martes, diciembre 11, 2018

Alfredo Perl cierra su año en el Municipal como solista y director

El Mercurio

El destacado músico chileno radicado en Alemania conducirá mañana y el jueves a la Orquesta Filarmónica de Santiago en la Séptima Sinfonía de Beethoven. El programa también lo incluye a él al piano en el Concierto N° 1 del llamado "genio de Bonn". 

Maureen Lennon Zaninovic
En 2018 fue designado artista residente del Municipal de Santiago y, por lo mismo, durante todo este año que está culminando, el reconocido pianista chileno Alfredo Perl tuvo una presencia relevante en la temporada de este histórico escenario. El 6 y 7 de marzo, junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago dirigida por su titular Konstantin Chudovsky, abordó el Concierto N° 2 de Rachmaninov. Ese mes, además, abrió el Ciclo Grandes Pianistas, con obras de Brahms, Schönberg, Schubert y Mozart; y finalmente -en uno de los puntos altos de la programación del teatro de Agustinas-, mañana y el jueves (20:00 horas, horario de verano) tendrá su debut como director de la Filarmónica de Santiago y simultáneamente será solista, en un programa que incluye la Séptima Sinfonía y el Concierto para piano Nº 1 de Beethoven.

"Ha sido una experiencia fantástica. A la orquesta la encontré en un excelente nivel. Comprende de manera rápida lo que he buscado transmitir en estos dos conciertos", señala Alfredo Perl, instalado en uno de los palcos del Municipal de Santiago. Sobre esta doble función -director e instrumentista-, el también conductor de la Orquesta de Cámara de Detmold (Alemania) añade que "mucha gente me pregunta cómo me divido. La verdad es que no es una separación; todo lo contrario. Son funciones distintas, dentro de una misma finalidad. No son dos actividades que se contraponen, sino que ambas buscan que -tanto la orquesta como el solista- se dirijan hacia un mismo fin".

Rescatar la música de cámara

Los musicólogos han destacado insistentemente que el Primer Concierto para Piano responde a un período de juventud del llamado "genio de Bonn". La Séptima Sinfonía, por el contrario, marcaría la consagración de Beethoven. "Muchas veces se repiten ese tipo de aseveraciones, pero a mí personalmente me sorprende la madurez del Concierto N° 1. En su N° 2 -que en realidad fue compuesto antes que el primero- todavía está muy orientado al ideal de Mozart. Uno podría decir que es casi un homenaje al músico de Salzburgo, pero en su primer concierto ya vemos a un creador emancipado de Mozart. Esta última obra sorprende con un vigor enorme, con gran lirismo y poesía, en especial en su segundo movimiento. En el tercer movimiento, en cambio, aflora su espíritu lúdico, con un ánimo juguetón muy propio de Mozart y de Haydn, con un espíritu característico del clasicismo vienés", dice Alfredo Perl.

Con respecto a la Séptima Sinfonía, el músico radicado en Alemania advierte que representa la cima del sinfonismo de Beethoven. "Para mí es la culminación de sus sinfonías clásicas y, como tal, tiene una vitalidad impresionante. Yo prácticamente he dirigido todas las sinfonías de Beethoven, a excepción de la Quinta y la Sexta, que la voy a conducir en dos meses más. Conozco bastante el lenguaje de este creador, y lo que tienen en común todas estas composiciones es un lenguaje desbordante, una energía en que uno siempre se pregunta de dónde sale, es decir, una energía tremendamente contagiosa. Algunos dicen que el Beethoven sinfónico es muy bombástico, pero para mí esa actitud responde simplemente a una necesidad de expresión extraordinaria".

Alfredo Perl también adelanta que -en uno de los sellos que ha buscado imprimir a este programa- redujo el número de las cuerdas. "En Alemania trabajo con una orquesta más pequeña, lo que me permite mayor delicadeza, sobre todo en los aspectos que tienen que ver con la dinámica y la articulación del sonido. Para las presentaciones en el Municipal ocuparé solo ocho primeros violines y el mismo número de segundos violines . Es una orquesta mucho más compacta, mucho más de cámara".

Sobre sus próximos proyectos, explica que en Detmold su actividad es intensa. "Alemania me tiene ocupado en más de un 100%. En febrero dirigiré 'Egmont' de Beethoven: generalmente se toca solo la obertura, pero yo conduciré esta obra completa. Invitamos al legendario actor Klaus Maria Brandauer ('Mephisto') para que oficie de narrador".

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