El Mercurio
La elogiada producción del ex barítono Christian Boesch, estrenada en 2012, se volvió a programar para el 17 y 18 de enero. Junto con ello, este martes más de 400 niños que provienen de las localidades más apartadas de Villarrica verán por primera vez este clásico de Mozart.
Maureen Lennon Zaninovic
La partida fue auspiciosa, en enero de 2011. De la mano de Mozart y su ópera "El rapto en el Serrallo", el Teatro del Lago realizó su debut formal en el género lírico con una producción completa (con escenografía, vestuario y música en vivo). Un año después, y en un paso más allá, el coliseo frutillarino se aventuró con otro clásico del compositor de Salzburgo: "La flauta mágica". Dos funciones a tablero vuelto volvieron a reafirmar una clara avidez por este tipo de producciones en la zona.
"En 2013, a raíz del bicentenario del nacimiento de Verdi, consideramos llevar a escena un título del músico italiano; pero terminamos frenándolo por razones presupuestarias. Producir una ópera, desde cero y con elenco internacional, puede costar fácilmente 150 mil dólares. ¡Es un esfuerzo importante! Y si ese esfuerzo va a complicar nuestros proyectos formativos y sociales, ejes de nuestro espíritu artístico, preferimos no arriesgar parte de nuestro capital: la educación", comenta Uli Bader-Schiess, director ejecutivo del Teatro del Lago.
Pero, tras este receso, el escenario frutillarino decidió retomar este género, nuevamente apostando por uno de los más grandes éxitos de Mozart.
"Volvemos a 'La flauta mágica' porque es una producción que, de alguna manera, ya teníamos en bodega y en 2012 solo se alcanzó a montar en dos oportunidades", dice Bader-Schiess y agrega que consideran este título, que tiene régie del ex barítono Christian Boesch, "como la gran obra de repertorio de nuestro teatro. Así como 'Cascanueces' se da todas las navidades, si programamos cada dos o tres años 'La flauta', conseguiremos insertarla en nuestra región y hacerla propia".
A juicio del director ejecutivo del Teatro del Lago, montar este título siempre fue el sueño de la primera etapa de este escenario. "Primero que todo, se vincula con las raíces alemanas tan cercanas a nuestra historia, pero también con una importante alianza y amistad con Christian Boesch. Tenerlo como régisseur es un lujo considerando que él cantó más de 60 veces el papel de Papageno, en lugares tan prestigiosos como el MET de Nueva York y la Scala".
Carmen Gloria Larenas, gerenta de programación del Teatro del Lago, comenta que volvieron a recurrir a este título, entre otras razones, porque "es una propuesta que pueden disfrutar las familias completas. Es una ópera que resulta fácil y atractiva, fundamentalmente por su puesta en escena y una música llena de pasajes virtuosos. En 2012 recibimos mucho público, lo que nos parece genial porque nuestra política, desde los inicios, ha sido generar espacios para que padres e hijos puedan compartir en torno a la música".
De hecho, y como parte de las labores formativas del Teatro del Lago, del 6 al 10 de enero se realizó en la Casa Richter un taller para niños "Descubriendo 'La flauta mágica'", a cargo de la soprano Magdalena Amenábar, quien introdujo a los pequeños -mediante entretenidos juegos y dinámicas musicales- en esta obra cumbre de Mozart.
Una conmovedora labor social
Este año se programaron dos funciones con entradas pagadas (17 y 18). "Pero, además, y en un hecho que nos tiene muy contentos y entusiasmados, agregamos una presentación para este martes que estará destinada a 700 estudiantes provenientes de Frutillar Alto y de la Escuela Papageno que lidera Christian Boesch en Villarrica. Varios de este último grupo viven en situaciones bien vulnerables, pero gracias a la valiosa labor que realiza este cantante en la zona han tenido contacto con el arte; y sus vidas están cambiando. Queremos apoyar su maravillosa iniciativa permitiendo que esos pequeños lleguen hasta el Teatro del Lago", añade con entusiasmo Uli Bader-Schiess.
