jueves, marzo 14, 2019

Debbie Harry, líder de Blondie: "Creo que la apreciación no va por el género, sino por el talento"

Bárbara Alcántara A.
Vidactual
El Mercurio

Pionera y extremadamente influyente, la vocalista de la agrupación que se atrevió a fusionar géneros musicales tan disímiles como el disco con el punk rock visitará Chile por tercera vez. Aquí, los detalles de la conversación telefónica que sostuvo con "El Mercurio" desde su hábitat, Nueva York.



¿Cómo olvidarla? Vestida con un strapless negro, shorts, tacones y un crucifijo como collar; sí, antes que Madonna se los colgara y también se inspirara en esa arrebatadora melena rubia para perfeccionar una apariencia salvaje. Esa mujer, líder de una banda de hombres, empoderada y sexy a más no poder, se paseaba por un callejón neoyorquino tapizado de grafitis mientras recitaba un rap y bailaba junto a un afroamericano vestido de blanco de pies a cabeza. Esto sucedió hace casi cuarenta años, cuando Blondie lanzaba el videoclip de "Rapture" del álbum "Autoamerican" (1980). Esa mujer es Deborah Ann Harry (73), una transgresora por donde se le mire, ¿no?

"La idea de incluir un rap nació a través de unos amigos que nos mostraron el show de unos raperos en un lugar del Bronx", inicia la historia. "Al verlos pensamos que era fresco y atrevido porque involucraba temas sociales con mucha personalidad e identidad, muy apropiado para el Nueva York de esos tiempos", dice sobre la primera vez que escucharon lo que fue la inspiración para la emblemática canción. "Además, esa forma de bailar nos golpeó. Recuerdo que volvimos a casa y Chris (Stein) dijo: 'Quiero escribir una canción que incluya un hip hop y dedicarla a todos los raperos'", agrega previo a explicar los detalles de por qué se transformó en un hito de la música popular. "Queríamos que fuera innovadora, hasta esa época las canciones del género usaban mucho el scratch de otras grabaciones y no sus propias creaciones. Nosotros sentamos un precedente con 'Rapture'", dice orgullosa y sin aspavientos, como si realmente no supiera que con aquellas rimas se convirtió en la primera mujer blanca en apoderarse de ritmos urbanos, hacerlos propios y llevarlos a un mundo opuesto como era el punk rock de los setenta.

Junto a Patti Smith y Joan Jett, Debbie Harry es una de las pocas mujeres estadounidenses de esa época que lograron arremeter en un mundo dominado por hombres, un estilo musical indómito, considerado rudo y antisistema, que tenía como cabecillas a The Ramones, The New York Dolls y Television. "Siempre consideré que era una industria muy competitiva, y eso me hacía trabajar más duro", responde ante la desigualdad de género que existía. Después reanuda: "La rivalidad entre los sexos es menos notoria hoy que en esos tiempos, de verdad creo que en el mundo de la música se siente mayor integración entre hombres y mujeres ahora. Creo que la apreciación no va por el género, sino por el talento".

La magia de Bowie

Actualmente, la banda cuenta con tres de los cinco integrantes originales, el guitarrista, compositor y aún pareja de Harry, Chris Stein, y el baterista Clem Burke. El trío junto a los otros tres músicos que completan la agrupación reactivan hoy una pospuesta gira para promocionar su noveno disco de estudio, "Pollinator" (2017), que incluye la primera visita del conjunto a La Habana, Cuba, con dos shows programados para esta noche y mañana 15 de marzo. El último álbum de la agrupación formada en 1974 es un trabajo que los revitalizó musicalmente desde el exitazo que fue "No Exit" (1999), ya que "The Course of Blondie" (2004) y "Panic of Girls" (2011) pasaron inadvertidos frente a la prensa especializada.

"Esta vez hicimos un esfuerzo consciente para grabar el disco a la antigua. Algunas partes fueron concebidas de manera análoga y luego pasaron a digital; es decir, combinamos las dos técnicas", explica. "Todo se dio de manera favorable: el sonido, el estudio, los colaboradores. En esa mirada, el título hace mucho sentido, porque fue un proceso de polinización de todas las influencias que nos mueven".

