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El Mercurio
Cuando no se adquieren en los sitios oficiales, los boletos para eventos pueden salir más caros que el precio normal. Lo importante es saber y aceptar las condiciones de este negocio.
Comprar tickets para asistir a un concierto de música, ópera, o a un partido de fútbol es cada vez más fácil a través de internet. Hay fanáticos a los que les ha pasado que apenas saben que viene su artista favorito, digitan su nombre y pinchan en el primer sitio que les sale para adquirir los boletos. En lo que algunos no se fijan es que, en vez de la ticketera oficial, entraron a un sitio de reventa de entradas.
Le ocurrió a Carlos Meyer, quien al buscar entradas para Al Di Meola en internet dio con el sitio web de Viagogo. Como contó en Línea Directa, entonces eligió la categoría golden y pagó casi $95 mil por cada entrada, incluyendo gastos de envío. Al revisar su cuenta, se percató de que el cargo lo había hecho una empresa en Suiza.
"La sorpresa fue mayor cuando un día antes del espectáculo llegó un sobre, sin logo, con los tickets que marcaban un valor impreso de $45 mil cada uno. Ahí supimos que, debido al entusiasmo, abrimos una página web que no era la oficial", dijo.
Elegir ubicaciones
La semana pasada, Sergio Huneeus nos comentó que en febrero ingresó al sitio web de StubHub con el fin de comprar boletos para el concierto de Shawn Mendes que se realizará en diciembre próximo. Se llevó una desilusión al darse cuenta de que en el curso de la transacción no existe la opción de escoger las ubicaciones, incluso después de pagar, y solo sabe que son en platea alta.
Posteriormente se enteró de que las mismas entradas aparecen ahora en venta en una ticketera a un valor 63% menor. Dice que reclamó en la empresa y le sugirieron venderlas a través de esa misma plataforma. Al final recibió los tickets , pero en un plazo superior al prometido y, según detalla, desembolsó $100 mil por cada una, en circunstancias de que su precio real es de $30.400. No pudo contactarse más con la compañía.
Consultamos en StubHub y nos explicaron cómo funciona este tipo de plataformas de venta y compra de entradas, tanto a nivel nacional como internacional. Según precisaron, ellos operan por medio de la sociedad Servicios Integrales Evandti Ltda., cumpliendo con la legislación nacional. Su giro es facilitar "de manera segura y satisfactoria" la transacción de entradas a espectáculos masivos entre los particulares poseedores legítimos de los boletos y los interesados en adquirirlos.
"La empresa no es titular, ni propietaria, ni poseedora de ninguna de las entradas, ni las emite, cede, dona, vende o compra", enfatizaron. Añadieron que de esta manera se crea un negocio secundario legal, por cuanto quien pone la suya a la venta hace un uso legítimo de ese derecho, pues esta es de su propiedad.
Indicaron que sus "condiciones de uso" se entienden como aceptadas plenamente y sin reservas desde que se utiliza el portal y formulario web de compras. En este se presenta una frase en que el interesado debe chequear que ha leído y aceptado las mismas, como también la política de privacidad. El proceso no continúa si el comprador no marca expresamente su conformidad.
Asimismo, advierten que la fijación de precios es responsabilidad del vendedor.
Advirtieron que, en caso de reclamo por el precio de los boletos y la intención de algún cliente de que le reintegren lo pagado, no tienen ninguna obligación de reembolsar o reparar cualquier daño o perjuicio cometido, toda vez que la fijación de los mismos se encuentra fuera de la esfera de su control.
Observan que únicamente garantizan la correcta prestación de los servicios en lo que se refiere a facilitar las transacciones a través de su portal, no habiendo ninguna relación contractual con el vendedor ni el comprador.
En el Sernac destacan que al comprar entradas a través de sitios de reventa, los consumidores pagan habitualmente un precio superior al establecido por el organizador del espectáculo y no hay garantías de que se responda ante incumplimientos en caso de que, por ejemplo, no se realice el evento.
No obstante, añaden, otras normativas, por ejemplo la Ley N° 20.844 sobre Derechos y Deberes en Espectáculos de Fútbol Profesional, establece por razones de seguridad que las personas que compren entradas a través de la reventa incurren en una infracción, conducta que puede ser sancionada por los tribunales de justicia.
Sin injerencia
En una de estas plataformas de reventa aseguran que son ajenos a la fijación de los valores de los boletos, "no teniendo relación ni influencia sobre los precios ofertados".
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