lunes, marzo 18, 2019

Canto y acordeón: la vida desordenada del dúo francés

IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio

Chanson, vals, tango, jazz y teatro marcan los bordes de "La vie en vrac", espectáculo que este miércoles presentarán Annick Cisaruk y David Venitucci. La gira continúa hasta abril por ciudades del sur e incluso Rapa Nui.


La compenetración creativa entre la actriz y cantante Annick Cisaruk y el compositor y acordeonista David Venitucci es evidente pero también es simbólica en la fotografía que anuncia la gira de su nuevo espectáculo: ambos artistas comparten el estrecho espacio interior de una antigua maleta, y no requieren más que un acordeón, un sombrero, un libro, un par de zapatos y una petaca de ron para viajar.

Se trata de "La vie en vrac" ("La vida desordenada"), la puesta en escena de un relato diseñado a partir del disco del mismo título que el dúo publicó en 2017. Apoyada por el Instituto Francés de Chile, la gira por nuestro país tiene su momento principal este miércoles en el Teatro Nescafé de las Artes ($6.000 a $12.000), en el marco de la Semana de la Francofonía en Chile.

Luego, Cisaruk y Venitucci se presentarán en teatros y centros culturales de La Serena (23 de marzo), Osorno (3 de abril), Paillaco (5), Valdivia (6), Curicó (10) y Concepción (13). Incluso en Rapa Nui, el 27 de marzo.

Es correcto hablar de un concierto, porque el dúo recorre un amplio repertorio de música para voz y acordeón con material en estilos y ritmos diversos: chanson, tango, vals, jazz y música de la Europa del Este. Pero "La vie en vrac" también es actuación. "Tal como en el teatro, existe un espacio físico en el que uno expresa una emoción o un sentimiento. Para mí, el espacio es primordial. Necesito sentirlo en su totalidad para detenerme en él e interpretar a mi gusto", dice, desde París, Annick Cisaruk, respecto de la "caja negra" en que se desarrolla el relato. No hay más escenografía en "La vie en vrac" que la oscuridad alrededor de los protagonistas.

A partir de los textos del poeta y autor Yanoswski, que aquí las oficia como una suerte de dramaturgo, "La vie en vrac" narra la historia de la propia Annick Cisaruk, con matices más o menos de ficción: una joven de ascendencia polaco-ucraniana por padre y francesa por madre, criada en un ambiente de canto, violines y acordeón. A los 15 años abandona su hogar para descubrir la ciudad y el amor, vivir numerosas vidas y convertirse en múltiples mujeres.

"Es una vida en desorden, hecha de historias reales, que son las mías, y también historias imaginarias. En 'La vie en vrac' me encuentro con personajes inquietantes y surrealistas, y con amores destructores", adelanta Cisaruk. El espectáculo además considera canciones de la tradición francesa: Léo Ferré ("Jolie môme"), Aznavour ("La bohême") y Piaf ("L'hymne à l'amour", "La vie en rose", "Milord").

"Esto es una mezcla de todo. David Venitucci compuso la música y dio rienda suelta a sus deseos y su imaginario, pasando por el jazz, la música clásica, la influencia de las músicas de Europa del Este, sin olvidarse nunca de la poesía de Yanowski. He creado varios espectáculos en torno a la canción francesa, que es mi pasión. Siempre he caminado entre el teatro y el canto", cierra Annick Cisaruk.

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