El ex Oasis, que hoy lanza "Who built the moon?", habla de la indiferencia que le provoca el nuevo disco de su hermano Liam e ironiza con un supuesto fanatismo por Ricky Martin. Además, promete volver a Chile.
Por JOSÉ VÁSQUEZ
Mira con un gesto de reprobación, moviendo lentamente su cabeza de lado a lado. Noel Gallagher está sentado en el salón de un hotel en Vitacura y hace patente su contrariedad: "No hay ninguna canción tipo Oasis en este disco", dice con el tono de sentencia acostumbrada de un Gallagher, que como su hermano Liam, están acostumbrados a los veredictos absolutos.
El cantautor británico no quiere que se cuele el nombre de su ex banda entre los temas de "Who built the moon?", el álbum que lanzó hoy y que "El Mercurio" pudo oír previo a la entrevista, que se realizó solo unas horas antes de que abriera, junto a los High Fliying Birds, el show de U2 en el Estadio Nacional, en octubre pasado. Un disco que en su edición de lujo trae como canción adicional "Dead in the water", un registro acústico que aparece como sacado del universo mismo de la banda de Manchester. Una de esas composiciones que, acompañado de su guitarra, pareciera hacer de forma instantánea, con esa facilidad para escribir estribillos que potencialmente serán cantados por las multitudes. Una pista que, en todo caso, aparece como una anomalía dentro de su último trabajo.
Noel dice que no le interesa mirar atrás, que no es un tipo sentimental y eso se refleja, con algunos matices, en los 11 tracks que componen un disco al que ya entusiastas críticas, como la de la revista británica NME, lo calificaron como su mejor obra desde "(What's the story) Morning glory?" (1995), el suceso comercial de Oasis, que incluía éxitos como "Wonderwall" y "Don't look back in anger". Un álbum que sí mira al pasado, pero no en los márgenes que construyó junto a Liam, sino que en un lenguaje donde conviven en armonía nombres como Kanye West, New Order, T. Rex y The Chemical Brothers.
-En "Fort knox", que abre el disco, usted señaló que se inspiró en Kanye West, pero por su crianza en Manchester, ¿también podría haber influido toda la movida noventera bailable de esa ciudad?
"Bueno, no pensé mucho en eso, pero es donde crecí, donde recibí esta educación escuchando a The Smiths, New Order, Joy Division, la música dance y los clubes nocturnos y la droga, en ese sentido siempre ha sido una influencia y siempre lo será... A lo mejor estaba pensando en Manchester cuando estaba grabando el solo de guitarra de 'She taught me how to fly' y alguien me dijo: 'suenas como Peter Hook', lo que me encantó".
-Desde su primer single, "Holy mountain" todo suena distinto. ¿Necesitaba hacer algo así de diferente?
"Para ser sincero creo que ese tema no suena tan radicalmente diferente a como esperaba que sonara. A algunas personas no les gustó, lo que es bueno. Ya no espero que a la gente le guste mi música, no me interesa, de verdad no me quita el sueño. He hecho discos por tanto tiempo que, mientras a mí me guste, sé que a alguien más le va a gustar, no a todos, pero eso está bien".
-Hubo medios que encontraron similitudes entre ese sencillo y "She bangs" de Ricky Martin. ¿Leyó eso?
"¿Ricky Martin? Qué gracioso... Lo que pasó es que estaba en el estudio escuchando a Ricky Martin y luego fui a escribir esta canción. Eso fue lo que hice, porque soy un gran fan de Ricky Martin y tenía puesto 'lo mejor de Ricky Martin' todo el tiempo en el estudio, pero no estaba escuchando 'She Bangs', sino que 'Livin' la vida loca'" -dice manteniendo la seriedad antes de ponerse a reír por la ironía-.
-¿Escuchó el último disco de Liam?
"No soy su seguidor, aunque escuché 'Wall of glass' y 'For what it's worth'... Liam es mejor que The Beatles. Es el mejor cantante del mundo, mejor que John Lennon".
-¿Honestamente, qué le pareció?
"No creo que exista una palabra en el idioma inglés que pueda usar para explicar mi indiferencia. Si la indiferencia fuera un movimiento corporal sería este:..." -dice y se queda mirando el techo-.
-Hace poco publicó un aviso diciendo que vendería algunos equipos que usó con Oasis. ¿No le interesa guardar recuerdos de esa época?
"Primero que todo es mi equipo, no es de Oasis, yo pagué por eso. Y bueno, no soy una persona sentimental, no miro atrás. Tengo una habitación gigante en Londres y está llena de amplificadores, guitarras y basura. Alguien me dijo: 'Tenemos que hacer espacio y hay que deshacerse de cosas', así que seleccioné algunas y ¿sabes qué haré con el dinero? Una jodida fiesta gigante".
-¿Cuándo volverá a Chile a presentar el disco?
"Estaré de gira desde febrero próximo por unos 18 meses más o menos. Así que ojalá el próximo año, si no, de seguro será en 2019".
-¿Y qué tan cierto es que pensó dejar la gira con U2 porque no le podía seguir el ritmo de parranda nocturna a Bono?
"No, eso no es real, ¿quién dijo eso?".
-Fue una historia que contó usted en una entrevista radial en Inglaterra.
"Bueno, las mejores historias casi siempre son falsas".
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