JOSÉ VÁSQUEZ
Espectáculos
El Mercurio
La reina del "neoperreo" adelanta su desembarco en Lollapalooza y Coachella, que este año se volcó a lo urbano.
El imperio es urbano y conquistó a la industria de la música, una era en la que Tomasa del Real -cuyo nombre es Valeria Cisternas-, una especie de nueva heroína del reggaetón, ya se está haciendo un nombre. La chilena es una marca alternativa en un mercado dominado por las producciones facturadas en Puerto Rico y Colombia.
Nació en Iquique, pero su propuesta se tornó internacional. Las plataformas de streaming son las aliadas en un proyecto hoy afincado en Los Angeles, California, donde vive desde noviembre. "Acá hay muchos latinos, se habla bastante español y el género urbano es muy bien recibido", cuenta la intérprete, quien ha logrado un entusiasta reconocimiento en medios como Rolling Stone y Billboard, que la han denominado como "la reina del reggaetón digital underground " y precursora del "neoperreo", títulos que pavimentaron su llegada este año a Coachella, en la versión más urbana de su historia.
"Todo lo que ha pasado con mi carrera ha servido mucho, porque si no cómo le contamos al mundo que existimos", dice la chilena, quien montó en Hollywood Hills una casa con estudio de grabación y salas de tatuaje, hasta donde están llegando artistas de distintos países para sumarse a la propuesta.
"Somos el primer grupo que hablamos español, que estamos haciendo música para el mundo y la conectamos con las disqueras. Acá en Los Angeles no es como en Chile, donde la lucha es individual, sino que todo el mundo pareciera trabajar en la industria", comenta. Ya cuenta en su colectivo con cerca de 30 músicos y donde tiene como socio al mexicano Ulises Lozano, miembro de la banda Kinky, y el sello Nacional Records.
Neoperreando
El término lo tiene literalmente patentado. Neoperreo, más que un subgénero del reggaetón, es su carta de presentación, lo que la diferencia en una corriente cada vez más estilizada y que hoy está presente en festivales donde antes era impensado verla, como Lollapalooza y Coachella.
"El género urbano se comió todo, el pop se quedó atrás. El pop adorna mucho la realidad, en cambio el reggaetón es lo verdadero, habla de cosas más duras, reales y siento que la gente se siente más identificada por eso. En vez de una canción que habla de amores imposibles que nunca ha vivido, se puede conectar más con otra que canta 'vamos al bar a tomarnos una cerveza'".
Para Tomasa del Real, el paradigma en la industria cambió. "Hoy se busca la representación en muchos tipos de personas y la industria se adapta a lo que quiere el público y la gente quiere cosas reales, personajes más alternativos, gente con cuerpos distintos a lo que estaban acostumbrados", señala.
El próximo 30 de marzo, actuará en Lollapalooza Chile, donde mostrará un espectáculo similar al que presentará dos semanas más tarde en Coachella. De hecho, durante los primeros días de abril saldrá al mercado su nuevo disco, "Bailoteo neoperreo", aprovechando el mediático festival estadounidense. "El show será parecido en formato, pero no en contenido. No podré tener a los mismos artistas invitados, porque siempre trato de subir a los que tengo más cerca o hayan trabajado conmigo. Lo que hago es una fiesta de reggaetón en vivo arriba del escenario, un poco loco y donde todos son bienvenidos".
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