Boesch comenta emocionado a "Artes y Letras" que está a punto de concretar uno de sus sueños más anhelados. "Cerca de 437 niños de 30 colegios rurales de Neltume y Trafún, por citar algunas localidades, verán por primera vez una ópera. Niños entre 6 y 12 años que provienen de pueblos que muchas veces no cuentan con luz o internet, pero que dos veces a la semana tienen de manera obligatoria clases de música, serán partícipes de una experiencia única. Yo mismo me he preocupado de la logística, de sus comidas y de su traslado en buses. Para muchos será su primer viaje. Hay varios, incluso, que ni siquiera conocen Villarrica. ¡Será un sueño!". Y agrega que un grupo de profesores de los colegios que forman parte de su proyecto Escuela Papageno (en honor al papel que hizo famoso mundialmente al ex barítono) se preocuparon de introducir a los pequeños en el fascinante mundo musical de "La flauta mágica".
"Los prepararon de tal manera que incluso algunos terminaron cantando las arias de Papageno. A Frutillar, entonces, llegarán con bastantes conocimientos de la ópera", dice satisfecho el cantante austríaco.
Sin duda esta presentación, a la que accederán los cerca de 437 estudiantes, será un nuevo paso en la consolidación y plena madurez de la Escuela Papageno, el anhelo casi quijotesco de Boesch de llegar con la enseñanza musical a localidades apartadas de las regiones de Villarrica, Panguipulli y Loncoche.
Carmen Gloria Larenas, en tanto, confiesa que les habría encantado programar más funciones de este clásico mozartiano, pero "preferimos ser realistas. Es cierto que estamos ante un gran esfuerzo económico y de producción que se ve materializado en tan pocas fechas, pero finalmente optamos por dos funciones pagadas y con las butacas llenas, que cuatro a medio llenar. En un momento, eso sí, evaluamos seriamente sumar una presentación más, pero la verdad es que las agendas de los cantantes, muchos de ellos con una importante carrera internacional, no lo permitían". Uli Bader-Schiess, en tanto, señala que aún son un teatro joven y en ningún caso aspiran a competir con el Municipal de Santiago o el Colón de Buenos Aires. "Para partir, me parece bien programar una ópera al año y, con el tiempo, empezar a sumar dos. Pero somos mucho más que un coliseo lírico, tenemos que lograr un equilibrio presupuestario y también darles un espacio a la música, al jazz, a la danza y al teatro. Tenemos que satisfacer la diversidad de gustos que tiene el público de la región".
Larenas complementa que el hecho de que se programe una ópera al año provoca "una mística muy especial en el teatro y en todo el equipo de producción. Todos asumen este desafío con gran entusiasmo. Es impresionante, por ejemplo, cómo se aprovechan los espacios para los ensayos y nuestro equipo técnico empieza a girar en torno a la ópera".
La importancia del amor
"La régie de Christian Boesch y la música refuerzan la importancia del amor. Es el amor el que triunfa, no el poder, y ahí radica una de las razones del éxito, hasta nuestros días, de este título", comenta Pedro-Pablo Prudencio quien, al igual que en 2012, volverá a dirigir la Orquesta de Cámara de Valdivia.
Prudencio agrega que "La flauta mágica" revela un aspecto muy interesante de la composición mozartiana. "Primero, no podemos dejar de lado que estamos ante un singspiel (una ópera popular con secciones habladas), donde la parte teatral es muy relevante. En cuanto a los personajes, Papageno, por ejemplo, ama las cosas simples, añora comer y disfrutar de la naturaleza; pasar su vida tranquilo junto a una mujer; y a él Mozart lo asocia con una música de gran simpleza, folclórica, que resulta fácil de tararear. En la Reina de la Noche, en tanto, se aprecia una mirada mucho más barroca del compositor. Uno escucha sus intervenciones y es como estar frente a una partitura de Haendel. Ella representa la oscuridad, un espíritu denigrante en contraposición a Pamina, donde el músico de Salzburgo, y de manera genial, nos ofrece el símbolo de la pureza y del amor, el paso de una niña a una mujer mucho más madura".
