El Mercurio
El "sello amarillo" festeja su decimosegunda década de historia con una campaña global que incluye un set de lujo, decenas de conciertos alrededor del mundo y la reedición de sus clásicos más emblemáticos.
Patricio Zenklussen
P ocas discográficas se acercan a la fama, trayectoria y relevancia de la Deutsche Grammophon (DG). Con la música clásica como obsesión suprema, la aceptación de las vanguardias tecnológicas como principio y la defensa férrea de una estética bien definida -manifiesta en su más clara forma a través del distintivo timbre amarillo en cada una de sus tapas-, esta compañía ha logrado convertirse en un ícono de la industria de la música.
Actualmente poseedor del título mundial al sello más longevo, DG fue fundado en Hanover en 1898 por el inventor alemán Emile Berliner, también responsable de la creación del gramófono y los primeros discos de vinilo. Desde el primer momento, el foco estuvo puesto en la edición de música clásica y su primer lanzamiento, en 1902, fue un disco con diez arias grabadas por el tenor italiano Enrico Caruso.
La historia continuó con el desarrollo del repertorio orquestal y, con ello, la integración de directores e intérpretes a la nómina de colaboradores estables del sello, muchos de los cuales figuran hasta el día de hoy como los más grandes del género. Por ejemplo, editadas bajo DG aparecen las icónicas batutas de Wilhelm Furtwängler, Claudio Abbado, Carlos Kleiber y Leonard Bernstein; y los pianos emblemáticos de Martha Argerich, Arthur Rubinstein y Vladimir Horowitz.
De la mano de sus colaboradores, la compañía comenzó una exploración vasta y triunfal del catálogo docto que ha continuado hasta nuestros días, y que ha abarcado desde compositores barrocos como Bach, Vivaldi y Händel, hasta músicos contemporáneos como Reich, Glass y Stockhausen, pasando en el camino por todos los grandes nombres de la música clásica.
El primer compact comercial
Pero la importancia del "sello amarillo" se extendió más allá de las partituras, las orquestas y los aplausos de pie. Abrazando las novedades tecnológicas del momento, Deutsche Grammophon fue la clave para que se realizara uno de los cambios más importantes en la historia de la industria musical.
A principios de los 80, Philips y Sony se encontraban desarrollando el disco compacto. Con prototipos en mano, los gigantes tecnológicos se acercaron a algunas discográficas para presentar el nuevo formato. Pero el vinilo todavía gozaba de buena salud comercial y las novedades ofrecidas no parecieron tan atractivas, por lo que la recepción no fue buena. Sin embargo, hubo una excepción: Deutsche Grammophon decidió recibir al CD con los brazos abiertos y lo adoptó como nuevo estándar para sus grabaciones, para poco tiempo después editar el primer disco compacto comercial, la "Sinfonía Alpina", de Richard Strauss, dirigida por el legendario director e histórico colaborador del sello Herbert von Karajan.
A propósito de ello, y aunque no existe ninguna confirmación formal, cuenta la leyenda que los 74 minutos de duración máxima que puede tener un CD se deben a la solicitud del mismo Karajan de poder incluir la Novena Sinfonía de Beethoven en un solo disco.
De una forma u otra, sin el apoyo que brindó DG al desarrollo del formato durante los 80, toda la historia de la música como industria podría haber sido muy diferente.
Al día de hoy, el sello sigue más activo que nunca. El año pasado lanzó más de 100 álbumes y en su nómina actual se encuentran algunos de los personajes más importantes de la escena clásica actual: la poderosa soprano rusa Anna Netrebko, que actuará en Movistar Arena el 31 de julio; las jóvenes promesas del piano Yuja Wang, que estará el 14 de octubre en el Teatro Municipal de Santiago-; Daniil Trifonov -a quien quizás vio en la apertura del Mundial de Rusia tocando a Tchaikovsky-, y el reconocido director venezolano Gustavo Dudamel, de reciente visita en el país.
DG120: Celebración completa
Para conmemorar estos 120 años de existencia, Deutsche Grammophon lanzó una fiesta de alcance global, compuesta por una variedad de eventos y productos que buscan honrar "el ilustre pasado, dinámico presente y próspero futuro" del sello.
Para los más ávidos seguidores, DG desarrolló el box set de lujo "DG120: The Anniversary Edition". Y léase "de lujo" con especial énfasis, porque esta colección realmente merece el epíteto. Compuesta por 120 CD, un libro de 200 páginas, 6 postales de portadas icónicas y cinco documentos históricos, esta caja repasa a cabalidad el catálogo del sello en todas sus formas y variedades, desde óperas, conciertos y música orquestal, hasta oratorios, vanguardia y bandas sonoras.
Pero eso no es todo, pues la celebración incluye otros tres lanzamientos especiales: "The Vinyl Art Edition", reedición en vinilo del legendario ciclo sinfónico beethoveniano que Karajan dirigió en 1963 junto a la Filarmónica de Berlín; "120 Legendary Tracks", repaso cronológico de 120 obras, configurado como un set de 7 CD, y "State of the Art", libro con la historia del sello, actualizada para incluir grandes eventos de los últimos años.
Por otro lado, en Japón, donde el consumo de formatos físicos sigue teniendo la fuerza de épocas pasadas y el mundo audiófilo goza de muchísima vitalidad, Deutsche Grammophon lanzó reediciones de 120 álbumes emblemáticos de ayer y hoy en el formato SHM-CD, o "Super High Material CD" por sus siglas en inglés, una variante del disco compacto tradicional que supuestamente otorga una mayor definición en el sonido. Una verdadera forma de honrar la relación con ese formato que nació y creció de la mano de su música.
Pero con trayectoria de sobra, DG sabe que una fiesta no es fiesta sin música en vivo, y por ha desarrollado en ciudades como Tokio, Seúl y Taipei versiones especiales de sus "Yellow Lounge Club Nights", un formato de espectáculo en el que pubs, bares y discotecas se transforman en salas de concierto, en una búsqueda por "hacer crecer las audiencias de música clásica y potenciar las cualidades de excelencia e intercambio cultural que esta forma artística representa", en palabras de Benita von Maltzahn, miembro del comité organizador.
Adicionalmente, hasta abril del próximo año se desarrollará una serie de conciertos en honor al aniversario de la discográfica, con algunos de los más grandes artistas de la música clásica actual como invitados. Atención a la cartelera: la pianista Hélène Grimaud y el maestro Daniel Barenboim se presentarán en Shangai; la violinista Anne-Sophie Mutter y el virtuoso Lang Lang tocarán en Berlín, y el compositor contemporáneo británico-alemán Max Richter presentará su versión de "Las cuatro estaciones" en Hong Kong.
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