jueves, marzo 14, 2019

Silvia Infantas, de 96 años: La última dama del folclor tiene su biografía

IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio

Fue una de las mayores voces de la tonada y la cueca durante dos décadas. "Voz y melodía de Chile" recorre su vida artística.


De un minuto a otro Silvia Infantas (1923) tomó algunas de las decisiones más determinantes de su vida.

Ir a escondidas de su padre hasta los estudios de la Radio Nacional para participar en un concurso de canto infantil; abandonar el bolero con que se había hecho famosa en radios Cooperativa, Minería y Portales para dedicarse exclusivamente a la música chilena; dejar su próspera carrera de actriz en el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica para volver al canto con el conjunto típico Los Baqueanos. Y la más drástica de todas: retirarse para siempre de los escenarios en 1970 tras dos décadas de rotundo éxito.

"Al contrario de la mayoría de los artistas, que les sacan brillo a sus carreras hasta que ya no les queda, Silvia Infantas fue muy excepcional. Había grabado algunos de los más importantes LP de la época con el grupo Los Cóndores, y era absolutamente estelar en la industria de la música y el espectáculo. De pronto lo dejó todo. Sabía que debía retirarse en la cúspide de su carrera. Así lo hizo", cuenta el periodista David Ponce.

"Silvia Infantas. Voz y melodía de Chile" (SCD / Hueders) recorre la vida artística de una de las mayores figuras de la música folclórica en la era radiofónica y discográfica, la época del llamado "folclor de masas". Junto con Ester Soré y Carmen Ruiz, ella completa la tríada de voces fundamentales en el repertorio de tonadas y cuecas, que contaba con grandes audiencias y compradores de discos. "Toma el relevo del éxito en esa gran escala. Y por genealogía, Silvia Infantas es la última", dice Ponce.

El autor realizó una larga investigación sobre Infantas, con matices arqueológicos. No solo han sido cinco décadas de su misterioso retiro de los escenarios, sino además una enfática reticencia a volver a una actividad pública. Entre 2005 y 2012, Ponce se entrevistó con ella en seis ocasiones y tuvo acceso a sus ordenadísimos archivos de prensa.

Son los contrastes entre ese silencio extendido y el eco que dejó su vida de tres décadas de canto, escenario, auditorio y locutorio, desde que debutó en Radio Cooperativa Vitalicia, en 1942, como "la joven y hermosa cancionista", hasta la herencia marcada en las canciones que todo chileno ha escuchado más de varias veces en voz de Silvia Infantas, primero junto a Los Baqueanos (1953-59) y luego con Los Cóndores (1960-69): de "Tonadas de Manuel Rodríguez" a "La consentida", incluyendo en ese libro de melodías tricolores "La rosa y el clavel", "Los lagos de Chile", "Adiós, Santiago querido", "Si vas para Chile", "Mi banderita chilena", "Camino de luna" o "Bajando pa' Puerto Aysén". "Yo no habría podido dejar de ser artista". Palabra de Silvia Infantas.

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