El Mercurio
El año pasado, su placa debut fue reconocida como uno de los 50 mejores discos por el influyente sitio estadounidense NPR. Desde entonces, su "pop lisérgico" se ha extendido entre los fans contagiosamente: les gusta a las mamás, a los niños, a los más viejos. Es una de las bandas con más fans en Chile, pero no les basta: quieren consolidarse fuera de las fronteras. Y en eso trabajan, en la víspera de su segundo trabajo que verá la luz en mayo. Esta es su hoja de vuelo.
Por Felipe Rodríguez
Desde hace un año, el músico Andrés Nusser vive una pequeña-gran revolución. Nada lo asusta. Tiene confianza en su trabajo. Sus hábitos cambiaron. Lleva un mes limpio: fuera el alcohol y la marihuana de su cuerpo, bienvenida la vida sana. Y está convencido de que ese giro aumentó su concentración. "Debe ser porque cumplí treinta", bromea el vocalista y productor de Astro, cuyo primer disco, del mismo nombre que la banda, fue destacado en 2012 como uno de los 50 mejores discos del año por el influyente sitio estadounidense NPR.
Pero no es solo un tema de madurez y limpieza corporal. Desde hace un año, él y el resto del equipo -el baterista Octavio Cavieres, el bajista Nicolás Arancibia y el tecladista Daniel Varas- vienen, también, afianzando una idea matriz: consolidarse como una banda internacional. Y por eso, si hasta 2012 los tours se extendían, como máximo, por dos semanas, este año tuvieron su prueba de fuego girando por más de un mes en Estados Unidos. Un período muy exitoso que les demostró que iban por buen camino, y les sirvió para convencerse de que la unión entre ellos es granítica: "Estar viéndote las caras por un mes, 24/7, es un reto para cualquiera, pero lo superamos. Desde el primer ensayo que congeniamos bien y somos como hermanos. Si alguien quería estar solo, estaba solo. No hubo conflictos maritales", comenta Daniel Varas. Y Nusser añade: "No tenemos síntomas de descomposición, solo de crecimiento".
Antes de comenzar la gira, los miembros de Astro estaban impacientes por la recepción del público. Pensaron que los estadounidenses serían empaquetados, que la barrera del idioma sería infranqueable. "Pero no pasó nada de eso", dice Daniel Varas. "Eran súper prendidos y vacilaban, sobre todo en Washington. Aunque eran mitad latinos y mitad gringos".
Ahora no solo se sienten más seguros después de haberse probado (y de haber sido aprobados) más allá de las fronteras chilenas. También se han dado cuenta del enorme capital que tienen: un público muy diverso. Astro les gusta a las mamás, a los niños, a los más viejos, atraídos por una música de esencia "lisérgica". Y eso los ha convertido en una de las bandas con más fans en Chile. "Hace un tiempo, un abuelito me pidió un autógrafo y me dijo que era fan nuestro. Y cada vez nos conocen más. En Argentina, por ejemplo, reventamos el local Niceto. Antes íbamos a Buenos Aires y era todo más tranquilo. Ahora la gente se sabe las letras y te piden fotos. Son signos que demuestran que algo está pasando. Eso nos tiene contentos porque vamos para adelante", cuenta Andrés Nusser, con una convicción inusual para el promedio de los músicos chilenos. Solo asimilable a Álvaro Henríquez, cuando en la previa del lanzamiento del disco debut homónimo de Los Tres, en 1991, proclamaba que serían "el primer grupo de música popular en Chile realmente bueno".
INTERNACIONAL Y GLOBAL.
El nuevo disco de Astro recién saldrá en mayo, pero ya suena un adelanto. Es el single "Hawaii", que prescinde de esa esencia lisérgica tradicional y se centra en sintetizadores que otorgan un aura refrescante y bailable. Aunque el sonido del resto del álbum todavía no está definido, Andrés Nusser es autocrítico y sabe lo que no quiere volver a escuchar: está convencido de que las canciones del disco debut suenan pésimo.
"Qué importa decir que suenan mal. En esa época estaba muy nervioso porque tenía un peso: sacar un disco grande para que la banda surgiera, que nos conocieran. Pero ahora que tengo más presión no me sucede porque tengo mejores herramientas de producción. Antes era un pintor que tenía un lienzo que había pintado quince veces. Ahora, en cambio, tengo un taller y estoy lleno de lienzos. Me convertí en un ser con el oído más pulido, estoy consciente de lo que se debe hacer para mejorar", dice.
