El Mercurio
Luego de 10 años en México, la cantante repasa su vida en ese país, desde su accidentado arribo y sus primeras actuaciones en un bar de Veracruz, hasta su consolidación, Hoy, con cuatro álbumes y un Grammy Latino a cuestas, tiene una agenda para 2018 marcada por presentaciones en Lollapalooza Chile y Argentina, y una gira junto a Juanes por Estados Unidos. "Nunca quise renunciar", dice.
Por Natalia Cano
Si Mon Laferte pudiera regresar el tiempo, dice que le gustaría abrazar a la pequeña Monserrat Bustamante y decirle al oído: "Si vieras lo que te espera en el futuro, es algo muy bonito, así que tranquila, porque todo estará bien, mi niña".
Tras 10 años radicada en México, donde ha grabado cuatro álbumes de estudio y obtenido un Grammy Latino -por "Amárrame", el éxito que canta a dúo con el colombiano Juanes-, la viñamarina de 34 años habla con "Sábado" en un restorán japonés, al sur de Ciudad de México. Viene de un par de semanas de vacaciones y de presentar su nueva canción, "Antes de ti", una balada en la que fusiona su debilidad por la música de Juan Gabriel y por la cultura japonesa -en especial por el filme Lady Snowblood, de 1973-, gusto que plasmó en el videoclip codirigido por ella.
Mientras habla de su nueva producción, recuerda que su niñez transcurrió con las películas de Pedro Infante y Mario Moreno "Cantinflas", además de las telenovelas mexicanas.
-A mí me encantaba México por lo que había visto: su cultura, música, comida, los bailes, pero realmente no conocía... Siempre fue un enamoramiento.
Así que no fue extraño, dice, que se convenciera de que debía abandonar Chile cuando una de sus amigas, asentada en el DF, le habló de las oportunidades que había para los músicos acá.
-En Chile, ¿qué pensabas que ibas a encontrar acá?
-La verdad, no pensaba nada. Llegué, pero realmente no lo pensé mucho. Creo que no hay que pensar mucho este tipo de decisiones. Ya aquí, me enamoré, pero como todo, tuve días buenos y malos.
Llegó a la Ciudad de México en julio de 2007 y su verdadera aventura comenzó, dice, apenas pisó el aeropuerto e hizo una llamada: su amiga, la que tanto le habló de las ventajas de viajar al país, no podía recibirla en su casa.
-Tomé mis maletas, subí a un taxi y pedí que me llevaran a un hotel seguro donde pasar la noche.
Así llegó a la céntrica Zona Rosa, donde se quedó algunos meses.
-El primer fin de semana que tuve libre quise irme a la playa. Llegué al puerto de Veracruz (al sureste de México, a unas seis horas de la capital). Entré en un bar e improvisé algo con la banda que tocaba esa noche.
Aquella actuación le valió su primer trabajo en el país, pues así estuvo durante un año viajando cada semana para cantar de jueves a sábado en el local.
-Muchas veces contaste que te dijeron "no" cuando tocabas puertas en tus primeros años acá. ¿Hubo algún momento en que quisiste renunciar y hacer otra cosa?
-No, nunca . ¿Sabes lo que pasa? No estoy en esto de la música por querer ser famosa o tener éxito. De verdad, no creo que eso sea relevante para la vida de alguien. Yo estoy en esto porque amo la música, el arte en general, completo. Siento que hay días y momentos, extractos de mi vida, o de la de cualquier persona, que son piezas de arte. El camino, todo esto, llegar a México, aventurarme, ir a cantar a un bar a Veracruz. Conocer música, amigos nuevos, aventuras amorosas. Todo eso me parece maravilloso, y eso es lo que me gusta vivir. No se trata de "ahora que soy famosa, soy feliz". Yo jamás voy a abandonar esto.
"Tengo súper claro que todo en la vida está en constante movimiento, que ahora estoy gozando de un momento de popularidad, y que seguramente un día va a parar. Y, es probable, un día se me va a acabar la inspiración, pero voy a seguir estando aquí. Yo amo la música, con fama o sin ella, tocando en un bar, tocando en la calle, en el Auditorio Nacional o dónde sea".
-¿Cuál ha sido el obstáculo más grande que has tenido?
