El antipoeta se contactó con Emilio de la Cerda, director de la Escuela de Arquitectura de la UC, para inventariar sus originales y pertenencias.
Por María Teresa Cárdenas M.
Poco antes de cumplir 103 años, el pasado 5 de septiembre, Nicanor Parra viajó desde Las Cruces para poner orden en La Reina. Su familia le había advertido el caos con el que se encontraría, después de que la casa fuera habitada por personas ajenas a su entorno. Pero la visión superó sus temores.
Cristóbal Ugarte, "Tololo", el nieto que lo representó en España al recibir el Premio Cervantes, y en La Moneda, cuando le dieron el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, asumió la restauración. Parra, por su parte, pidió que se hiciera un inventario de todas sus casas, considerando sus originales, libros y objetos.
Para esto se contactaron con Emilio de la Cerda, director de la Escuela de Arquitectura de la UC y su vecino en Las Cruces, quien dispuso a especialistas para esta tarea con un presupuesto aprobado por el rector de la institución, Ignacio Sánchez. El proceso, del cual se han tomado fotografías y está siendo grabado para un documental, ha permitido constatar alarmantes desapariciones. La más grave es la de varios de los cuadernos que Nicanor ha escrito diariamente, y que corresponderían a los años 90 y 2000.
Cristóbal Ugarte denuncia: "Supimos que estaban en la galería de Isabel Croxatto. La llamamos y dijo que los había tenido un año. Negó que los tuviera en venta, ¡pero los guardó un año! Esos son cuadernos robados de la casa de Las Cruces".
-¿Por qué le consta que son robados?
"Es difícil cómo uno lo plantea. Lo importante es decir que a mi abuelo le falta una serie de cuadernos y que, por distintos medios, hemos sabido que algunos los ha comprado César Soto, y otra cantidad fue a parar a la galería de Isabel Croxatto. Tuvimos noticia de que una tal Constanza Franz habría dicho que Nicanor le había regalado cuadernos a ella, lo que es absolutamente falso. Y esos cuadernos llegaron a manos de Isabel Croxatto. Ahora no se sabe dónde están".
-¿No es posible que su abuelo los haya regalado o vendido?
"No, jamás. Él nunca ha regalado ni vendido un cuaderno. Va en contra de su filosofía como artista. Todos los académicos que lo visitan, sus amigos, la familia saben que él nunca vendería ni regalaría un cuaderno. Ni siquiera a alguien de la familia. Estos cuadernos son robados".
Cristóbal Ugarte insiste en que el coleccionista tiene algunos en su poder. "Me llama la atención que César Soto diga públicamente que tiene inéditos de Neruda, de De Rokha que nadie conoce. Mi familia sabe que también tiene inéditos de Parra y, claro, él no lo dice, porque mi abuelo está vivo. Lo que él tiene es una colección de obras privadas e inéditas que mi abuelo no ha querido publicar y menos regalar o vender".
Y enfatiza: "Mi abuelo me ha encargado que recupere estas cosas, porque lo que él ha publicado es lo que él ha querido que se publique. El resto es privado".
La idea de inventariar las casas de Parra surgió, según "Tololo", precisamente "de la vulnerabilidad del patrimonio de mi abuelo. Yo me acerqué a Emilio Cerda para proponerle este proyecto, y a raíz de eso nos hemos ido dando cuenta de estas cosas que faltan. Esto nos parece inaceptable; estamos hablando del poeta vivo más grande de la lengua y no se pueden estar vendiendo cosas por detrás sin consultarle a su propio dueño".
Cristóbal Ugarte y su prima Josefa Parra están a la cabeza de este trabajo. Además, se van a asesorar por especialistas del Consejo de Monumentos. "Una vez que tengamos todo inventariado, vamos a tramitar esto para, quizás, declararlo monumento y que esta obra se pueda entender como unidad, que no se desperdigue, que no salga del país, que no se venda y que no siga pasando este tipo de cosas, que son un escándalo. Mi abuelo está vivo y lúcido, y devastado con esta situación".
Y afirma: Vamos a perseguir y querellarnos contra los que resulten responsables".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario