Virtuosos como Natalie Clein y Sergio Tiempo se suman al retorno del Emerson String Quartet y el Trío Guarneri. Una sorpresa la dará la Sinfónica de Jerusalén, junto con la Orquesta de Cámara del Concertgebouw.
Por Romina de la Sotta Donoso
"Al diseñar la temporada 2018 nos preocupamos bastante de los programas, para que, además de calidad interpretativa, haya también joyas del repertorio. Privilegiamos la variedad, teniendo cuidado de no toparnos con lo que harán las otras temporadas, de modo que el público no tenga que repetirse el plato", comenta Andrés Rodríguez Spoerer, director de la Fundación Beethoven.
"Con variedad queremos decir que existan obras 'oreja'; es decir, de dominio de todo público, pero también otras con un valor musical específico, respetando el espíritu de nuestra fundación y su misión. Por eso se presentarán, por ejemplo, dos de los últimos Cuartetos de cuerda de Beethoven, que en Chile no se hacen mucho, pero son muy importantes", detalla Rodríguez.
Se refiere al retorno del Emerson String Quartet, uno de los mejores del mundo. En septiembre, interpretarán los Cuartetos de cuerdas en Do Sostenido Menor, Op. 131, y en Si Bemol Mayor, Op. 130, de Beethoven. Tras escuchar el Op. 131, Schubert declaró: "Después de esto, ¿qué queda por escribir?", y volver a oírlo fue su último deseo, cinco días antes de morir. Hoy nadie duda de que estos Cuartetos están entre las más grandes composiciones de la historia.
La próxima temporada "Fernando Rosas" se realizará en el Teatro Municipal de Las Condes y, según Rodrigo Velasco, presidente de la Fundación Beethoven, en ella "se conjugan intérpretes consagrados como el Emerson Quartet y el Trío Guarneri, con jóvenes talentos como Ishay Shaer".
Justamente el Trío Guarneri de Praga, uno de los preferidos del público y de la crítica, volverá en octubre, para un interesante recorrido lleno de lirismo: Mendelssohn, Brahms y Suk.
Ese mismo mes retornará el pianista israelí Ishay Shaer, tras su recital del año pasado, donde el crítico Jaime Donoso destacó "la finura y transparencia de su toucher " y su técnica sin igual. Ahora abordará a Brahms y Debussy, y la última obra para piano que compuso Beethoven, la Sonata N° 32, Op. 111.
Desde Israel llegará también una de las mayores novedades del año: la Sinfónica de Jerusalén actuará en agosto. "Tocarán el Concierto para violín y la Sinfonía N° 1 de Brahms, que es un repertorio que la gente conoce muy bien. Esto tendrá un tinte distinto porque nos saldremos un poco del esquema de cámara", adelanta Rodríguez. Y Velasco agrega que es "un gran esfuerzo conjunto en el contexto de la conmemoración de los 70 años del Estado de Israel".
Grandes talentos
El concierto inaugural de la temporada, en mayo, reunirá a dos virtuosos de fama mundial: la chelista Natalie Clein y el pianista Sergio Tiempo. Juntos tocarán las Sonatas para chelo de Debussy y de Rachmaninov y, por separado, la británica abordará un solo de Kodaly, y el venezolano, "10 piezas de Romeo y Julieta", de Prokofiev.
Para julio se apostó por un dúo de piano de dos hermanas estadounidenses: Christina y Michele Naughton, y sus prometedoras versiones de Mozart, Chopin, Debussy y Bernstein.
Asimismo, programaron tres orquestas de cuerdas. La Orquesta de Cámara del Concertgebouw está formada por músicos de la respetada Royal Concertgebouw Orchestra (RCO) y es heredera de sus 129 años de tradición. En agosto, y con el concertino de la RCO, Liviu Prunaru, tocarán el Concierto para violín de Mendelssohn, además de la Serenata Op. 22 de Dvorak y piezas de Saint-Saëns y Suk.
El mismo mes, la Orquesta de Cámara de la Filarmónica Checa -depositarios de un legado sonoro de 121 años de trayectoria- ofrecerá su máxima especialidad: Dvorak, Janacek y Stamitz, además de la "Simple Symphony", de Britten.
La tercera orquesta de cuerdas es la Hofkapelle Weimar, que en junio exhibirá su premiada versatilidad con su director, el chelista Peter Hörr. Tocarán desde Carl Philipp Emanuel Bach hasta Mahler, pasando por Rossini y Beethoven.
El cierre de la temporada será con los Interpreti Veneziani, y los barrocos Vivaldi y Corelli, más una pieza romántica de Paganini y una obra de juventud de Mendelssohn.
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