El Mercurio
El 10 de enero de 2018, 13 días antes de que el poeta Nicanor Parra muriera, su hija Colombina y Cristóbal Ugarte Parra presentaron en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago una querella por presunta receptación en contra del coleccionista César Soto quien, de acuerdo a la acción judicial, habría adquirido un grupo de "cuadernos personales" de autoría de Parra. En la acción judicial se adjuntan notas de prensa en que Soto señala tener en su poder un cuaderno de Parra de la década del 40.
Ha pasado un año y también una serie de diligencias que entregan nuevas pistas sobre el paradero de estos manuscritos.
El caso está en manos de la Fiscalía Oriente, la que indaga si efectivamente hubo una sustracción y se generó una receptación. César Soto ha señalado que esos manuscritos se los compró al hijo del poeta, Juan de Dios Parra, "Barraco".
Fuentes de la investigación señalan que actualmente el foco investigativo no está solo en César Soto, también, y a raíz de una declaración dada por Colombina Parra en el Ministerio Público, se está indagando a otro experto coleccionista que tiene una librería en la comuna de Santiago.
Sobre el proceso investigativo y todo este año de intentos para recuperar los manuscritos de Parra, el abogado de Colombina, Luis Valentín Ferrada, explica que "hay que destacar que durante el año pasado la cantidad de cuadernos que se pudieron recuperar, en lo que pudiésemos llamar como una gestión paralela de entrega voluntaria, tuvo un éxito de bastante consideración. Se recuperó una cantidad bien considerable de cuadernos (...). Él compraba estos cuadernos universitarios y anotaba recuerdos, datos personales, anécdotas. No todos ellos son representativos de manuscritos literarios o artísticos. Es un diario de vida. Los manejaba con mucho cuidado, porque representaban su intimidad. No es posible precisar cuántos son. Sí sabemos, así se indicó en la declaración de Colombina en la fiscalía, quiénes han dicho tener cuadernos de Nicanor Parra y cómo los habrían adquirido", indicó.
Luego agregó: "El señor Soto ha sostenido que estos cuadernos fueron vendidos por Juan de Dios Parra, y los adquirió de un modo que él entendió era legítimo. Pero evidentemente no los adquirió de quien era su dueño, porque los cuadernos no son manuscritos de Juan de Dios Parra, sino que de su padre. La querella es por receptación (...). La investigación está abierta y aquí se ha mezclado un tema que ha dificultado proseguir la acción. Ha sido un obstáculo para la investigación el hecho del conflicto que nació con motivo del testamento de Nicanor, porque, a decir verdad, hoy, de acuerdo con la ley, esos manuscritos y cuadernos hacen parte del inventario de bienes".
Defensa de Soto
Sobre este proceso, el abogado de César Soto, Hugo Rivera, señala que su defendido "es uno de los mejores bibliófilos de Chile, y que ha escrito obras importantes sobre Pablo Neruda. A él le vendió Juan de Dios Parra Tuca libros de autoría de Nicanor Parra y hojas anilladas de fotocopias de concursos en donde en el reverso escribía don Nicanor Parra. Revistas, hojas con recortes de periódicos, y también le pagó a este señor, Juan de Dios, con cheques nominativos que fueron cobrados en el banco por esa misma persona, el segundo semestre de 2009 y el primer trimestre de 2011. Fue por una cantidad cercana a los $2.800.000 de la época".
En relación con otro manuscrito que Soto tenía en su poder, Rivera señala que no se trata de un cuaderno, "sino que de unas anotaciones que tienen unas tapas de cartón, pero no es de los cuadernos universitarios. Eso se lo compró el 23 de diciembre de 1991 a un dramaturgo y se acompañó un certificado emitido por él".
Respecto de la razón por la cual se querellaron contra Soto, Rivera señaló que "la verdad es que yo no encuentro ninguna explicación, ni ningún fundamento, para estar ejerciendo acción penal contra él. Estas adquisiciones fueron absolutamente legítimas".
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