lunes, noviembre 27, 2017

Paloma San Basilio vuelve con show sinfónico

El Mercurio

Por Sebastián Cerda.

La española regresa esta semana a Chile con un show sinfónico, en medio de un período intermedio entre el peak de actividad y el más absoluto retiro. "Mis presentaciones seguirán siendo muy distanciadas en el tiempo", advierte, ya que "cada vez mi vida está más en otras zonas".

Fue en mayo de 2013 cuando Paloma San Basilio arribó a Santiago en el marco de una gira con título indesmentible: "Hasta siempre", dos palabras que daban cuenta de los afanes de retiro que la española cargaba entonces, y también meses más tarde, en la edición 2014 del Festival de Viña del Mar. "Es como mi despedida de América", dijo sobre su paso por la Ciudad Jardín.

Y aunque la destacada intérprete tiene fecha de regreso programada para el próximo viernes 1 de diciembre en Gran Arena Monticello, aclara que su plan original no ha variado un milímetro. "Entonces estaba cerrando un ciclo muy largo, de grabaciones, giras, y luego de eso quería hacer solo cosas puntuales. Y así ha sido, he hecho cosas muy concretas, como un musical el año pasado sobre los clásicos griegos o la versión en español de 'Sunset Boulevard', que estrenaré en Navidad", cuenta desde España.

Un panorama acotado al que hace un tiempo sumó un show sinfónico, que desenfunda sin urgencia alguna, y que es el que traerá hasta el flamante anfiteatro ubicado en la comuna de Mostazal. El formato, además, ya le es completamente familiar.

"Todo esto nace de una gira que hice con Luis Cobos y una sinfónica hace unos años. Grabamos un DVD y un disco (Encantados, 2008). Antes había hecho cosas puntuales, como un concierto con Plácido (Domingo), o con (José) Carreras. Luego me pidieron sinfónicos de algunos países, y hace dos años inicié una incursión mayor. Es el formato que ahora mismo me apetece", dice la cantante.

Con él se permite interpretar "de todo", desde canciones tradicionales, clásicos universales y sus propios éxitos, hasta "un tema popular chileno", que prefiere dejar como sorpresa para quienes asistan a Monticello. "Es un formato muy ecléctico, muy transversal, con el que cualquier persona que esté en el público va a encontrar acomodo".

Y también ella misma, porque el ejercicio de plantarse con una orquesta sinfónica en las espaldas supone otra forma de encarar los shows para la artista, algo con lo que disfruta. "Me gusta el sinfónico, porque es como un mar sobre el que tu voz navega. En formatos más pequeños la voz dialoga con los instrumentos, pero aquí tiene que posarse encima. La atmósfera y la sensación son distintas, y también la interpretación".

Una suerte de retiro

Pero este retorno a Santiago, a tres años de su despedida, no debe llamar a confusión. En su estilo, Paloma San Basilio aún considera su situación como una muy próxima al retiro, por lo que el llamado a sus seguidores es claro: "Si ven que aparezco vayan a verme, porque no sé cuándo volveré a hacer otro concierto".

Es que, según cuenta, "cada vez es más complicado" pisar una tarima fuera de España, no solo porque en esta etapa se ha dado el lujo de abrazar proyectos que su agenda anterior le impedía, como los musicales. Además "cada vez mi vida está más en otras zonas, otros sitios. Es la evolución natural, los artistas somos seres humanos y llega un momento en que queremos dedicarnos a cosas distintas".

En su caso, y tras cuatro décadas de trayectoria musical, la familia ocupa hoy buena parte de su tiempo, junto con los viajes ("una de mis pasiones") y el mar ("me gusta bañarme en cualquier época"). Pero también abrió las puertas a otras formas de expresión artística, como la pintura y la literatura, que ha sacado a la luz pública de la mano de una exposición, una novela y un volumen de memorias.

"Es un ciclo muy interesante. Cualquier etapa de la vida aporta nuevos estímulos si sabes encontrarlos", dice. Sin embargo, a la hora de proyectar su futuro, prefiere no otorgar un lugar establecido ni a los cuadros ni a los libros.

"Soy un espacio abierto. Realmente hoy no me planteo el futuro como una meta, como algo que tengo que desarrollar de una manera preocupante. Hoy lo que me hace sentir bien es la evolución natural del presente, seguir haciendo las cosas que voy haciendo, disfrutar los tiempos tranquilos, y ya veré lo que tengo ganas de hacer. No me quiero imponer nada, ni tengo gran preocupación por qué es lo que voy a sentir como necesidad. Seguramente se me va a ocurrir algo, porque tengo mucha imaginación".

Y la música, por cierto, también se encuentra en esa misma lógica: "Mis presentaciones seguirán siendo muy distanciadas en el tiempo, y por motivos distintos a los de las giras habituales. Es una especie de despedida tranquila, gota a gota. Esa es la idea de lo que quiero hacer".

La cantante siempre ha dado un lugar en su agenda a los musicales. Así como el año pasado hizo uno sobre los clásicos griegos, esta Navidad estrenará la versión en español de "Sunset Boulevard".

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