En una decisión que ha remecido al mundo de la ópera y la música clásica, el Metropolitan Opera House anunció la suspensión de Levine e inició una investigación.
Como ha ocurrido en las últimas semanas con los estudios de Hollywood, cadenas de televisión y salas de prensa, es ahora una de las casas de ópera y de música clásica más importante del mundo la que ha tenido que responder por acusaciones de abuso sexual y conductas inapropiadas de uno de sus integrantes.
El domingo, el director general del Metropolitan Opera House de Nueva York, Peter Gelb, tuvo que enfrentar a la prensa luego de que The New York Times publicara en su edición del domingo un extenso y documentado reportaje sobre tres acusaciones de abuso sexual al director artístico por 40 años de la institución operática, James Levine.
"En base a nuevos informes, el MET decidió actuar ahora, mientras esperamos los resultados de la investigación", anunció en un comunicado de prensa Peter Gelb. "Esto es una tragedia para cualquiera cuya vida haya sido afectada", afirmó. El teatro anunció que contrató al ex fiscal Robert J. Cleary para que investigue las acusaciones.
Una carrera poderosa
Afamado director, Levine, nacido en Cincinnati en 1943, inició su carrera a mediados de la década del 60 como ayudante del director George Szell en la Orquesta de Cleveland. Debutó en el MET en 1971, y dos años después ya era el director de la orquesta. Luego ascendió a director musical (entre 1975 y 1986), para finalizar como director artístico, cargo que ocupó hasta 2016. En la institución dirigió más de 2.500 presentaciones de 85 óperas; trabajó con grandes estrellas, como Luciano Pavarotti y Plácido Domingo, y fue honrado con el título de director musical emérito al final de la temporada 2015-2016.
En paralelo a esta larga carrera en el MET, Levine también se vinculó con la Orquesta Sinfónica de Chicago, fue director del festival Ravinia y de la Orquesta Sinfónica de Boston, entre otras agrupaciones musicales tanto estadounidenses como europeas, en donde trabajó.
Ha sido en alguno de estos espacios musicales en donde el director habría cometido años atrás los abusos. Levine fue acusado por Chris Brown, James Lestock y Ashok Pai de haber sido incitados por el director de orquesta -los tres en diferentes años y circunstancias- a tener contactos sexuales inapropiados con él, tanto por la edad (menores de edad) y por el tipo de relación que mantenían (solo jóvenes músicos principiantes).
Las acusaciones de Chris Brown se remontan a 1968, cuando tenía 17 años y era estudiante de una escuela musical, mientras que Levine tenía 25. James Lestock sitúa sus abusos en el mismo año y en 1969, siendo un adolescente estudiante de cello .
Pero fue la denuncia hecha por Ashok Pai en 2016 a la policía la que volvió admisibles los rumores que por años habían rodeado a la figura de Levine. Pai señaló que en 1985, cuando él tenía 15 años, fue abordado por el director de manera sexual y que la relación continuó hasta 1993.
De acuerdo al reporte de The New York Times, Levine ha negado estas acusaciones. La Orquesta Sinfónica de Boston, que Levine dirigió desde 2004 hasta 2011, ha señalado, en un comunicado, que nunca surgió, durante la revisión que hicieron de los antecedentes del director, alguna acusación de este tenor.
El sábado por la tarde, antes de que estallara el escándalo, Levine había dirigido una función del "Réquiem" de Verdi. Iba a ser su última aparición en el MET, al menos hasta la víspera de Navidad, cuando iba a estar frente a la orquesta en una puesta en escena de "Tosca". Ahora, probablemente, no volverá a ese escenario.
Otros rumores
En octubre, el diario The Times de Londres ya había puesto el ojo en el tema de los abusos sexuales en el mundo de la música clásica, a raíz de lo que ya se informaba del productor de cine Harvey Weinstein.
El crítico de música del diario, Richard Morrison, escribió acerca de las prácticas de abusos sexuales y de poder que se daban en el ambiente de las grandes orquestas y las casas de ópera. En su crónica mencionaba a tres famosos directores de orquesta, ahora ya muertos, que nunca fueron sancionados.
El artículo hacía referencia a Leonard Bernstein, Georg Solti e Istvan Kertesz, los que habrían utilizado su poder como directores de prestigiosas y famosas orquestas -la Filarmónica de Nueva York, la del Covent Garden y la Sinfónica de Londres, respectivamente- para dominar, manipular y abusar de jóvenes músicos o cantantes que estaban empezando sus carreras.
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