Esa autocrítica es parte del perfeccionamiento que hoy busca la banda. Quieren llegar a competir de igual a igual con las bandas internacionales, y saben que para eso necesitan sonidos limpios y un trabajo audiovisual que despierte sensaciones. Y aunque el video de "Panda" -donde aparecen solo cuerpos desnudos- fue alabado en Chile y el extranjero por su originalidad, a juicio de Andrés Nusser fue un trabajo deficiente. "Ese video me carga y lo digo abiertamente. Está mal hecho, no tiene arte. Estábamos contra el tiempo y lo delegamos a unos cabros que hicieron lo mejor que pudieron. Creo que hay que ser frontal y decir si algo no está bien hecho. ¿Cuál es el problema? Es un video malo. En Chile, la gente es cínica, hipócrita y no dicen las cosas que piensan. Yo lo digo y no me hago ningún problema".
Lo que buscan ahora es un salto mayor. "Me identifico con el trabajo de Damon Albarn, el cantante de Blur. Me gusta esa característica suya de agarrar música de todos los estilos y de no pegarse en una sola mirada. En este momento, coincido mucho con Gorillaz en el uso de los recursos. Me gusta que las canciones no sean parejas, que algunos temas no tengan sintetizadores, batería, etc. Por ahí va la música de Astro", describe Andrés. Lo principal es que el público quede satisfecho, con un álbum que será, como los mismos Astro dicen, más global, más inteligente y más interesante.
A Nusser le gusta repetir especialmente dos palabras: "internacional" y "global". Para él, esas expresiones son parte del vocabulario del actual movimiento musical chileno. Hoy, la mayoría de las bandas tiene ambiciones de hacer carrera en el extranjero, y por eso se ha dado una suerte de solidaridad entre ellos, tocando juntos y tirándose buena onda cuando salen de gira. Hasta ahora, el proyecto se perfila bien: diarios de Argentina, España y México han publicado elogiosos artículos sobre el pop local, y la edición de septiembre de la revista hispana "Rockdelux" citó a los chilenos -junto a los venezolanos- como los más destacados de la nueva música en español. "Esta generación no tiene envidia artística. Nos interesa que a Gepe, Alex Anwandter, Denver o a Pedro Piedra o a Javiera Mena les vaya bien, porque se fijarán más en cada uno de nosotros. Todos nos beneficiamos, porque habrá más profesionalismo y no tendremos que soportar festivales como Frontera (que se realizó a comienzos de noviembre), donde la mitad de las bandas no tenía camarín ni sillas, y salíamos dos horas después de lo pactado a tocar. Eso es algo que debemos erradicar".
Es bueno que los músicos jóvenes toquen, hagan música, se den piqueros contra el cemento. Esa es la invitación, dice Andrés Nusser: "Do it. Hazlo". Y él mismo, reconoce, sigue en la búsqueda de un mejor sonido. "Sé que tengo un don de la musicalidad, pero no es tan fuerte como quisiera y debo ir aprendiendo en el camino. Mi aspiración con Astro es grande. Quiero llegar a ser como los Flaming Lips, romper la barrera del idioma como Sigur Ros, conocer todo el mundo tocando y estar en escenarios técnicamente muy bien dotados" afirma. Quiere volver a cumplir sueños como el que logró este año: estar en un mismo escenario cantando con Rubén Albarrán, líder de Café Tacuba, en Panamá. "Cuando tenía 14 años y me volvía loco con su disco "Re" (1994), nunca imaginé que tocaría con él. Y lo hice".
El verano según AstroPara bajarle el telón a la difusión del disco "Astro", el cuarteto tiene pactado un show de despedida con invitados sorpresa y adelantos de temas nuevos, entre ellos "Hawaii". La fecha será el 10 de enero, en el Anfiteatro Pablo Neruda del cerro San Cristóbal. Será un show íntimo para quinientas personas, donde interpretarán todas las canciones de su debut y que servirá como antesala para la grabación del nuevo disco. "Es un show autoproducido, como cuando lanzamos el disco hace un par de años en Matucana 100, y que será distinto, porque estaremos en plena naturaleza", adelanta el tecladista Daniel Varas. Además, se presentarán el sábado 11 de enero en la segunda edición del festival M100 (entradas a la venta en Ticketek y en boleterías de M100. Más información, www.m100.cl).
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