El Mercurio
La nueva serie de TVN "La canción de tu vida" está inspirada en composiciones de autores chilenos. Una de ellas será "Mentira", de Buddy Richard. Y quien interpretará el papel de la mentirosa será la actriz y cantante Celine Reymond. Aquí, hablan de la banda sonora que acompaña sus recuerdos.
María Paz Cuevas
Están apoyados en la pared. Ella, la actriz y música Celine Reymond -vestida como Kali Mutsa, su alter ego musical, con las cejas azules, unas uvas de mentira que le caen como cintillo por un lado de la cara y las muñecas llenas de pulseras-, escucha atentamente al maestro de la Nueva Ola, Buddy Richard, quien le está contando los entretelones detrás de "Mentira", uno de sus tantos hits. Son algunas de las cosas curiosas que provoca la música. Que Celine y Buddy Richard se junten y conversen animadamente sobre canciones.
Rebobinemos: pasa que la vida tiene banda sonora. Que ciertos recuerdos están musicalizados. Y algunas personas y momentos traen a la memoria melodías. Inspirada en esta idea, la productora Invercine realizó "La canción de tu vida", que se estrenará en TVN el 13 de enero, y en la que cada capítulo estará acompañado por una canción de autores chilenos. Una de ellas será "Mentira" de Buddy Richard. Y ese capítulo estará protagonizado por Celine, quien interpretará a una sommelier que se instala entre dos amigos y socios de un restaurante como la profesional de la mentira que dibuja la canción.
Avancemos de nuevo. Mientras los fotografían, Buddy le cuenta cómo nació "Mentira" en 1982, mientras una de sus hijas tocaba la Polka de los Perros en el piano de su casa en Peñaflor. Ya la tenía grabada cuando lo invitaron al programa de Canal 13 "Aplauso", conducido por César Antonio Santis, para que compitiera con otros autores. Buddy llevó "Mentira", inédita hasta ese momento. Se la mostró a Andrea Tessa. Ella le contestó: "¡De dónde sacaste esto!". La canción finalmente salió segunda después de "Basta ya" de Cristóbal. Pero rápidamente se convirtió en leyenda. Fue grabada por Valeria Lynch en Argentina, Hernaldo Zúñiga en Nicaragua e Iva Zanicchi en Italia. Buddy dice: "Nunca sabes cuándo haces un hit. Puedes saber que tienes una bonita melodía, una buena letra, pero a veces la canción se desinfla, no le gusta a la gente. Es siempre una apuesta".
-Yo nunca he hecho un hit. No sueno mucho en radios, lo mío es por internet. No te tocan mucho en radios por ser de la tele. Hay una especie de censura -dice Celine.
-No creo que sea porque eres actriz. Ahora las cosas funcionan distinto. Antes había programas o radios que marcaban pauta, como "Discomanía", donde te producían el éxito. Pero no sé si el tipo de música que yo hago tendría cabida ahora, cuando todo es "Mueve tu culo...". Ahora hay que hacer lo que hizo Justin Bieber: la mamá lo grabó, lo subió a YouTube y pum, prendió. Es lo que se usa: subir las cosas a internet y que te descubran. Pero yo no sé ni prender el computador -le contesta Buddy.
Es cierto. El mundo virtual es muy fuerte. Celine Reymond lo ha comprobado en carne propia. Una compañía independiente en Estados Unidos la llamó después de que su canción "El jardín", que está en YouTube, fuera escogida por una de las críticas musicales de la New York Magazine como una de sus 100 canciones del año.
-Yo no la he escuchado a usted, pero no me tome como pauta, mijita: apagué la radio hace mucho tiempo, cuando empezó a salir el rap y el hip hop que es puro hablar -continúa Buddy-. No es mi gusto. No me sorprende ni nada. Si hay algo que me empelota es esto de: "mi amol, vamos a bailal, vamos a comel". ¡Cómo hablan tan mal!
-A mí no me molesta eso -refuta Celine-. Creo que todos tienen que cantar como cantan no más. Pero tampoco escucho mucha radio. No puedo creer que las radios para niños toquen reggaeton. Me molesta la temática de las canciones. Es una cosa asquerosa que los niños no debieran escuchar, "mami sácate no sé qué". Es ridículo. Por eso en el auto, o en general, escucho música italiana -La Bambola, Mina-; Daft Punk, música gitana, electrónica, Karen O o Yeah, Yeah, Yeahs.
-Si yo voy a hacer un viaje largo, pongo Los Beatles. Tengo un disco con sus ensayos de canciones clásicas. De repente paran y los escuchas: "Así no, así" y se mueren de la risa. Escucho a los Toto, los Eagles, Lionel Richie. Y fíjate que de mis amigos me gustan las canciones de Pedreros, que hizo grandes canciones. También hay un niño que se llama Bruno Mars que es muy bueno. Me lo mostró mi señora.
La banda sonora de la vida. Por supuesto que la vida tiene banda sonora, dice Celine. A ella, de niña, la marcó la música gitana de Kusturica y Goran Bregovic. Y cuando oía "Sweet Lullaby" de Deep Forest, se imaginaba cómo quería que fuera su vida.
