Espectáculos
El Mercurio
El pionero del reggaetón lideró un espectáculo caliente en un Movistar Arena convertido en discoteca.
Daddy Yankee es presente. El puertorriqueño pisa el escenario y el Movistar Arena, que se agotó en solo horas, explota en un regreso al país que hoy lo tendrá repitiendo la fiesta en el mismo escenario.
El inicio es cronológico, pero en reversa. El big boss del reggeatón comienza todo con su último éxito, "Con calma", esa versión de la noventera "Informer" de Snow, que en su primera interpretación en la capital es coreada desde todos los rincones de un recinto que es una discoteca desde la partida, que es intensa.
Daddy Yankee está rodeado de bailarines, hay pirotecnia, humo, fuego y todo continúa con otro éxito como "Rompe", de cuando hace tres lustros irrumpía definitivamente en la industria discográfica contagiando, primero al mundo latino, con el reggeatón como pandemia.
Siguen temas duros de "Barrio fino", como "King daddy", y otra vez más pop con "Lo que pasó, pasó". La fiesta no para y entremedio hay menciones a la libertad para el pueblo venezolano.
El boricua es una especie de Freddie Mercury urbano, claramente no en el registro, pero sí en su capacidad para dominar a las masas. El público explota en el momento exacto en que él lo ordena y es capaz de sincronizar los 13 mil celulares presentes anoche en la cúpula mayor del Parque O'Higgins con su "limpiaparabrisas".
La batería de hits es generosa y pasan prácticamente todos, incluyendo su colaboración millennial con Bad Bunny y El Alfa con "Vuelve" y las pisteras "Dura" y la histórica "Despacito", que grabó con Luis Fonsi y que todos bailan, como buen resumen de la noche.
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