-Me costó mucho aprender a creer en mí. Cometí muchos errores en el pasado, fallé, hice muchas tonteras en el camino. Yo he sido el obstáculo más grande que he tenido que enfrentar.
-También ha habido malos momentos en estos 10 años, como cuando te enfermaste de salmonella y te diagnosticaron cáncer de tiroides. ¿Ni siquiera en esos momentos quisiste volver a Chile?
-Cuando me enfermé, me atendieron muy bien en la salud pública acá. Fue increíble, no me puedo quejar. La gente mexicana te hace sentir que estás en su casa.
El ascenso
Arturo Flores, editor de la revista Playboy México, conoció a Mon Laferte en 2013, durante el fugaz paso de la cantante por la agrupación mexicana de metal Mystica Girls. Recuerda que meses más tarde se la encontró saliendo de un restorán en el Word Trade Center de Ciudad de México, acompañada de Joaquín Pavía "Wakks", exmánager de la mexicana Carla Morrison y representante de bandas de rock populares en el país.
-Luego ella me contó, emocionada, que en esa reunión habían acordado que Wakks sería su mánager.
Tornasol, su primer álbum editado en México y el número tres de su discografía, ya empezaba a abrirle un lugar en el circuito alternativo de la ciudad. Para pagar la producción de ese trabajo, Mon Laferte tuvo que vender su guitarra eléctrica, una hermosa Rickenbacker, "como la que utilizaba George Harrison".
Participó además en Fondeadora.mx, una plataforma en internet de crowdfunding, que recolecta financiamiento para proyectos a través de aportes del público antes de una fecha límite. Mon necesitaba 6.316 dólares para financiar su gira por México. Obtuvo 8.790 dólares antes del deadline, que pagó a sus donadores con un concierto gratuito.
Sin embargo, fue su álbum de 2015, Mon Laferte Vol. 1, editado por Universal Music, el que le permitió entrar en las radios y canales de televisión mexicanos, gracias a su popular canción "Tu falta de querer".
-La primera vez que tuve contacto con Mon Laferte fue en 2015, cuando organizamos un concierto de (la banda) Enjambre en el Palacio de los Deportes -cuenta Andrés Sánchez, uno de los promotores de rock más importante de la región y excurador del Festival Vive Latino.
Sánchez dice que fue tan bueno el desempeño de la chilena sobre el escenario que esa misma noche acordó con el mánager organizar un concierto conjunto entre Laferte y el músico y actor Caloncho, dupla que arrancó con un recital en el Teatro Metropólitan, y que al poco tiempo requirió un escenario mayor como el Auditorio Nacional.
La primera noche que Mon Laferte y Caloncho actuaron allí, entre los asistentes estaba el astro español Enrique Bunbury, líder de la reconocida banda de los 90 Héroes del Silencio, quien quedó encantado con el desplante escénico y la personalidad de la viñamarina. De inmediato quiso invitarla como telonera en sus conciertos en la capital mexicana.
-El género de mujeres en el rock es un terreno bien cubierto para nosotros como promotores. Nombres como Julieta Venegas, Natalia Lafourcade, Ely Guerra, Carla Morrison y Ximena Sariñana son propuestas con las que hemos trabajado exitosamente durante años -explica Sánchez-. Sin embargo, los astros se alinearon para Mon, porque supo llegar en el momento y lugar indicados.
Sánchez destaca de la propuesta de Laferte su frescura musical, así como la evolución que ella ha impreso en su espectáculo.
-Su show posee todo: una magnífica voz, presencia escénica, una banda talentosa y bien ensamblada, buena escenografía. Desde el punto de vista de un empresario, lo tiene todo.
Esa incómoda mañana
En noviembre de 2017, cuando Mon Laferte vivía uno de sus momentos de mayor popularidad, con cinco nominaciones al Latin Grammy, tres fechas agotadas en el Auditorio Nacional y reconocimientos por las altas ventas del álbum La trenza en México, la chilena protagonizó un incidente polémico: durante la presentación de la versión de lujo de su disco, un periodista le formuló una pregunta sobre sus seguidoras, y el secreto de mantenerlas cautivas "cuando entre ellas se atacan".
La cantautora respondió con furia: "Yo, como mujer, estoy hasta la madre de que me hagan preguntas pendejas machistas. Yo vengo aquí a hablar de mi música, no de pendejadas".
