El Mercurio
Hoy en el T. Nescafé de las Artes.
La primera vez que tocó un ritmo de esta raíz fue en 1981, con el grupo Congreso, y hoy toda su vida gira en torno a esta música.
Por IÑIGO DÍAZ
Ernesto Holman vivía en El Arrayán, a los pies del cerro Pochoco, cuando tuvo la primera de sus epifanías, según rememora a 20 años de ese acontecimiento. "Un chamán mexicano que había venido a Chile me sugirió hacer una vigilia, a las 3 de la mañana. Me paré en medio de la madrugada fuera de mi casa. Unos 15 minutos después, un arrebato impresionante me conectó con un estado que nunca había experimentado. Empecé a sentir tambores por todos lados, una cosa potentísima", recuerda el bajista, ex músico de Congreso en los años 80 y un pionero en las vanguardias musicales de la fusión en esa época.
Tiempo después, cuando ya llevaba semanas investigando esos ritmos con su instrumento de seis cuerdas, tuvo más visiones, ahora de mucha más nitidez. "Eran 12 mapuches frente a mí. Los vi como te veo a ti. Yo sé que muchos pueden pensar que es una sugestión o alucinación, pero yo no uso drogas ni nada. Todas las veces estuve completamente claro", dice.
Ernesto Holman experimentó así un giro absoluto que lo impulsó a trabajar en la música de inspiración mapuche -"los latidos de la tierra", como la llama- y también a vincularse con ese pueblo originario. Desde entonces es integrante de la comunidad Kallfulikan de La Florida, donde es pifilkero. Esa experiencia lo lleva ahora a un gran concierto que dará en el Teatro Nescafé de las Artes, para celebrar su nueva vida, iniciada hace 20 años.
Holman lidera nuevamente a su etnojazz trío, formado por Gustavo Cerqueiras (piano) y Josué Villalobos (batería), músicos con quienes ha desarrollado estas transformaciones de música y sonoridades contemporáneas, basada en los ritmos de choike purrún mapuche y, desde luego, la cueca. "El ritmo es la tierra. La cueca la toma prestada. Es el pulso del 6/8, presente en todo el hemisferio sur", explica.
Holman ha grabado en trío los discos "Reversiones" (2010) y "De raíz" (2016), que le significó el premio Pulsar en la categoría Fusión. Pero antes, Holman se había sumergido en la investigación de la música mapuche, representada en trabajos como "Ñamco" (2003), "Al vuelo del Ñamco" (2005) y "Mari tripantu" (2008), donde incorporó instrumentos como trutruka, trompe y kadkawillas.
Músicos de los ochenta lo acompañarán también en el escenario. El baterista Sergio "Tilo" González y los cantantes Pancho Sazo y Joe Vasconcellos, además del bajista Jorge Campos, su sucesor en Congreso. La celebración es en grande.
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