El Mercurio
Recitales que antes solo podían ser disfrutados en directo o a través de lanzamientos oficiales, en DVD o Blu-ray, ahora están disponibles a través de streaming y plataformas digitales.
Por Patricio Zenklussen Franco
Hace algunos años resultaba imposible pensar en una biblioteca de miles de películas y series de televisión, directamente transmitida a nuestros dispositivos por un monto relativamente bajo. También era inimaginable tener acceso a miles de canciones para escuchar en cualquier lugar, con un celular como único requisito. Sin embargo, hoy existen Netflix y Spotify.
De la misma manera que estos servicios de streaming han alcanzado a la gente catálogos cinematográficos y discografías completas, otras compañías han puesto su ojo en un sector que hasta hace poco había quedado olvidado: la música en vivo.
Desde conciertos legendarios de rock y pop, pasando por shows de jazz en escenarios íntimos, y hasta transmisiones en vivo de las orquestas clásicas más famosas del mundo, un grupo de empresas ha ido desarrollando aplicaciones que llevan los espectáculos musicales en vivo a los hogares y dispositivos de sus suscriptores.
El Netflix de los recitales
"Tomamos la sección de música de un videoclub o tienda de películas, y la transmitimos a cualquier dispositivo digital", explica a "El Mercurio" Nicole Johnson, directora de Comunicaciones de Qello Concerts, que con más de tres millones de usuarios y presencia en más de 160 países, aparece como la mayor de las plataformas de streaming de conciertos.
Fundada en Nueva York en 2010, la aplicación es hogar de cientos de shows en vivo que abarcan decenas de estilos distintos: de Adele a The Rolling Stones, y de Beyoncé a Iron Maiden. "El género más popular es el rock clásico. Nuestro concierto más visto es uno de Queen en Rock Montreal. Aparentemente, a todo el mundo le gusta ver a Freddie Mercury sobre un escenario", dice Johnson.
Sobre las diferencias de Qello con otros sitios como, por ejemplo, YouTube, Johnson añade: "Trabajamos con filmes de alto valor de producción. Nuestros usuarios no tienen que navegar entre miles de videos e interpretaciones de aficionados para encontrar lo que están buscando. En definitiva, somos un lugar donde los amantes de la música pueden encontrar las mejores presentaciones en vivo de artistas de 1920 a músicos de hoy".
La suscripción al servicio ronda los 5 mil pesos mensuales. Además, se ofrece un período de 7 días de prueba gratuita, y para quienes quieran comprometerse con la aplicación a largo plazo, hay un precio promocional de 45 mil pesos por un año de acceso.
Para todos los gustos
Otros géneros menos masivos, como el jazz y la música clásica, también tienen alternativas.
Para los fanáticos de los grandes compositores, los directores y las orquestas, destaca el Digital Concert Hall (DCH) de la Filarmónica de Berlín. La plataforma permite transmitir los conciertos que realiza la orquesta en vivo y en directo, o bien, reproducir presentaciones antiguas de un archivo de más de 200 espectáculos.
"Tenemos muchos amigos alrededor de todo el mundo que no tienen la posibilidad de estar en nuestros conciertos en persona. Una de nuestras principales inspiraciones fue poder acercar la experiencia a todos esos amantes de la música", señala el director de Marketing, Tobias Möller desde Alemania.
Y aunque el precio de $11 mil mensuales -o $110 mil anuales- sitúa a la suscripción del DCH en la parte más alta de la tabla, el servicio posee cien mil usuarios registrados y más de un millón de seguidores en redes sociales.
"Curatoría, contenido de calidad y un punto de reunión para todos los amantes del jazz". Así define Reza Ackbaraly, CEO de Qwest TV, a la gran novedad del mundo del jazz. Surgido a partir de una campaña de recaudación de fondos -organizada por el legendario productor de Michael Jackson, Quincy Jones-, este servicio con sede en Francia promete convertirse en el hogar de los fanáticos del género. Estrenado hace solo unos meses, la plataforma ya cuenta con conciertos y documentales de Aretha Franklin, Chick Corea, Wayne Shorter y B.B. King, entre otros. El costo de suscripción para este servicio es de $4.500 mensuales, o $45 mil anuales.
"Siempre quise darle a la gente de todo el mundo la oportunidad de tener acceso a contenidos de alta calidad, sean de jazz o inspirados por el jazz", plantea Jones. "Si hay algo maravilloso en la música es su habilidad para conectar a la gente. Mi esperanza es que Qwest TV logre eso, al mismo tiempo que provea una experiencia agradable y enriquecedora".
Precio de entrada
Las suscripciones a estos servicios poseen precios variados, pero suelen moverse entre los $4 mil y los $11 mil mensuales. Los pagos anuales permiten ahorrar hasta un 25%
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