-Me daba la sensación de plenitud, de absoluto. Cuando más grande, hubo dos canciones de Michael Jackson que escuchaba mucho: "Heal the world" y "Keep it in the closet". También me gustaba Mozart y Tchaikovsky.
-De las canciones que me marcaron, creo que fue la música mexicana la más importante -agrega Buddy-. Y cuando aparecieron los Beatles me volví loco: sacaba los acordes. Ellos componían de manera distinta y "Yesterday" fue la canción que más me gustó. Pero si tuviera que quedarme con una, sería con el "Danubio Azul": el año pasado mi hija menor cumplió 15 años y pidió una fiesta tradicional. La hicimos en el Club Español de Rancagua. Puchas que se ven lindos los cabros formales. Con mis músicos masterizamos el "Danubio Azul" en dos minutos. Yo me puse un traje, mi hija estaba con un vestido tipo Cenicienta. Bajó una escalera y los dos bailamos esa canción. Esa canción me va a acompañar siempre y creo que a ella también.
-Yo también he pensado en una canción si me caso -dice Celine-: con mi pololo tenemos una canción que se llama "I'm God" de Clams Casino. Cuando empezamos, yo estaba en Estados Unidos y le mandé esta canción por teléfono. A él le encantó. El video es bonito: es de dos personas que se están dando un beso y dentro de ellos, se ven panorámicas de paisajes. Se dan el beso y viajan.
-Qué bonito. Yo no he pensado en eso -remata Buddy-. Para mi funeral, la típica no más. (Se ríe) No. En realidad a mí no me gusta figurar. No me gustaría un funeral con gente. Que esté mi familia íntima y punto.
EL OFICIO Y LA PASIÓN.No era el cantante del curso ni del colegio. Era el desordenado. Por eso, antes de ser Buddy Richard, Ricardo Toro no se atrevió a cantar en público ni en actos escolares. Sin embargo, a los 14 años empezó a escuchar a Paul Anka y Los Platters y entonces se dio cuenta de que no desafinaba, no se equivocaba en las letras y llegaba a los tonos altos. Un buen amigo le dijo: "Cantas bien, oye". Hasta que lo convencieron de que su voz tenía algo diferente y fue a probarse a las radios. "Ahí me encontré con un gordito que cantaba tropical. ¡Era Tommy Rey! ¡Teníamos 15 años y ya estaba cantando chachachá! Todos cantaban rock o baladas, y él era el único cantando el "Vestido rojo: Mira qué sabroso caminas...".
Sin embargo, al salir del colegio Buddy no creía que pudiera hacer carrera en la música. Postuló a periodismo en la Universidad de Chile, pero quedó en lista de espera. En eso estaba, esperando, cuando grabó su primer disco en 1963 y su carrera se disparó. Comenzó a viajar, sus canciones entraron a los ranking de la época.
Antes de estudiar teatro, Celine pensó en ser cantante de ópera. Pero desistió. Encontraba que su voz era rara, no era tan afinada, aunque le gustaba componer. Fue actriz, aunque hace tres años empezó a hacer música como Kali Mutsa, una mezcla gitana, electrónica, altiplánica y psicodélica. "Para componer, escucho mucho música étnica, de los indígenas del Amazonas, de los rumanos, armenios, rusos, de los judíos de Europa del Este. Tengo familiares arqueólogos, supongo que viene de ahí. Me encanta la mitología de los pueblos, la memoria, los cuentos, la imaginación, ese es mi rollo. No soy buena para escribir canciones de amor o desamor. Mi música habla de mí".
Buddy está de acuerdo: sus primeras canciones también tienen que ver con historias personales, pololeos. "Pero el resto ya es fantasía. Cuando compuse "Mentira" estaba felizmente casado, no le iba a dedicar esa canción a mi mujer".
-Yo hago música, pinto, hago de DJ, hasta cocino. Me entretiene. No podría hacer una sola cosa en la vida. Me aburriría -agrega Celine- No he tenido ninguna ambición con la música. Lo único que quería, cuando empecé, era tener una linda página en internet. Pero sé que la música es algo que voy a hacer toda mi vida. Me llena, me fascina.
-Sí. Pero de repente pasa que ya no tienes ganas, pero estás entrenado. Porque no es solo cantar, es la lata del aeropuerto, del avión, de esperar: ahora estuve en Valdivia y después tenía que ir a Coyhaique: tuve que volver a Santiago para tomar un avión hasta allá. Te transformas en un profesional entrenado. Pero hay cosas emocionantes siempre: está bien que un viejo de mi edad se sepa mis canciones, pero ver a niños chicos cantando "Tu cariño se me va" es bonito. Eso lo disfruto. También lo que estoy haciendo ahora. A veces me dicen: "Oye, ¡estás cantando en el Chancho Con Chaleco!". Pero, ¿qué tiene? Ahí la gente te adora, te pide canciones, te saca fotos. La típica que me dice la gente es: "¡Por su culpa me casé con esta vieja!". Todos tenemos una canción para pololeos, para las historias de amor. Y mis canciones han acompañado muchas historias.
"Nunca sabes cuándo haces un hit. Puedes saber que tienes una bonita melodía, una buena letra, pero a veces la canción se desinfla -dice Buddy Richard."
María Paz Cuevas.
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