El Mercurio
El cantante fue nombrado visita ilustre y recibió las llaves de Viña del Mar, en la víspera de su décima presentación en la Quinta Vergara.
Por Raimundo Flores S.
Es probablemente uno de los grandes hitos que tendrá Viña 2018. La presencia de Miguel Bosé en la parrilla de artistas de este año no solo destaca por la alabada trayectoria del artista español, sino que también por el fuerte vínculo entre el músico y el certamen viñamarino, que lo recibirá por décima vez, bajo el título de artista ícono del festival.
Ayer el español llegó hasta la Ciudad Jardín, donde se le realizó un homenaje encabezado por la alcaldesa Virginia Reginato y Jorge Carey, presidente ejecutivo de Turner Chile, que contó además con la presencia de los animadores del Festival, Rafael Araneda y Carolina de Moras. En la ceremonia, Bosé fue nombrado Visita Ilustre de Viña del Mar y también recibió las llaves de la ciudad.
"Son justos y merecidos reconocimientos a un gran artista, cuya historia se entrelaza de forma magistral con la historia y la evolución del festival", dijo Reginato con respecto a los méritos del cantante. "Con cada presentación nos permitiste apreciar tus canciones, conocer tus mensajes y ser parte de una propuesta artística siempre actual y contingente".
El artista se mostró agradecido y de buen humor, haciendo bromas con respecto al sobrepeso que lucía en su última presentación en Viña, evidenciado por un video que repasó su historia por el certamen. "Por Viña he paseado todo tipo de estructuras, ha habido una metamorfosis violenta en el tiempo y ya me estoy recuperando. Yo creo que este Viña voy a lucir un Miguel Bosé bastante más moderado", aseguró el cantante entre risas.
"Es un privilegio y un honor, porque para mí Viña significó en su momento, y en una sola noche, el lanzamiento de mi carrera", agregó. "El Festival sigue siendo el lugar más mágico, increíble y poderoso que existe en el mundo".
Bosé no dudó en decir que la presentación que más recuerda en su paso por el certamen fue la primera, en 1981. "La recuerdo de forma muy especial, porque no sabía con lo que me iba a encontrar, porque era un examen que tenía que pasar, porque tenía 19 años, porque estaba Pinochet", rememoró, y comparó esa experiencia con el teatro: "Viña era como 'Hamlet'. Si para ser actor tenías que hacer 'Hamlet', para tener una carrera musical tenías que pasar por Viña".
Acerca del show que presentará hoy en la Quinta Vergara, el español defendió la vigencia de los clásicos que repasará. "Las grandes canciones sobreviven al tiempo como cualquier obra de arte que sea consistente", dijo. "Hay 30 canciones que tengo cantar sí o sí, o incendian el local", bromeó, mencionando éxitos como "Morena mía", "Nena", "Amante bandido", "Te amaré" y "Nada particular".
En su show, Bosé invitaría a cantar junto a él a las mexicanas del dúo Ha*Ash, que son miembros del jurado y se presentan con su propio recital el sábado 24.
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