Raimundo Flores S.
Espectáculos
El Mercurio
El músico murió ayer a sus 76 años, con una carrera marcada por la vanguardia, el hermetismo y su influencia en nombres de la talla de David Bowie, Jarvis Cocker y Thom Yorke.
Los inicios de la carrera de Scott Walker no presagiaban en lo que se convertiría el músico con el correr de los años. En la década de los 60, Walker se convirtió en un ídolo juvenil como vocalista de The Walker Brothers, grupo que incluso logró pelear con The Beatles y The Rolling Stones en las listas de popularidad británicas, con el particular sello que daba la poderosa voz de Walker al pop orquestado que tocaba la banda.
Aunque la trayectoria del trío tuvo un rápido final y Walker -nacido en Ohio como Noel Scott Engel- comenzó una carrera solista que lo llevaría a explorar sonidos distintos, cambiando éxito masivo por un legado más silencioso que se hace presente hasta hoy entre varias generaciones de músicos.
"Ha sido un titán único y desafiante a la vanguardia de la música británica: audaz y cuestionador, ha producido obras que se atreven a explorar la vulnerabilidad humana y la oscuridad impía que la rodea", escribió ayer en un comunicado su casa discográfica 4AD, la misma que anunció su muerte.
Luego de un breve regreso de The Walker Brothers en los 70, Walker retomó de manera definitiva su carrera solista, aunque muchas veces dejando pasar varios años entre un álbum y otro, y cada vez más alejado de la fama y no mostrándose en público ni dando entrevistas.
De todos modos, su trabajo como solista cautivó a nombres de la talla de David Bowie, quien en 2006 fue el productor ejecutivo de un documental sobre su vida llamado "30 Century man". La cinta muestra la constante experimentación del trabajo de Walker, reflejada en una icónica escena en la que el músico supervisa a un percusionista que golpea un pedazo de carne para las grabaciones de su álbum "The drift" (2006).
Aunque la influencia de Walker no fue exclusivamente en sus contemporáneos. Ayer, Thom Yorke, líder de Radiohead, expresó su pesar a través de redes sociales. "Fue una gran influencia para Radiohead y para mí, mostrándome cómo podía usar mi voz y mis palabras. (...) Será muy extrañado", escribió.
Mientras que Nigel Godrich, productor de la banda, contó que cuando iba en camino al primer día de grabación de "OK computer" (1997) se lo topó andando en bicicleta, y que cuando había llegado al estudio, Yorke tenía uno de los discos de Walker en la mano. "Lo tomé como un buen augurio", dijo Godrich.
Recientemente, Walker también trabajó en bandas sonoras para distintas películas. En 2017 fue homenjeado por la BBC en un concierto en que participó, entre otros, Jarvis Cocker, el líder de Pulp, banda para la cual produjo su último disco, "We love life" (2001).
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