El Mercurio
Una aprobación unánime del ambiente cultural ha tenido la elección de Germán Domínguez como integrante del directorio de la nueva Fundación Cultural de Providencia. Su reconocimiento transversal es avalado por una trayectoria que incluye haber sido director de extensión cultural del Mineduc, creador de la anterior Corporación Cultural de Providencia, director del Teatro Municipal de Santiago y autor de proyectos emblemáticos, como Metroarte.
CECILIA VALDÉS URRUTIA
El nombramiento de Germán Domínguez como uno de los integrantes de la nueva Fundación Cultural de Providencia se ganó el aplauso unánime de los vecinos de la comuna y del ambiente cultural. Y no sin motivos. Domínguez es reconocido transversalmente como uno de los más sólidos gestores culturales desde hace 40 años. Y parte de la historia reciente de las actividades culturales pasa por él.
Dirigió el Teatro Municipal de Santiago a fines de la década de 1970 y en los 80, "en un periodo difícil, pero logramos que el teatro se abriera a la llegada de numerosos artistas y conjuntos. Partimos con el financiamiento de las temporadas con aportes privados, empezamos la reorganización profunda de la Filarmónica, invitamos a regresar del exterior y a participar el teatro a los más importante directores, como Juan Pablo Izquierdo, Max Valdés, Francisco Rettig...". Y como director de extensión cultural del Mineduc, a fines de los 70 y años 80, creó el Fondec -que derivó en el actual Fondart-, la compañía de teatro itinerante, las muestras itinerantes con los artistas contemporáneos de ese momento de todas las líneas políticas -"como es obvio, mayoritariamente de izquierda"-, una tarea realizada durante 13 años seguidos.
Hizo la serie de publicaciones sobre patrimonio nacional con 60 textos. En 1981 formó la Corporación Cultural de Providencia, en tiempos de la alcaldía de Herman Chadwick. "El objetivo fue desarrollar actividad cultural para los vecinos y la municipalidad, muy diferente a lo que vino después", precisa.
"Providencia es muy homogénea y muy chica territorialmente, con espacios identificados. Y como hay recursos, nuestro planteamiento fue preocuparse de que la cultura acceda a los barrios, a los estudiantes, a los profesores". Domínguez creó el Centro Cultural Montecarmelo, los primeros concursos de literatura infantil y juvenil del país, el proyecto Metroarte, etc. También, el Parque de la Esculturas, "que lamentablemente hoy es un bodegaje de esculturas", advierte.
El ex alcalde Labbé, al asumir, le pidió la renuncia. Germán Domínguez dirige hace 15 años el Museo del Carmen de Maipú, que cuenta con una de las colecciones más importantes de patrimonio, arte, historia y religión del país.
-¿Quién lo llamó ahora para invitarlo a integrar la Fundación Cultural de Providencia?
"La concejala Pilar Cruz. Ella sugirió mi nombre, porque la alcaldesa quería dos expertos de la Alianza y dos de la Nueva Mayoría. Me sorprendí mucho cuando me llamaron. Lamenté la desaparición de la Corporación, pero le expresé que estaba abierto a colaborar y que quería saber bien de qué se trataba y quiénes integrarían la fundación. Pero me dijeron muy luego que ya estaba aprobada y conformada. Hasta el momento no he sabido más ni nos hemos reunido: será en marzo. Supe también después que quien más defendió mi nombre fue el concejal PPD Rodrigo García Márquez; él conocía y vio todo mi trabajo en Providencia".
-¿La fundación será de derecho privado como la Corporación?
"Sí, pero la crea la municipalidad, y tiene una finalidad determinada que la señala el fundador. La Corporación Cultural era más amplia: estaba formada por socios que elegían un directorio. En esta nueva fundación, los directores son elegidos por el Consejo Municipal, y sus fines son más acotados y específicos".
"Me inquieta la desaparición de dos espacios culturales en Providencia"
-¿Dónde debería estar el énfasis cultural en Providencia?
"Desconozco, hasta el momento, lo que el municipio quiere hacer. Pero según mi experiencia, pienso que hay que trabajar mucho con los vecinos, entregarles herramientas. Por ejemplo, crear coros comunales, talleres literarios, que el vecino sea un actor, y no sólo un receptor. Providencia debe tener, además, una oferta para la región metropolitana: hay que incentivar espectáculos masivos, como el festival de jazz, la feria del libro.
-¿Y las exposiciones de arte?
"Hay dos problemas que me inquietan mucho al respecto. Entiendo, hasta el momento, que los dos espacios culturales que Providencia tenía hoy no existen como tales: el Instituto Cultural está siendo reformado para oficinas y el Centro Montecarmelo ha sido transformado en un recinto para juntas de vecinos".
-¿Qué se puede hacer?
