El Mercurio
En el intento de evitar el uso de aparatos tecnológicos durante sus presentaciones en vivo, varios músicos y comediantes han puesto drásticas restricciones en sus espectáculos.
Por Patricio Zenklussen Franco
Los primeros días de la semana pasada, el diario británico The Guardian publicó que el rapero del momento Kendrick Lamar prohibiría el uso de celulares en sus conciertos. En redes sociales se desató la polémica. Miles de usuarios de Twitter despotricaron en contra de la supuesta medida, al punto de que el equipo de Lamar tuvo que salir a desmentir los dichos: los celulares sí serían permitidos, pero la fotografía y la grabación de videos profesionales quedarían terminantemente prohibidas.
El impacto de la situación vino a reflotar los ya conocidos conflictos entre artistas y tecnología cuando de espectáculos en vivo se trata. Para algunos, los teléfonos se han convertido en parte del espectáculo -como suele verse en videos donde las luces se apagan y los músicos invitan a la audiencia a iluminar las arenas con sus pantallas- y para otros las peticiones amables han sido el único recurso. Sin embargo, un número no menor de artistas ha defendido la restricción, recurriendo incluso a medidas drásticas.
"Es para que disfruten un poco de levantar la mirada de sus dispositivos y puedan experimentar la música y nuestro amor por ella en persona", explicó Jack White en un comunicado sobre el objetivo del bloqueo a celulares que implementará en su próxima gira. El fundador de The White Stripes había optado antes por una solicitud afable al principio de sus shows, pero en esta ocasión la decisión ha sido más radical.
Antes de ingresar al show, los asistentes reciben una funda en la que deben depositar sus aparatos tecnológicos y que se bloquea posteriormente de manera electrónica, a través de un microchip. De esta forma, no pueden acceder al dispositivo a menos que se acerquen a las zonas designadas para el uso de los aparatos, o bien abandonando el recinto.
"Cuando salía al escenario me encontraba con un mar de celulares en el público, y me di cuenta de que lo que estaba diciendo iba para todos, estuvieran prestando atención o no, y eso no es algo que me haga sentir bien", comentó el comediante Dave Chapelle, que al igual que los cantantes Alicia Keys y Donald Glover, también ha implementado este tecnológico sistema en sus espectáculos.
Pero no siempre hay tanta sofisticación al hacer valer las restricciones. En noviembre pasado, la banda de rock alternativo A Perfect Circle echó a más de 60 personas de un concierto que realizaban en Reading, Pensilvania, por usar sus celulares. En este caso, cada asiento del lugar contaba con una advertencia en la que se señalaba que el uso de dispositivos electrónicos resultaría en la expulsión del recinto. Ante los reclamos de la gente, y al ser consultado por los hechos, el gerente del lugar aseguró que era una política impuesta por el grupo.
También a propósito del tema, pero esta vez en clave de humor, Marky Ramone, de la extinta banda Ramones, realizó un video titulado "Solución para los idiotas que sostienen sus teléfonos en conciertos". Simulando un infomercial, el baterista muestra un objeto inspirado en un matamoscas, creado con un pequeño vinilo y una baqueta, cuya finalidad es golpear los celulares que las personas utilizan durante los recitales. "La próxima vez que vea a una persona con un smartphone en un concierto, iré por ti", advierte al cierre.
La herramienta restrictora
El Yondr fue creado en San Francisco el año 2014 por el emprendedor Graham Dugoni. "Lo que más disfrutamos en la vida no es algo que la tecnología pueda mejorar", decía hace un tiempo a la BBC. El estuche, que se bloquea electrónicamente y no permite acceder a su contenido, también ha sido implementado en algunos colegios para evitar el uso de celulares en las salas de clases.
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