"The Magic Shop" es el nombre del estudio de grabación que los acogió el 2016 para dar vida a un material que se caracteriza por el tratamiento de la potente batería de Clem Burke fundida con sintetizadores y guitarras de manera formidable. Artistas como Lou Reed, The Ramones y Sonic Youth son algunos de los que pasaron temporadas en el legendario espacio que llevaba casi treinta años registrando discos fundamentales para la historia de la música y que cerró sus puertas para siempre con los creadores de "Eat to the Beat" (1979).

En su lugar, hoy se encumbra un rascacielos que resguardará los días que estuvo David Bowie afinando detalles para "The Next Day" (2013) y preparando su despedida con "Black Star" (2016). "Fue muy emocionante para nosotros estar ahí y sentimos que había una magia muy especial, fundamentalmente porque fue el estudio secreto de Bowie, a quien siempre admiré y reconozco fui su seguidora. Una vez, antes de que yo estuviera en la banda y tuviera la oportunidad de conocerlo, traté de colarme al backstage de uno de sus conciertos en el Carnegie Hall, pero no lo logré", revela entre risas.

El signo de los tiempos

-Entre los colaboradores del álbum está Sia, Johnny Marr y Joan Jett. ¿Cómo fue trabajar con ellos?

"A Joan la conozco desde The Runaways. Sia es una gran artista y Johnny Marr, ni hablar. No los conocía tanto, pero me sentí muy honrada de poder compartir y trabajar con gente tan talentosa. Pero sin duda alguna, lo más lindo fue tener la oportunidad de cantar con Joan, ella es una gran amiga. Es muy raro que después de tantos años de amistad recién ahora se nos ocurriera hacer algo juntas en un estudio".

-En este trabajo predominan los sintetizadores. Se le podría definir como rock electrónico. ¿Queda algo de punk en Blondie?

"Cuando empezamos, lo hicimos dentro de una escena que se llamaba así, pero no tenía que ver con la música, sino con una actitud y un punto de vista social al cual nosotros nos adherimos. Era algo así como un signo de los tiempos. Luego el sonido del punk propiamente tal se asoció a lo que hacían The Ramones y nosotros no encajábamos en eso, incluso al tener muchas canciones que estaban construidas con tres acordes y tres o cuatro instrumentos; pero también queríamos hacer otras cosas como 'The tide is high' o 'Heart of glass', por lo que, en cuanto al sonido, no éramos completamente una agrupación punk. Sin embargo, nuestros mensajes e ideas siempre han estado y estarán dentro del formato del punk".

-Además del hip hop, en el pasado también se caracterizaron por tomar elementos del reggae. ¿Qué les pasa con los ritmos urbanos actuales, como el reggaetón?

"Todo bien, siempre me ha gustado la música caribeña; esa es una de las grandes ventajas de vivir en Nueva York, que es un centro neurálgico de la música. Hay diferentes estilos que son parte de nuestra tradición y así ha sido siempre; es por eso que me encanta la diversidad, es una invitación a abrirse a otros géneros. El mundo ahora es más accesible a todas las culturas y está bien, es la forma en que debería ser y nosotros usamos ciertos elementos urbanos, pero sin perder nuestra esencia".

-¿Falta poco para la publicación de las memorias de Debbie Harry?

"Sí, es un libro fácil de leer que no tiene más de trescientas páginas, donde traté de contar mi historia personal junto con detalles de la formación de Blondie, nuestra evolución y lo que somos hoy. Dejé afuera muchas anécdotas con distintas personas del ambiente musical, un contenido que me gustaría usar en otra publicación futura. Así que, si me va bien con el primero, que aún no tiene fecha de publicación, podré escribir sobre lo que viví con mis colegas, si es que todavía puedo recordarlo (risas)".

Blondie en Chile

Santiago: 23 de marzo, Colors Night Lights 2, Velódromo Estadio Nacional.

Concepción: 20 de marzo, Gimnasio Municipal.

Entradas por www.ticketplus.cl

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