Unido
Su voz es imponente y de una belleza inusual. Ese es el punto de partida sin lo cual lo demás no existe. Pero la soprano rusa también tiene una historia de película y posee un carisma que deslumbra a quienes la ven. Además, conoce y no desprecia la vanidad del mundo y, aunque ella misma se define como fría como un hielo, toma sus decisiones con el corazón, cueste lo que cueste. Incómoda con las entrevistas, que no le gustan en absoluto, resulta casi imposible eliminar la distancia que ella pone con su interlocutor, una distancia que no existe cuando está en escena, donde parece conectarse con cada persona del público de manera particular.
Ella tiene todos los atributos de una diva: canta prácticamente todo lo que se le ocurre; una historia con aspectos legendarios; un físico que en sus inicios era como el de una estrella de cine; un temperamento volcánico unido a una simpatía que desarma; imaginación interpretativa; energía escénica que parece indestructible. Ya no existe la figura -el cuerpo- que volvió loco al mundo lírico con su "Traviata" del año 2005 en Salzburgo. Entonces nadie pudo quitarle los ojos de encima y aun cuando hubo quienes criticaron su actuación como "excedida" en términos de arrebato, esta fue un punto de quiebre en una carrera que se había iniciado a comienzos de los 90. Desde entonces, nada la detuvo.
-En 2018 se recordaron 40 años de la muerte de Maria Callas. ¿Cuál diría usted que fue el aporte de ella al mundo de la ópera?
"Bueno, ella fue una gran cantante, y hoy es una leyenda. Pero cada tiempo tiene sus propios artistas. Por supuesto que es una referencia, pero lo importante de un artista es su personalidad y no reproducir lo que hicieron otros. Ya en esos años de 'La Traviata' en Salzburgo estaban molestándome con el tema Callas. Algunos, en Rusia, escribían que yo no podía cantar eso, que estaba copiando a la Callas", recuerda en los jardines del Harrow Arts Centre en Hatch End, en Londres, donde ensayaba para el fabuloso concierto que ofreció el 23 de mayo en el Royal Albert Hall junto a su marido, el tenor Yusif Eyvazov.
Anna Yúrievna Netrebko (1971, Krasnodar, Rusia) inició su carrera en el Teatro Mariinski de San Petersburgo; allí llamó la atención del director Valery Gergiev, quien se convirtió en su mentor. En todos estos años, Anna ha posado para Vanity Fair, ha actuado en cine -se representó a sí misma en la película "Diario de una princesa 2" (2004), donde actúan Julie Andrews y Anne Hathaway- y acepta participar en spots publicitarios. También su vida personal ha sido material de crónicas, como sus mediáticas relaciones con el barítono italiano Simone Alberghini y con el bajo-barítono uruguayo Erwin Schrott, con quien tuvo a su hijo Tiago (10). Luego, su separación y el encuentro en Roma, durante sus actuaciones en "Manon Lescaut" (Puccini), con el tenor de Azerbaiyán Yusif Eyvazov, con quien se casó en el Palacio Liechtenstein de Viena, Austria, país cuya nacionalidad adoptó en 2006 a pesar de que declara ser "rusa cien por cien".
Ahora será conocida urbi et orb i , y por una audiencia que poco y nada sabe de ópera, cuando cante en la apertura del Mundial de Fútbol 2018, en Moscú, por petición expresa del Presidente Vladímir Putin.
-Al comienzo de su carrera, ¿tenía expectativas sobre cómo esta se desarrollaría?
"No. Eso es imposible. Sabía que amaba la música y la interpretación, pero no me puse expectativas acerca de cómo se desarrollaría mi carrera, que ha sido una cabalgata salvaje y emocionante. He sido muy afortunada".
-Usted se muestra siempre muy segura. ¿Alguna vez ha temido que las cosas no salgan como quisiera?
"En general, pienso en positivo. Pero esto es frágil, y claro que se puede fallar. La idea es que no ocurra. ¿Mi método? Seguir mi intuición. Si me falla, estaré acabada".
