Tienen entre 30 y 40 años, se formaron al alero de los más destacados compositores locales de este tiempo. Sus gustos van desde el rock hasta la música electrónica, y sus estilos son diferentes e individuales. Muchos de ellos están fuera del país, mostrando al mundo su música; otros se quedaron a estrenar sus creaciones. Estos son algunos de los nuevos rostros sub 40 que nos deleitarán en los escenarios nacionales.
Paula Fredes Cortés
Miguel Farías y el desafío de musicalizar los Andes
La nutrida carrera de Miguel Farías (30) pareciera ser meteórica a su corta edad. A su formación en la U de Chile, le sucedió una especialización en los importantes conservatorios de Francia y Suiza, el recibimiento de galardones entregados por parte de las instituciones musicales del mundo y la participación en festivales como el Reina Sofía.
Su repertorio está compuesto por piezas como "Mambo Lines" o "Palettes". En la lista destaca "Renca París y Liendres", su exitosa ópera estrenada el 2012, que recibió el premio del Círculo de Críticos de Arte.
Al hablar de su música, Farías -quien actualmente reside y compone en París- dice que se encuentra en un momento en el que puede "seguir probando y experimentando nuevos caminos de expresión", razón por la cual dice no encariñarse con "ningún discurso".
Durante mayo lo tendremos de vuelta en Santiago, pues estrenará con la Camerata de la Universidad de los Andes una obra inspirada en el concepto de "Los Andes".
Francisco Silva estrenará en Valparaíso
"La mayoría de mis proyectos me gusta hacerlos acá", dice Francisco Silva (35) al hablar sobre el trabajo musical que este año desarrollará en la ciudad de Los Andes. Volver a su tierra, ser "andino destacado" y comenzar un trabajo cultural desde allí pudo hacerlo luego de transitar por un camino de formación que comenzó a los 17 años con guitarra clásica.
El inicio, sin embargo, tendría un revés cuando descubrió que la música escrita era lo que le interesaba: "Descubrí que me sentía más cómodo en la creación musical que en la interpretación". Desde aquel momento comenzó a tomar clases en el IMUC de la Universidad Católica con Pablo Aranda y Alejandro Guarello.
Además de las presentaciones de sus obras en escenarios internacionales, fue finalista el 2008 del Concurso Luis Advis, con su obra "Andrómida". También el 2009 fue escogido uno de los seis ganadores del Concurso Latinoamericano de Composición, organizado por el Goethe Institut de Chile.
Actualmente se encuentra trabajando en un proyecto que el año pasado ganó el Fondo para Creación y Producción del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que se trata de tres obras realizadas entre los compositores Andrés Núñez, Juan Pablo Orrego y él para el grupo de percusión llamado "Valparaíso", que se estrenará en agosto en el IMUC de la Universidad Católica de Valparaíso.
Juan Pablo Abalo y la recomposición del repertorio clásico
El acercamiento a la música por parte de Juan Pablo Abalo (35) fue con estudios de batería y percusión. Su formación forjaría un camino casi natural, que le permitió ingresar tiempo después al Conservatorio de la Universidad de Chile, donde aprendió de destacados compositores como Cirilo Vila o Aliocha Solovera. Allí continuó perfeccionándose en el Magíster en Composición, para continuar con un Doctorado en Filosofía con mención en Estética.
Más allá de su currículum, creaciones como la opereta "El Participante" y las piezas "Paisaje Soleado" y "5 obstructions" le han dado a Abalo un lugar en los principales festivales de música contemporánea del país y también le han permitido presentarse y especializarse en Suiza, Alemania, España, Francia y Argentina.
Su apuesta excede al estilo más clásico, y el resultado es una trayectoria que varía desde las composiciones de cámara hasta la elaboración de arreglos para proyectos de música pop como la del grupo Dënver. Esto, además de su trabajo discográfico con "Siete Canciones" (2011) y "Canciones de misa" (2012). Así lo explica, señalando que "hace muchos años renuncié a la figura tradicional del compositor, hago música desde diferentes frentes".
La recomposición de obras clásicas tradicionales es lo que, entre otros proyectos, lo tiene ocupado por estos días. La iniciativa llamada "Apropiación Ilícita" se enmarca dentro de un proyecto que consiste en "en tomar obras clásicas arbitrariamente y recomponerlas". El primer trabajo lo comenzó, junto con Julio Retamal, con "Preludio a la Siesta de un Fauno" (2012) de Debussy. "Este año pienso trabajar en una recomposición del 'Preludio y muerte de Tristán e Isolda', de Wagner, que se llamará 'Cristián y Soila' y que estará también en formato videoclip", puntualiza.
