El encuentro también fue solidario y mezcló videos de archivo, recordando una reunión con Paul McCartney con grabaciones realizadas especialmente para esta ocasión.
Por JOSÉ VÁSQUEZ
De cierta forma, contó Ringo Starr, en la previa a la celebración de sus 80 años, que pese a su nuevo cumpleaños, su espíritu todavía seguiría siendo el de un muchacho de 79.
El popular baterista había planificado un festejo en grande para estas ocho décadas, con un espectáculo al aire libre a un costado del emblemático edificio de Capitol Records ––el de planta circular–– ubicado en pleno Hollywood, pero la pandemia lo obligó a moderar sus aspiraciones. Por eso, aseguró, que la gran fiesta llegará recién el próximo año.
Pese a ello, aunque haya sido un encuentro a menor escala, un exbeatle siempre generará interés.
Anoche Ringo emitió a través de su página de YouTube el “Ringo's Big Birthday Show”, que mezcló videos de archivo, como al inicio, con el recuerdo de una versión en vivo de “I don't come easy” ––con agradecimientos al fallecido George Harrison, con quien la registró a comienzos de los 70–– y otras grabaciones especialmente hechas para esta transmisión como el clásico del “Abbey Road” “Come Together”, con Sheila E., o una sencilla “All You Need Is Love”, a cargo de Sheryl Crowe.
Un cartel estelar en el que también participaron Joe Walsh, Ben Harper tocando vía remota junto a Dave Grohl, Gary Clark Jr. y dejando para el final otra reunión sacada de la videografía del archivo con su viejo socio, Paul McCartney, para una rockera interpretación de “Helter Skelter”.
La transmisión entregó además una inédita reunión de estrellas como el actor y músico Jeff Bridges y los cantantes Elvis Costello y Willie Nelson, para una nueva versión del tema de Ringo Starr, lanzado en 2017, “Give More Love”.
El evento también tuvo una finalidad solidaria, entregando apoyo a diversas organizaciones, entre ellas Black Lives Matter y Musicares, brindando la opción a quienes siguieron la emisión de realizar donaciones a través de la página web del artista.
Paz y amor en California
Ringo Starr contó a la revista Rolling Stone que esta pandemia la ha vivido confinado en su hogar de Los Angeles, donde ha estado encerrado las últimas 11 semanas, tiempo en el que, aparte de tocar recién últimamente, ha aprovechado para pintar, disfrutar del sol californiano y llevar una vida saludable, lejos de los excesos de décadas pasadas.
El claustro obligado lo remontó en una vuelta cíclica a su niñez, cuando primero a los seis y luego a los 13 años vivió largos períodos hospitalizado por una peritonitis y una tuberculosis, respectivamente, recordó con la revista.
“La primera vez estuve un año en el hospital”, dijo el músico, prácticamente el mismo tiempo que estuvo la segunda vez, cuando surgió su interés por ser baterista. “Cuando me mejoré fui directo a las tiendas de música de Liverpool a ver baterías”, contó sobre una etapa que fortaleció su carácter, que derivó en un tipo siempre positivo adscrito a un lema que repite como mantra, el de “paz y amor”, como si aún estuviera envuelto en la década del 60.
Un ánimo vital que se ve reflejado en la forma en la que enfrenta su llegada a los 80 años. “‘¿80? Hombre, solo tengo 24”, le dijo a la publicación estadounidense y se largó a reír. Aunque luego lo abordó de forma más seria. “Es algo bueno y malo, porque 80 es como llegar muy lejos”, reflexionó, para luego recordar que “los 70 fueron fáciles y lo pasamos muy bien en el Radio Music Hall de Nueva York, donde Paul (McCartney) me sorprendió y tocó conmigo”, repasó, cuando su colega de Los Beatles irrumpió en el escenario para interpretar el tema ad hoc a la ocasión, “Birthday”.
En el ejercicio matemático de la edad, Ringo Starr situó a los 40 años como el instante clave en la vida de un hombre. “Creo que esa fue la edad más difícil. Pasar los 40 es como la maldita canción ‘Life begins at 40' (la vida comienza a los 40). Y este (cumpleaños) será lo que será. Voy a seguir diciendo que tengo 79, porque espero poder celebrar el próximo año”, se mentalizó con fuerza el músico.
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