-¿Quiénes fueron personas importantes en la configuración de su carrera y por qué?
"Desde mis días de escuela, he tenido amigos y mentores fantásticos, incluido el maestro Gergiev. También tuve el placer de trabajar con muchos directores, cantantes, directores y entrenadores increíbles que me inspiraron a ser mejor. Por supuesto, mi maravillosa familia me ha apoyado en cada paso del camino".
-Cuando le ofrecen un nuevo rol en una ópera, ¿qué la ayuda a decidir si aceptar o no?
"Lo primero es que me interese el rol; si eso no ocurre, no muevo un dedo. Norma, por ejemplo, no me interesa. Necesito estar intrigada por el personaje y por la música; pero lo más importante es que tiene que adaptarse a mi voz. Hay muchos personajes fantásticos, pero algunos no son para mí".
-¿Ha sentido que el drama afecta su voz?
"Bueno, sí. El texto es importante. Es así como entendemos la historia. Y si el momento exige un color diferente para transmitir una cierta emoción, busco ese color. A veces surge por sí solo".
"Manon Lescaut y Tatiana están muy cerca de mi corazón"
-La maternidad cambia la vida de cada mujer. ¿Cómo cambiaron la vida y la forma de hacer arte para usted con la maternidad?
"Yo soy una artista y la maternidad no tiene nada que ver con eso. Sin embargo, convertirme en mamá lo alteró todo. Tiago es mi mundo entero, y lo amo y lo apoyo todos los días. Físicamente hablando, sentí que mi canto se fortaleció después de que lo tuve. También me cambió el cuerpo y mi voz avanzó, permitiéndome enfrentar otro repertorio. Además, ya no me preocupo tanto de mi cuerpo; mi voz es otra y mi cuerpo, también. Eso hay que asumirlo. Estoy cómoda y relajada con ambos".
-Alguna vez se la comparó con la actriz Audrey Hepburn...
"Debió ser hace años, cuando yo estaba muy delgada y usaba el pelo corto parecido al de ella. Además, ella actuó en una película sobre 'Guerra y paz', de Tolstoi, encarnando a Natasha Rostova, y yo hice el mismo rol en la ópera de Prokofiev. Pero eso es pasado".
-Su voz ha ido variando, adquiriendo nuevos colores y mayor volumen. Eso le ha permitido abordar óperas como "Anna Bolena" (Donizetti); títulos verdianos como "Juana de Arco", "El trovador", "Aida" y "Macbeth", y personajes del mundo verista como "Adriana Lecouvreur" (Cilea), "Andrea Chénier" (Giordano) y "Tosca" (Puccini). ¿Cómo es cantar hoy, en relación con lo que era cantar en sus inicios?
"Hoy estoy mucho más consciente. De verdad siento que mi voz está en el mejor momento. También es algo mental, pues sé lo que quiero hacer y cómo, y lo hago. Ejerzo un control muy fuerte. Este repertorio -el dramático- tiene otras exigencias y la voz necesita el respaldo de un cuerpo diferente. Hay que tener resistencia".
-Entre los personajes que ha interpretado, ¿cuál ha sentido más lejos y cuál más cerca de su alma?
"Hablando respecto del personaje en sí mismo, me siento alejada de Tosca, pero me conecto con ella a través de la música. Por suerte siempre para Tosca hay buenos trajes y joyas magníficas. En términos de carácter y música, Manon Lescaut y Tatiana ("Eugenio Oneguin", de Tchaikowsky) están muy cerca de mi corazón. Siempre amo el personaje que estoy interpretando; no soy muy fiel en ese sentido".
-Al observar los personajes femeninos en Puccini, como Turandot, Mimí, Manon, Tosca, ¿qué cree que el compositor quería decir acerca de las mujeres?
"Creo que Puccini entendía tanto la sensibilidad como la fuerza de las mujeres. A lo largo de sus óperas, constantemente ves que sus heroínas son amorosas y apasionadas, pero también feroces y poderosas".
-¿Necesita soledad para crear un nuevo rol?