Valeria Valle, sensibilidad femenina en la música clásica
Ser compositor y mujer es la cualidad que posee Valeria Valle (34). La autora y académica de la carrera de composición de la P. Universidad Católica reconoce a esta actividad como un área "poco explotada por el género femenino", pero que es importante conquistar, en vista de que, para ella, "las mujeres tienen una sensibilidad para mirar el mundo".
Esta pasión fue la que un día la motivó a dejar sus estudios de Educación Física por una Licenciatura en Composición, en la misma institución en la que cursó su postítulo y que hoy educa a futuros compositores, como algún día ella fue guiada por sus maestros Andrés Alcalde y Boris Alvarado. Valle, quien recientemente participó en el Festival de Música Contemporánea de la U. de Chile con su obra "Clockwork", se destaca por trabajos como "Michelada" o "Ameyalli", estrenada en México.
Durante este año seguirá con el proyecto "Resonancia Femenina", conjunto-taller dirigido por Alvarado e integrado por ella, Fernanda Carrasco y Natalie Santibáñez. Asimismo, durante el segundo semestre estará sonando en Valparaíso con la Orquesta Marga-Marga "Leeloo", obra de su autoría.
Sebastián Errázuriz trabaja en un homenaje a Nicanor Parra
Para Sebastián Errázuriz (39), el camino hacia la composición fue siempre desde "la disidencia". Formado bajo el alero de Juan Orrego Salas y Luis José Recart en la Escuela Moderna de Música y en posgrado de composición en la Universidad de Chile, Errázuriz se considera "independiente" y con un estilo ecléctico. Se define a sí mismo como un "omnívoro", que incorpora en sus creaciones una singular "mezcla entre la música docta y la popular".
Su trayectoria ya cuenta con la ópera "Viento Blanco" y sus obras sinfónicas "La Caravana" e "Historia del Tempo". Asimismo, su trabajo también ha explorado áreas como el jazz, música para cine y teatro, ensambles, y últimamente la producción y dirección orquestal.
Durante mayo de este año, participará en la Temporada 2014 del Teatro Municipal con "Geografía del Desastre", una pieza estrenada el 2010 a raíz del terremoto de ese año, y que se presenta por primera vez con la Orquesta Filarmónica. "Me tiene súper entusiasmado la idea, porque la cuerda de esta obra va a funcionar muy bien con una orquesta más grande", cuenta.
Además de su reestreno en el Municipal, actualmente está a cargo de la Extensión Cultural de la Universidad San Sebastián, con la que estrenará una temporada en la que participarán compositores chilenos en arreglos a obras de Luis Alberto Spinetta y Ana Tijoux. Conjuntamente, se encuentra en proceso de creación de una obra dedicada a Nicanor Parra en su centenario, que vería la luz en diciembre.
Juan Manuel Quinteros estrena "Alto en el Desierto" en el Teatro Municipal
El acercamiento a la creación musical fue algo que Juan Manuel Quinteros (30) adquirió desde que era niño. Con sus estudios secundarios en el Liceo de Música de Copiapó -donde aprendió, entre otras cosas, percusión-, llegó a Santiago a cursar la carrera de composición. Desde allí continuó estudiando libremente en Italia y recorriendo ciudades con su música, para volver el 2012 y comenzar un magíster por el cual fue becado.
Entre sus educadores destaca a Cirilo Vila, Rolando Cori, Andrés Ferrari y Jorge Pepi, pero confiesa que siguió un estilo más personal, que se acerca a "elementos rítmicos, experimentales, que destacan lo sutil del gesto instrumental". Sus influencias se alojan en la música alternativa y los ritmos latinoamericanos experimentales. "Eso me posibilitó un montón de herramientas que ahora uno tiene intrínsecas", dice.
Si bien ha compuesto para televisión, documentales, coros o cuartetos, lo que más ha llamado su atención es la creación de piezas para orquesta. Entre ellas se destacan "Magnetósfera", "Atacama" -que fue premiada en el Concurso Luis Advis-, "Io" y últimamente "La Red de Indra", que interpretó la Orquesta Sinfónica Nacional durante la Temporada 2013.
Hoy el joven compositor se prepara para la Temporada 2014 del Teatro Municipal con el estreno de "Alto en el Desierto", que define como "la versión animada de los colores, las texturas que hay en el aparente 'estaticismo' del desierto". Además, adelanta a quienes lo vayan a escuchar durante el 18 y 19 de marzo que "si alguien espera que sea una obra plana, no va a pasar".
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