Sus palabras fueron reproducidas miles de veces en redes sociales, dividiendo las opiniones. Mientras los grupos feministas apoyaron a Laferte, sus detractores creaban páginas en Facebook invitando a marchar para expulsarla de México.
-¿Cómo tomas los comentarios negativos sobre ti que circulan en redes sociales? Algunos van de la xenofobia a la misoginia.
-Tampoco estoy todo el tiempo pendiente, no en mala onda, sino que siento que las redes son como un juego. Luego hacen marchas para que todos los panditas (golosinas de gomita con forma de oso) sean verdes.
-Has alzado la voz en contra del machismo y la desigualdad de género. ¿Alguna vez has tenido que enfrentar a tus colegas hombres para que te respeten?
-A mí me ha tocado vivir todas las etapas. Empecé muy joven en la música, llevo 20 años en esto, y claro, recuerdo que hace 15 años ni siquiera había una conciencia de mi parte sobre esta desigualdad. No me daba cuenta de que había más hombres en la industria. Ahora soy consciente. Cuando veo el cartel de un festival, veo la cantidad de hombres, de mujeres, y pienso que hay proyectos de mujeres que son bien interesantes [...]. Aún falta mucho, definitivamente. Por lo menos me queda la tranquilidad de que vamos por el camino correcto.
-¿Consideras que en Latinoamérica estamos lejos de movimientos feministas como el #MeToo o Time's Up contra el acoso sexual?
-Estamos lejos, pero poco a poco las mujeres, en Latinoamérica, están hablando. Francisca Valenzuela es quien lidera (los festivales) Ruidosa, y me parece que sí se está haciendo ruido. Y no solo lo organizó en México y Chile, en otros lados también. Me doy cuenta cómo, entre amigas y hermanas, crece este apoyo [...] La gente tiene que entender que el feminismo no es un tema de mujeres, es un tema de una sociedad completa.
Amárrame
En abril, Mon Laferte iniciará una gira con Juanes por Estados Unidos y Canadá, después de presentarse en Lollapalooza Chile y Lollapalooza Argentina.
-Si "Despacito" (de Luis Fonsi) no hubiera sido el fenómeno que es, "Amárrame" se habría convertido en la canción del verano -opina un ejecutivo al interior del sello Universal Music en México.
La actuación de Mon Laferte y Juanes en la edición 2016 de los Latin Grammy duró apenas minuto y medio, pero fue suficiente para lograr una conexión que con posterioridad se convirtió en una colaboración entre ambos, y que ha dado mucho de qué hablar.
El tema que grabaron a dúo les ha traído grandes satisfacciones por igual. "Amárrame" le valió a la dupla el Latin Grammy 2017 a la mejor canción alternativa. La celebración tuvo eco en Chile, donde hasta la Presidenta Michelle Bachelet extendió su felicitación a través de Twitter.
-¿Has hablado con ella en persona?
-Sí, alguna vez la conocí, hace ya varios años. En su primer gobierno, y sí, me emocioné mucho por su mensaje. ¡Imagínate que se tomó el tiempo de hacerlo! Me pareció también un gesto maternal, además de ser la Presidenta. Esas cosas me emocionan un montón. En Chile me pasa mucho que cuando voy por la calle, la gente me dice: "Gracias, eres nuestro orgullo" [...]. Y es bonito, porque represento a una clase trabajadora. Hay mucha gente que me dice que no tiene plata para estudiar música. Se emocionan, y les dan ganas de seguir en esto. Siempre les digo: "No se encandilen, la fama no es la felicidad, sigan en la música".
De la mano de Mon, Juanes pisó el escenario del Festival Vive Latino 2017, en Ciudad de México, el encuentro de rock hispano más importante del mundo, y al que el colombiano no llegó antes, a pesar de su éxito internacional.
-¿Cómo ha sido la experiencia de compartir con Juanes, y qué esperas de la gira que realizarán?
-He aprendido mucho de él. Vamos a estar un mes juntos en Estados Unidos. Seguramente, vamos a inventar muchas canciones. Lo voy a conocer más, voy a conocer su forma de trabajar, y nos vamos a ir de fiesta, supongo, a bailar salsa.
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