El último trimestre del año llegó con bajas en la cartelera: la no realización del Festival Rockout y del show de Laurie Anderson, y la incertidumbre que se provocó con el debut del músico electrónico en Chile, encendieron las alarmas en un gremio que advierte una sobreoferta de espectáculos.
Por José Vásquez
El debut de Jean-Michel Jarre en Chile estuvo marcado por la incertidumbre. El espectáculo que el músico electrónico debía dar el 14 de noviembre en el Movistar Arena pasó desde el estado de cancelado, anunciado por el propio artista, al de en búsqueda de una nueva fecha, como comunicó recién el jueves pasado la productora del evento, Fenix Entertainment Group, prácticamente una semana después de que el francés manifestara su molestia con la empresa, a la que acusó de no cumplir con lo acordado.
El bochornoso episodio finalizó el viernes, cuando Fenix confirmó la reprogramación del show para el 27 de marzo en el mismo recinto del Parque O'Higgins, dando una respuesta a las cerca de 8.500 personas que adquirieron boletos y que durante todo este tiempo pidieron explicaciones.
Aunque este fue un caso puntual, por diferencias entre un artista y una productora, la abultada cartelera de conciertos del último trimestre incidió en la cancelación de espectáculos, como el de Laurie Anderson (21 de octubre) y de Rockout (11 de noviembre), festival que sinceró su no realización por la baja venta de entradas en un fin de semana particularmente ajetreado con el desarrollo de Fauna Primavera y los shows de Green Day, Anthrax y Creamfields, agendados para hoy.
"Hay una programación más grande que la demanda, algunas personas han tenido incredulidad frente a esto, pero los ejemplos abundan y no tiene que ver solo con aquellos eventos que se postergan o no se realizan porque no llegaron a venderse. Hay decenas de eventos que se hacen en un Teatro Caupolicán con mil personas o en un Movistar Arena con dos mil", dice Jorge Ramírez, gerente general de la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec), que reúne al 80% de las empresas del rubro.
¿Quién es Batman?
Ramírez mira el panorama actual del gremio haciendo un paralelo entre conciertos y salas de cine: "En algunas hay un par de personas con un paquete de cabritas, pero al lado están dando Batman y la función está repleta... En la música, ¿quién es Batman?, bueno, hoy es Bruno Mars", dice el empresario, ejemplificando la realidad del mercado con el cantante estadounidense que fue el fenómeno 2017, tras vender prácticamente en un día casi la totalidad de tickets para su show del 28 de noviembre en el Estadio Nacional.
El representante de la Agepec advierte que en los últimos tres años ha existido una baja en la asistencia a los conciertos, que proyecta en cerca de un millón ochocientas mil personas para esta temporada, cifra similar a la de 2016.
"Chile es un país de 17 millones de habitantes y ha llegado a tener por momentos una oferta más prolífica y abundante que Nueva York, Sao Paulo o Río de Janeiro, lo cual, desde el punto de vista demográfico y geográfico, no tiene explicación", dice Ramírez, quien manifiesta su inquietud: "Se debería ser más rigurosos al determinar las condiciones que debe tener una productora para realizar un espectáculo, manteniendo el libre mercado, por cierto. Me parece que hay demasiada permisividad frente a la realización de eventos, con muy pocas barreras de entrada", señala. Y agrega: "A veces, el anuncio de un show es para probar si funciona, y esta es una actividad donde no se prueba; el avión en esta actividad debe despegar lleno, a la mitad o con un cuarto de pasajeros, pero debe hacerlo, salvo por un problema de fuerza mayor. En este mercado hay empresas que están acostumbradas a despegar, pero hay otras que no".
La cartelera de conciertos de 2018 se comienza a poblar de nombres, y algunos empresarios, como Carlos Geniso, de DG Medios, a cargo del show de Depeche Mode del 21 marzo, el primer espectáculo de estadio de 2018, ven con optimismo el futuro. "(El próximo año) viene más fuerte, y lo más probable es que con mayor intensidad que 2017", afirma el productor.
Lollapalooza, el festival con más convocatoria en Chile, proyecta superar, también en marzo, en 80 mil personas su propio récord de 160 mil asistentes, debido a que extendieron a tres días su programación. Por ahora son señales prematuras, pero podrían anticipar un año en el que se revertiría la tendencia a la baja experimentada en la industria.
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