"Hoy desconozco los planes del municipio, y lamentaría mucho la desaparición de esos espacios. Pero hay que partir por dar la seguridad a todos de que las actividades expositivas van a retomar el carácter de gran calidad: invitar a artistas de más categoría y generar oportunidades para los emergentes".
-En materia internacional, muchos lamentan el que no vayan a continuar llegando grandes muestras del exterior.
"Vinieron varias exposiciones de primera categoría que fueron un gran aporte, especialmente las italianas y las de los íconos rusos. Otras fueron impresionantes, pero no tenían un gran valor en sí o en relación a los esfuerzos económicos, como una de trajes del Renacimiento, que era más de escenografía. Y pienso que hoy las muestras internacionales no debieran ser una prioridad cultural para Providencia. Por ejemplo, Las Condes ha llevado una línea de alto nivel con muestras nacionales. Lo internacional le corresponde más al Bellas Artes, al MAC o a fundaciones privadas, que tienen capacidad e infraestructura para integrar circuitos de exposiciones internacionales".
-En lo musical, ¿Providencia debiera seguir con el plan de tener orquesta sinfónica?
"No creo que cada comuna deba tener una orquesta. Financiarla es carísimo. Lo que Providencia debería tener es una gran orquesta juvenil de altísimo nivel con los colegios municipales. Además, hay institutos de música con los que podrían hacerse trabajos en conjunto, como el de Silvia Soublete. Y en cuanto a salas de teatro, está la Sala de Carabineros, que es excelente y de fácil acceso".
"Un país culto no se sostiene sin la Dibam"
-Ad portas del nombramiento del gabinete de la Presidenta electa, ¿qué características cree usted que debería tener un ministro de Cultura ?
"Lo ideal es que por su trayectoria genere un gran respeto en el mundo cultural y en el país. Debe tener una gran amplitud de visión y que tome la cultura más allá de alguna expresión en particular. Sería bueno por ello que sea un humanista, con una mirada integradora".
-¿Qué opina de los proyectos de ampliación y reformas al ministerio de Cultura, en el sentido de que tenga bajo su mando a la Dibam y al patrimonio?
"No puede haber en un país un ministerio de Cultura sin incluir a la Dibam y al patrimonio. Por eso, hasta hoy no ha habido un ministerio de Cultura, sobre todo teniendo en cuenta que el gran actor del desarrollo patrimonial ha sido la Dibam, desde su fundación. Un país culto no se sostiene sin esa institución.".
-Algunos temen que quedaría con demasiado poder ese ministro/a...
"Ello puede pasar en cualquier ministerio. Si un ministro quiere desvirtuar o hacer proselitismo en su cargo, puede hacerlo, pero estamos en un régimen democrático, y hay que enfrentarlo. Y asumir el riesgo".
-¿Cómo ve la ampliación de la ley de donaciones culturales?
"Es un gran avance. Amplía el número de donantes y beneficiarios. Incorpora a los privados, sin perjuicio de reconocer que la Ley Valdés anterior ha sido el gran instrumento que en estos años ha permitido el desarrollo de la cultura y sus instituciones. Y es justo también reconocer que gran parte de su éxito ha sido la permanencia de Óscar Agüero, quien, con su eficiencia, conocimientos y disposición, ha ayudado a todos".
-¿Cómo beneficiará al Museo del Carmen, que usted dirige, la ampliación de la ley?
"Somos un museo privado, y la ley nos ha permitido en estos captar el apoyo de diversas empresas para los proyectos de conservación y restauración de obras, de renovación de la museografía. Esta reforma puede beneficiarnos, además, en las herencias de colecciones y nuevos proyectos, como poner al museo online, proyecto que queremos hacer este año".
-Y esta ampliación de la ley, ¿beneficia directamente a los museos públicos, como el Bellas Artes, el histórico, el de Historia Natural...?
"Entiendo que los museos individualmente pueden ser beneficiarios. Cada uno podrá recibir las donaciones y, por tanto, los va a estimular, especialmente en el caso de sucesiones, y también en las colecciones internacionales".
-Usted trajo la primera retrospectiva de Marta Colvin al MNBA desde París. ¿Qué se puede hacer para que el Museo Nacional de Bellas Artes tenga una sólida política de muestras del exterior e ingrese al circuito de exposiciones internacionales como Argentina y Brasil?
"El museo tiene que ser reconocido en su condición de ser el principal del país y recibir los recursos necesarios. No es suficiente que sea uno de los tantos museos de la Dibam. Ojalá tuviera el mismo trato que otros y que cuentan con muchos más recursos (Centro Cultural de la Moneda, Mirador, Museo de la Memoria). Los aportes de la Dibam al Museo Histórico y al Bellas Artes son esencialmente para el mantenimiento, y los directores gastan su tiempo en convencer a otros para que los ayuden, en vez de dedicarse a generar proyectos. El Museo de Bellas Artes debe tener primera prioridad en su categoría!".
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