IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio
Sin programa y sin partitura, la espontaneidad del aquí y ahora toma cuerpo. La cita con la improvisación se multiplica en otros escenarios.
"En esta música existe una sola certeza: sucede en el momento, por primera y por última vez", dice el pianista Diego Errázuriz, acaso uno de los nombres más activamente vinculados con la improvisación. Desde 2012 ha publicado seis discos de piano con absoluta música espontánea y para este semestre prepara otros dos en la misma línea. En el intertanto estará en el ciclo "Músicas improvisadas", que comienza hoy en la Sala Arrau del Teatro Municipal.
En un escenario donde el público acostumbra a recibir un programa con el detalle la música que ejecutarán orquestas, ensambles y solistas, la improvisación puede poner en alerta a esas mismas audiencias. "La mayoría de la gente no tiene contacto con la música improvisada, con la creación en tiempo real. Para nosotros es importante asumir esa responsabilidad. No será esta una improvisación demasiado rupturista", señala Errázuriz, quien organiza el ciclo.
Esta tarde (19:30 horas, $6.000) se presenta el dúo de músicos de jazz que forman Valentino Baos (piano) y Alejandro Pino (trompeta). Desde 2011 vienen tocando juntos, tienen el disco "Atmósfera" (2016) y este año publicarán "Estratósfera", "un trabajo mucho más libre que el primero, donde incorporamos efectos y máquinas. Vamos a tocar mucho de eso en la Sala Arrau", anticipa Pino.
El ciclo sigue en junio con el guitarrista Tomás Gubbins, que improvisará con un quinteto sin batería y con trombón, saxo tenor y fliscorno. Luego actúan Diego Errázuriz (octubre) en piano solo, y el teórico de la música improvisada Martin Joseph (diciembre) con su Pacific Ensemble.
Cara a cara
Como curador, el propio Joseph encabeza otro ciclo de conciertos, en ocho semanas. "Diálogos musicales" se efectúa en el club Thelonious y vincula a cultores, especialistas e intérpretes desde la música improvisada y el jazz hasta la música contemporánea y la raíz folclórica. El 9 de abril tocan el guitarrista Federico Danneman frente al trombonista Alfredo Tauber, mientras que el 16 lo harán los músicos doctos Fernanda Ortega (piano) y Nancy Gómez (voz).
Y en ese mismo escenario del jazz actual en Santiago, el avezado improvisador Ramiro Molina, quien viene de editar su decimo primer disco -"Inminente", con el japonés Otomo Yoshihide y otros tres cultores chilenos-, cerrará una serie de conciertos de nueva música espontánea, cara a cara con el trombonista Angelo Cassanello, el próximo 30 de abril. Antes, tocarán en Mingus (mañana, Irarrázaval 908) y Piso 3 (26 de abril, Nueva Los Leones 030).
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