lunes, marzo 04, 2019

Guitarrista Nicolás Emilfork mantiene el legado de Ernesto Quezada

Romina de la Sotta Donoso
Cultura
El Mercurio

El premiado intérprete asume la dirección artística de la Fundación Guitarra Viva , que continúa la labor del recordado maestro fallecido en 2016. Este año estrenarán dos temporadas de conciertos y múltiples becas.



Ernesto Quezada Bouey (1945-2016) fue una de las figuras centrales de la guitarra chilena en el siglo XX. Virtuoso solista de laúd y pionero de la música antigua en nuestro país -fue uno de los fundadores de Syntagma Musicum-, dejó además un enorme legado como profesor de guitarra en la Universidad de Chile. Entre sus ex alumnos hay intérpretes tan célebres como Luis Orlandini, Carlos Pérez, Romilio Orellana, Wladimir Carrasco, José Antonio Escobar y Rodrigo Díaz.

Y entre los más jóvenes también han recibido premios, por ejemplo, Luis Guevara, Emmanuel Sowicz y Nicolás Emilfork.

"Más allá de lo guitarrístico, Ernesto Quezada fue un mentor artístico. Siempre nos inculcó el tratar de verter la idea del compositor, con solidez técnica y buscando la excelencia, pero también era capaz de individualizar las necesidades y problemáticas de cada estudiante y por eso todos sus exalumnos somos intérpretes muy distintos", comenta Nicolás Emilfork (1979).

"El maestro Quezada siempre se puso por detrás de los logros de sus alumnos", agrega. Y como quiere ayudar a extender hacia el futuro este legado, decidió volver a Chile tras siete años residiendo en Estados Unidos, y asumir como director artístico de la Fundación Guitarra Viva Ernesto Quezada.

Seguirán tres líneas de acción. Por un lado están las becas: de instrumento, participación en concursos, grabación y posgrado. También convertirán en una biblioteca los archivos y partituras del maestro, y harán dos temporadas gratuitas de conciertos (Fundacionguitarraviva.cl).

Ambas temporadas partirán en mayo. Una será en el Aula Magna de la Usach y actuarán ex alumnos de Quezada, como Carlos Pérez, Andrés Madariaga, Luis Guevara y Miguel Álvarez. También Renato Serrano, ex alumno de Alejandro Peralta, y Danilo Cabaluz, de Luis Orlandini.

Asimismo, estrenarán una serie de house-concerts en la sede de la fundación, a pasos del metro Bilbao. "Además de apoyar a los artistas en su perfeccionamiento, debemos crear audiencias para que la guitarra clásica sea sostenible", explica Emilfork. Igualmente, apoyarán a los jóvenes talentos en las áreas de gestión y organización de conciertos. "Son cosas que no te enseñan en la universidad", dice.

Emilfork cuenta, además, que está iniciando una nueva etapa de su carrera, y que se focalizará "en preparar conciertos, la enseñanza y la fundación". Ya fue fichado como profesor de guitarra y música de cámara en el Magister en Interpretación Musical de la U. de Chile, y además dictará un módulo en el diplomado en Apreciación Musical de la U. Adolfo Ibáñez.

El año pasado no sólo completó su doctorado en la U. de Texas en Austin, con el célebre Adam Holzman, sino que además obtuvo el primer premio en el 17 {+o} Festival de Guitarra de Texas. Como parte de ese premio, este jueves dará el concierto inaugural de la nueva edición del festival. Aprovechando su viaje a Estados Unidos, las universidades Texas A&M y McNeese State lo invitaron a dar l ecture-recitals y clases magistrales (Nicolasemilfork.com).

Para la gira eligió tocar tres sonatas que analizó en su investigación doctoral, todas escritas por compositores latinoamericanos no guitarristas: Carlos Guastavino, Roberto Sierra y Guido Santórsola.

Emilfork asegura que son obras escasamente tocadas, pero muy reveladoras: "Desafían el concepto que se asocia tradicionalmente a la música latinoamericana porque en vez de ser danzas, utilizan varias células rítmicas para crear un discurso más grande dentro de esta forma tan tradicional como es la sonata".

Gran maestro

Aunque Ernesto Quezada fue un virtuoso intérprete, advierte Nicolás Emilfork, "su amor por el instrumento era muy grande, y él se sentía realizado a través de los alumnos. Uno de sus grandes legados es que gran parte de sus exalumnos podemos vivir de esto. Haciendo la analogía con el fútbol, él fue un gran jugador y también un excelente técnico".

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