sábado, febrero 02, 2019

CONGRESO: "Somos una banda mestiza porque tomamos influencias de todos lados"

Hernán Carrasco C.
Vidactual
El Mercurio

La histórica banda nacional cumple este año medio siglo desde su creación y para ello preparan una extensa celebración que los verá tocando tanto en Chile como en el extranjero. Será el corolario perfecto para una de las agrupaciones más importantes en la historia de la música chilena y un emotivo repaso a una carrera repleta de imborrables momentos.



Es miércoles por la tarde en Providencia. En una casa que a primera vista parece ser solo eso, se encuentra la sala de ensayo de Congreso, histórica banda nacional formada en Quilpué en el ya lejano 1969. Con diecisiete discos de estudio a su haber, exitosas giras internacionales y un arsenal de premios en sus estantes, el grupo liderado por Sergio "Tilo" González y Francisco Sazo, tiene razones de sobra para celebrarse a sí mismo este 2019, cuando cumplan cincuenta años desde su formación. "Creo que lo más interesante de la celebración será que queremos tocar cincuenta veces y hacerlo prácticamente en todas las grandes ciudades de Chile. Llevar invitados y darnos algunos gustitos que, a esta edad, podemos hacerlos y nuestro público nos va a aplaudir igual", explica Sazo, cantante de Congreso, en una sala adyacente a la de donde sus compañeros están ensayando para estos futuros shows.

¿Cómo se sienten ahora, después de medio siglo tocando juntos? El vocalista lo explica. "Uno no se da cuenta de cómo pasa el tiempo. Ha sido muy lindo y también muy triste en algunos episodios. Es una aventura que maravilla porque te permite hacer las cosas que a ti te gustan y además rodeado de amigos. Yo creo que nadie de la banda imaginó que en el 2019 aún seguiríamos haciendo música".

El conjunto ha pasado por varios cambios en su alineación durante su existencia, pero la esencia no se ha perdido. Esencia es la palabra correcta, porque es imposible encasillar a Congreso dentro de un estilo musical. "Partimos haciendo cosas raras", dice riendo Sazo, y agrega que "en la juventud, uno es como una esponja que absorbe todo lo que lo rodea. Había de todo un poco, influencias de lo británico, pero con cosas de acá también. Creo que la gracia es que los hermanos González (Sergio, Fernando y Patricio, fundadores del grupo) siempre andaban en una eterna búsqueda de sonidos. Yo creo que somos una banda mestiza, porque tomamos influencias de todos lados".

Si bien en sus comienzos se apegaron más al rock, los sonidos latinoamericanos y de origen étnico siempre estuvieron en su ADN, llevando a que su música tuviera un sello muy particular.

Los años oscuros

Para una banda con tantos años de trayectoria es imposible que no haya habido momentos complicados en su historia, pero ninguno de ellos fue lo suficientemente fuerte para derribarlos. "El golpe de Estado sin duda que fue el momento más difícil en la historia de Congreso. Habíamos sacado un solo disco y fue una época muy complicada para nosotros. Siempre estuvo el riesgo de que desapareciéramos como grupo, más aún con el nombre que teníamos. Pero perseveró la actitud de mis compañeros y continuamos haciendo música en ese entonces", explica Sazo.

Con el cierre de espacios culturales y de medios para difundir su música a partir de 1973, a la banda le costó dar a conocer sus creaciones al público chileno. De hecho, su segundo disco de estudio, "Terra Incógnita", pasó casi inadvertido para la gente. "No había donde tocar en esa época y teníamos que ser cuidadosos con lo que decíamos. Habían espacios de difusión donde se prohibía, por ejemplo, el sonido de la quena, porque les recordaba a la Unidad Popular y por eso nuestra música no sonaba. Era un país muy oscuro en esa época", afirma el cantante. Muy cerca del retorno de la democracia, las cosas mejoraron para Congreso, y luego de un par de ajustes en su alineación, volvieron a su mejor forma. Así llegaron dos de los que son considerados como sus mejores discos: "Estoy que me muero" (1986) y "Para los arqueólogos del futuro" (1989).

Durante los años noventa, con una mejor difusión y con más presupuesto para crear nueva música, el grupo logró una mayor notoriedad que la que había tenido en los primeros diez años de carrera.

La agrupación ha vivido casi todas las etapas de la industria discográfica chilena y ha tenido que acostumbrarse a las nuevas formas que tiene la industria. "Nos ha costado, la verdad. Nosotros somos de la época análoga. Ahora está todo digitalizado y hay nuevos medios para mostrar tu música. Los jóvenes se manejan muy bien en eso. Ahora hay que subir los temas en vez de entregarlos por courier como se hacía antes. Creo, eso sí, que hay una democratización, ya no es necesario ir a comprar el disco porque lo puedes escuchar en tu teléfono. Han cambiado cosas, lo que antes era importante ahora ya no lo es, por ejemplo, llegar a la televisión. Antes eso era imprescindible para un artista. Ahora hay músicos que no pasan por ahí y son archiconocidos. Eso sí, a los músicos jóvenes les cuesta más conquistar ciertos espacios porque la atención de la gente dura muy poco", reflexiona Sazo.

Repasando el legado

Las celebraciones en las que se embarcará Congreso para celebrar sus cincuenta años comenzaron la semana pasada con una serie de conciertos en el Teatro Municipal de Las Condes, con tres shows que contaron con invitados de lujo y en donde realizaron un repaso por los mayores hitos de su trayectoria. Luego de eso, y con fechas aún por definir, realizarán una gira nacional y también una internacional, que los llevará por varias ciudades de América Latina y Europa. Una exposición pública que mostrará material histórico de la banda también está en los planes. Celebración que esperan suceda sin contratiempos de último minuto, como les ocurrió hace un par de años en una función doble que dieron en Santiago y que Sazo recuerda con alegría. "El primer show salió muy bien, pero media hora antes del segundo, se quemó la mesa de sonido. Tilo me dijo que tenía que salir a explicar eso, mientras instalaban una mesa que nos habíamos conseguido. Salí a hablar con la gente que ya estaba media enojada -sin micrófono habilitado porque nada funcionaba- y les expliqué que comenzaríamos un poco más tarde. Momentos después salió el Seba (Almarza) y tocó 'Nocturno' en el piano. La misma gente empezó a cantar por su cuenta y el enojo se les fue. Instalamos la mesa y tocamos. Pero en ese momento la vi negra", recuerda riendo el vocalista sobre esa anécdota, una de las tantas que han cosechado en el medio siglo que llevan haciendo música.

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