El diseñador Germán Droghetti, quien al igual que en 2012 tiene a su cargo la escenografía y vestuarios, destaca la régie donde alcanza un protagonismo el mundo femenino y la figura de Pamina, frente a Sarastro y la Reina de la Noche, asociados a colores grises, blancos y negros. "Pamina, que de alguna manera representa a la nueva generación, transforma este mundo oscuro en una nueva era", dice.
Y se explaya en este punto: "Uno de los aciertos de la lectura de Christian Boesch es que establece una asociación muy interesante entre la historia de Viena de los Habsburgo y la asunción al trono de María Teresa de Austria (1717-1780). El énfasis está puesto en la primera vez que asume una mujer en un ámbito que es muy masculino; por eso en su propuesta la Pamina adquiere mayor relevancia porque lo femenino es quien finalmente trae la luz y la salvación".
El régisseur austríaco profundiza en esta mirada: "Pamina es el mundo de lo femenino, es el círculo de sol que por primera vez cae en manos de una mujer; y que se contrapone a un machismo anticuado de Sarastro".
Sobre la escenografía y vestuarios, Germán Droghetti agrega que privilegió una propuesta bastante simple, con tres puertas "donde Papageno trae el color de la primavera y de la alegría. Uno de los fondos es el volcán Osorno, que de inmediato genera una cercanía e identificación con el público. Tampoco incluí demasiados animales: solo tres leones muy divertidos y una serpiente que interactúa con los personajes".
Con una vasta experiencia en importantes escenarios nacionales e internacionales, el diseñador no puede estar más que contento con este regreso a Frutillar. "En 2012 me tocó inaugurar el foso del Teatro del Lago. Formar parte de los inicios del escenario no deja de ser emocionante. Además que acá se respira una mística muy especial. Basta levantarse y mirar el volcán Osorno para asumir el trabajo con otro ánimo. Estar aquí es un privilegio".
El retorno de un elenco elogiado por la crítica
"Estamos haciendo muy pocos cambios y hay cantantes que regresan precedidos de una brillante carrera internacional", señala satisfecho Uli Bader-Schiess, director ejecutivo del Teatro del Lago.
Cita como ejemplo al tenor británico Andrew Staples, quien volverá a encarnar a Tamino: "Está de vuelta en Frutillar tras realizar destacadas presentaciones en la Royal Opera House y junto a la Orquesta Filarmónica de Berlín. Es un artista muy requerido y nos alegra que haya decidido regresar a nuestro teatro".
También destaca el retorno del barítono chileno radicado en Austria Philippe Spiegel (Papageno), quien comenta a "Artes y Letras" que considera "un privilegio volver a trabajar junto a Christian Boesch. Después de mi estreno en Frutillar me ha tocado encarnar más de 25 veces a este personaje; entre otros escenarios, en la Opera de Lyon. He aprendido muchísimo de Boesch, sobre todo a encontrarle nuevas aristas a mi rol".
Asimismo, esta producción marcará el regreso de la soprano chilena radicada en Alemania Francisca Prudencio, hermana del director Pedro-Pablo Prudencio. "Es un honor poder protagonizar esta ópera que desde muy pequeña me ha acompañado. Cuando niña escuchábamos 'La flauta mágica' casi todo el día". Y sobre el trabajo junto a su hermano, puntualiza: "Es una emoción muy grande volver a estar juntos en escena. Se mezcla lo profesional con lo familiar, lo que hace que cada una de las presentaciones sea aún más única".
Todos ellos recibieron, en 2012, extraordinarios elogios por su desempeño. Voces, sin duda, que bien vale la pena volver a escuchar o descubrir.
Teatro del Lago de Frutillar
17 y 18 de enero
Entradas: Desde $12.000
Director de la Orquesta de Cámara de Valdivia: Pedro-Pablo Prudencio.
Régisseur : Christian Boesch.
Diseño de escenografía y vestuarios: Germán Droghetti.
Iluminación: Clifton Taylor.
Pamina: Francisca Prudencio.
Tamino: Andrew Staples.
Papageno: Philippe Spiegel.
Reina de la Noche: Mandy Fredrich.
Sobretítulos: Esteban Muñoz.
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