"Necesito pasar un tiempo a solas con la partitura, leyendo el libreto y estudiando la música. Una vez que tengo una idea del personaje y he aprendido la música, trabajo con mis entrenadores para afinar los detalles".
-¿Cuál es su momento de soledad perfecto?
"El tiempo que paso con mi familia y amigos. Podemos estar en cualquier lado, pero tenemos que estar juntos".
Los roles que vienen: Leonora, Turandot y Salomé
-¿Alguna vez se ha sentido física o espiritualmente afectada por un rol?
"¿Si me han afectado a mí? No. Yo soy una cantante y también una actriz. No me puedo andar comprometiendo con un rol. Eso sí, Lady Macbeth y Manon Lescaut me exigen física, emocional y vocalmente. Tengo que estar en mi mejor momento para retratarlas de la manera que se merecen".
-Usted trabajó fuertemente para encarnar a Lady Macbeth. ¿Qué le atrajo de ella?
"Siento que Lady Macbeth me habla. Quizás por la tensión sexual que hay en el personaje; me atrae su maldad de una manera excitante".
-¿Hay nuevos roles en perspectiva? ¿Turandot, Salomé...?
"Varios, pero no solo esos. Haré Leonora de 'La Fuerza del Destino' (Verdi) en Londres el año próximo, con Jonas Kaufmann. Turandot y Salomé están previstas para dentro de dos o tres años".
-¿Le interesa la música contemporánea para la voz?
"Amo la música contemporánea, pero no siempre se ajusta a mi voz".
-Usted también ha cantado lieder . ¿Cómo llegó a interesarse en esta área de la música vocal?
"Estudiamos lieder en la escuela, pero fui descubriendo muchas cosas a lo largo de mi carrera. Diría que Richard Strauss y Rachmaninoff son mis compositores de canciones favoritos".
-Usted está casada con un tenor. Me imagino que hay un intercambio constante de experiencias en torno a la música. ¿Cómo ocurrió ese encuentro?
"Nos conocimos en Roma mientras hacíamos juntos 'Manon Lescaut' (2014). Era mi debut en el papel, pero Yusif ya había cantado Des Grieux; él fue un gran compañero y me guio a través del espectáculo. Realmente nos conectamos. Desde que hemos estado juntos, compartir música siempre ha sido una parte muy especial de nuestra relación".
-Imagino que su vida no gira solo en torno a la ópera.
"Por supuesto que no. De ser así, yo sería la persona más aburrida del mundo, y no lo soy. Yo tengo un hijo y él me demanda mucho, también me gusta el cine, estar con amigos... Con Yusif cocinamos juntos, soñamos, planeamos cosas imposibles... La vida es un tesoro y quiero tomar de la vida todo lo que más pueda".
El programa de Santiago
Aunque puede tener variaciones, el repertorio del concierto en Chile partiría con el brindis de "La Traviata" (Verdi). Luego, la obertura de "La Fuerza del Destino" (Verdi), y dos arias de la misma ópera: "Pace, pace mio Dio" (Anna Netrebko) y "La vita è inferno" (Yusif Eyvazov). Seguirá "Ebben n'andrò lontana", de "La Wally", y "Mamma, quell vino è generoso" de "Cavalleria Rusticana", seguido del "Intermezzo" de esta última ópera y del dúo del primer acto de "Madama Butterfly".
En la segunda parte, hay una mezcla de canciones de índole popular y arias de ópera. "Tu che m'hai presso il cuor" (Morandi) precederá a "Il bacio" (Anna) y "Granada" (Yusif). Tras un interludio orquestal con páginas de "Carmen", vendrá "Songs my mother taught me" (Dvorak); "Lamento di Federico", de "La Arlesiana"; y "Vissi d'arte" y "E lucevan le stelle", de "Tosca". Tras el "Intermezzo" de "Manon Lescaut", el programa concluye con "O soave fanciulla" de "La Bohème".
1 comentario:
J'AIME BEAUCOUP CETTE DIVA!
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