lunes, abril 08, 2019

Libro de los bailes chinos devela claves de su persistencia

Romina de la Sotta Donoso
Cultura
El Mercurio

Tras diez años de estudios, dos especialistas descifran la fuerza cultural y devocional de la fe a la Virgen y al Niño Dios que reúne danza, música y poesía, que ha sobrevivido 400 años y es Patrimonio de la Humanidad.



A cinco años de que la Unesco eligiera a los bailes chinos como los únicos representantes chilenos en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el colectivo de investigadores Etnomedia lanza una nueva publicación de referencia sobre esta práctica cultural y devocional con cuatro siglos de vigencia en el Norte Chico y Chile Central.

Un complejo ritual que incorpora música, danza y poesía, y que tiene una profunda raigambre en la memoria de cientos de localidades, pero que también tiene una cara multitudinaria en la Fiesta de Andacollo, que convoca a 200 mil fieles.

Los antropólogos Rafael Contreras Mühlenbrock y Daniel González Hernández llevan una década estudiando el tema, en terreno, y ya publicaron "Será hasta la vuelta del año. Bailes chinos, festividades y religiosidad del Norte Chico" (870 páginas), un retrato detallado de los 88 bailes vigentes en el país, con cientos de testimonios.

Y ahora, con apoyo de un Fondo del Libro, publican "Si tú nos prestas la vida. La devoción popular de los bailes chinos y sus fiestas" (700 páginas).

Imprimieron mil ejemplares, y ya los están distribuyendo, en forma gratuita, a las cofradías. El público general también podrá adquirirlo en librerías como Metales Pesados, en los Facebook de Etnomedia y Mucam (Museo Campesino en Movimiento), y en los tres lanzamientos que harán: el jueves 11 en el Museo Chileno de Arte Precolombino (19 horas), y los días 14 en Andacollo y 18 en Ovalle.

En este nuevo libro, Contreras y González desarrollan una interpretación histórica y antropológica del desarrollo de los bailes chinos, con una rica variedad de testimonios. Luego, exhiben copias facsimilares de documentos de las cofradías, una inédita compilación de 150 años de cantos y más de 200 fotografías. Estas últimas son en su mayoría de Manuel Morales Requena y Marcos González Valdés, y reconstruyen la fiesta, desde Andacollo a Valparaíso, sus líderes, sus rituales y el baile.

El cierre lo hacen con una cita de Gabriela Mistral: "Otra forma de patriotismo que nos falta cultivar es esa de ir pintando con filial ternura, sierra a sierra, río a río, la tierra de milagro sobre la cual caminamos".

Contreras explica por qué la eligieron: "Creemos que Mistral está hablando de la geografía cultural, de la gente, de las tradiciones y las prácticas. Y relevar esa geografía cultural es nuestra misión como investigadores".

Por eso mismo es que dedican varios capítulos del libro a darle sentido a una disonancia que identificaron. Suele decirse que los bailes a la Virgen toman su nombre del quechua chino , que significa servidor. "Etimológicamente es correcto, pero la descripción de una cultura no se hace solo desde el diccionario, sino también de las contradicciones que impone la realidad. Encontramos una disonancia significativa entre lo que dicen los textos, por una parte, y los relatos de los propios chinos sobre cómo ellos siempre se han rebelado frente a la opresión de los curas, patrones, autoridades y el Estado. Esa historia de libertad no puede quedar subsumida en la idea de servidor", explica Contreras.

En el libro también le hacen justicia a la profunda riqueza poética del Canto a lo alférez, variante del Canto a lo poeta consustancial a los bailes chinos que se ejecuta en momentos claves del ritual. Uno de los mayores aportes es la inédita compilación que ofrecen de 150 años de cantos, desde 1870 a 2014, provenientes desde La Tirana hasta la zona central.

Asimismo, perfilan al encargado que cada cofradía tiene para las décimas y cuartetas. "El alférez es el sabio popular, el que conoce la historia, el que ha leído, o si no ha leído ha escuchado, el que tiene la memoria. Es quien mantiene los contenidos donde se sostiene la identidad, los relatos, los nombres de los antiguos", revela Contreras.

Y para darle la dimensión humana, incorporan una copia facsimilar de un Cuaderno de Cantos de Ovalle. "Ese cuaderno tiene 50 cantos, ¡y algunos de esos cantos tienen 50 décimas! Es de don Francisco Lizardi, el alférez más trascendental del norte en los últimos 150 años. Era minero, carnicero y comerciante. Era autodidacta y tenía un gran talento de improvisación. Era un hombre brillante", cierra Contreras.

No hay comentarios.: