viernes, marzo 01, 2019

Backstreet Boys volvieron con su energía a desatar el furor en Viña

Equipo de Espectáculos
Espectáculos
El Mercurio

En su regreso a la Quinta Vergara, 21 años después de su debut en este escenario, el quinteto estadounidense hizo un recorrido por sus pegajosos éxitos y deleitó a sus fanáticas, que los esperaban en el recinto desde muy temprano.



Alguna vez, los Backstreet Boys fueron una banda para adolescentes. Cuando tuvieron su momento de mayor fama, a finales de los 90, era este el público que llenaba las calles de Viña del Mar para verlos en su debut en Chile, en la Quinta Vergara, y entonaban con gritos y llantos sus canciones. Hoy, que los "boys" están de lleno en la adultez -el más joven, Nick Carter, tiene 39, y el mayor, Kevin Richardson, 47-, su audiencia se ha expandido.

"Hemos tenido hasta cuatro generaciones en nuestros conciertos", comentaba ayer Howard "Howie D" Dorough (45). "Al igual que nosotros cuando éramos niños, crecimos escuchando la música que escuchaban nuestros papás, (llegar a tantos públicos) es muy importante".

Aunque la transversalidad se notaba ayer, incluso entre los que esperaban ansiosos afuera del hotel Sheraton Miramar poder ver a uno de sus ídolos, el grueso de los seguidores de Backstreet Boys que repletaron hasta el último rincón de la Quinta, y que empezaron a llegar desde muy temprano, claramente los han acompañado desde sus primeros años en la fama. Y ellos parecen tenerlo claro. Aunque A.J. McLean había prometido "un viaje por los 26 años" del grupo, lo cierto es que el show de 17 canciones y cerca de 80 minutos de duración se centró principalmente en sus cuatro primeros álbumes, publicados entre 1997 y 2001.

Vistiendo de blanco, el primero de cuatro cambios de vestuario, comenzaron su show con "Larger than life", tema de su disco "Millennium" (2000), que activó desde el primer momento el furor de un público que cantaba palabra por palabra, mientras sus ídolos intercalaban coreografías y canto, con el apoyo de pistas grabadas y un cuerpo de bailarines, algo común en las estrellas pop, aunque en las baladas demostraron su fortaleza vocal en vivo. El paso de los años no ha mermado la energía del quinteto, que lanzó éxito tras éxito -incluso partes de las dos canciones en castellano de su primer álbum, "Nunca te haré llorar" y "Donde quieras yo iré"- a un público entusiasta a incansable que quedó con gusto a poco.

A tono con los nuevos tiempos, Nick Carter se aseguró de ir por su celular para poder filmar en vivo para las redes sociales parte del show . Mostrando siempre cercanía con los presentes, todos dedicaron palabras de agradecimiento a las fans, quienes, hayan entendido o no el inglés, respondieron fielmente cada una de las invitaciones del grupo. El público les regaló gaviotas de oro y plata -premio que no recibieron en su primera visita al evento- antes de que finalizaran el show con "Everybody (Backstreet's Back)", que también fue la canción elegida para cerrar su presentación hace 21 años en la Quinta.

Considerando las expectativas y la efervescencia del público, esta noche -y también mañana- se reforzó la seguridad en la Quinta, con 220 guardias de seguridad y 200 carabineros.

Volverán a Chile el 2020

Antes de su llegada a la Quinta, los Backstreet Boys dieron una distendida conferencia de prensa en un salón tan copado, que gran parte de los periodistas no pudieron entrar. Mientras, afuera del hotel, decenas de fanáticos esperaban vislumbrar a alguno de sus ídolos gritando sus nombres y entonando canciones. Kevin Richardson -que a diferencia de su compañero Nick Carter recordaba perfectamente su primera vez en el Festival- lo notó y recordó su anterior visita a Viña, cuando explicó por qué el grupo decidió hacerse parte del evento, pese a no estar en gira, como suele ocurrir con los números anglo que han estado aquí. "Venir ahora resultó, nos vino bien. Viña es un lugar muy especial. Recuerdo la primera vez que vinimos, haber estado en la terraza del hotel y ver a los fans cantar nuestras canciones en la playa todo el día y toda la noche. Hoy, mientras venía hasta acá cruzando las montañas, volvieron todos esos recuerdos", comentó.

La banda recibió una certificación de oro por el éxito del single "Don't go Breaking my Heart", de su último álbum "DNA", bromeó con los asistentes e incluso entonó parte de una de sus canciones en español, "Nunca te haré llorar". Hablaron sobre sus planes futuros con entusiasmo. "Llevamos dos años en Las Vegas y en abril terminamos nuestra residencia. En mayo parte la gira en Europa, y a principios del próximo año vendremos a Sudamérica. Las mejores fans de los Backstreet Boys están en Latinoamérica, las más apasionadas y leales", dijo Carter, confirmando que ese segmento de su tour los traerá nuevamente a Chile, aunque aún no están definidas las fechas. Explicó que estaban preparados para dedicarles dos años a las presentaciones en vivo, aunque esperan poder publicar un álbum de Navidad, un sueño que tienen hace tiempo, pero que no han podido concretar.

Sobre su sostenido éxito en un género decididamente efímero, que se expresó no solo en su convocatoria en este certamen sino en los buenos resultados de su disco más reciente, Howard Dorough lo atribuyó a que para el quinteto, la música siempre ha sido una prioridad.

"Siempre hemos dicho que queremos hacer buena música. No sacamos álbumes todos los años, porque nos gusta tomarnos nuestro tiempo. 'DNA' nos llevó tres años para estar plenamente satisfechos y que fuera algo que quisiéramos publicar", explicó. Agregó que grabaron más de 40 canciones, incluyendo una en español que finalmente no quedó en la selección final. "No cumplió nuestras expectativas", argumentó Richardson, quien sí dijo que estaba interesado en experimentar con sonidos locales. "Me gusta ese ritmo y creo que hace tiempo deberíamos haberlo hecho. Necesitamos un poco de ritmo latino".

Díficil comienzo

La presentación de Backstreet Boys siguió con el debut en el escenario del comediante chileno y psicólogo de profesión Mauricio Palma, quien entró visiblemente nervioso al escenario mientras las fanáticas seguían exigiendo el regreso de la banda. Los animadores incluso tuvieron que apoyarlo, aclarando que el quinteto ya había abandonado el recinto y no volvería.

De a poco fue ganándose al público, invitándolo a interactuar y apelando a su condición de chileno común y una rutina que mezcló nostalgia, situaciones cotidianas y aspectos políticos y coyunturales. La mayoría de la audiencia escuchó con respeto, y las risas se mezclaron con una que otra pifia. Tras 45 minutos sobre el escenario recibió la gaviota de plata. Ya más confiado, continuó su show con guitarra en mano, transformado en su personaje "Violento Parra". Su éxito se hizo definitivo con la gaviota de oro.

En su conferencia del miércoles, Palma se había mostrado tranquilo. "Creemos que nos tocó una noche maravillosa, queremos que la fiesta que va a iniciar Backstreet Boys continúe hasta la última canción de Camila Gallardo", comentó, en referencia a la artista que cerraría la noche, la única chilena de la parrilla musical. Palma dijo que, evidentemente, había algo de nervios, "no es un escenario al que uno esté acostumbrado", pero que "si no estás seguro, mejor no vengas".

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