miércoles, febrero 27, 2019

El señor de la noche

José Vásquez
Espectáculos
El Mercurio



La sintonía no es fina cuando aparece en el escenario. La banda, un murallón de músicos en cuerdas, vientos y percusiones suenan algo ahogados, igual que la voz de Marc Anthony que aparece en el escenario con lentes de sol, una gafas que cuando se las quita dejan ver un rostro que sugiere un trasnoche y un dramatismo que interpreta bailando.

El pulso salsero siempre es candente mientras pasa "Valió la pena", que termina con el "flaco de oro", como mencionó repetidas veces Martín Cárcamo cada vez que se refirió a él, dirigiendo él mismo a sus músicos como director de orquesta.

Con el inicio de "Y hubo alguien", las revoluciones bajan y en "¿Qué precio tiene el cielo?", una fan sube al escenario con su teléfono a sacarse una selfie con él. Signo de los tiempos. Antes los fanáticos burlaban la seguridad de los espectáculos para abrazar a sus artistas, llorar con ellos o robarles un beso. Ahora los recuerdos se guardan digitales.

La intensidad se recupera en "Abrázame fuerte" y el fuego interno del cantante se despliega otra vez dramático, interpretaciones que transmite viscerales en un medley que se adhiere a un "Ahora quién", que le quita el aire antes de seguir con "¿Y cómo es él?", ese tema de José Luis Perales que en su lectura sí adquiere una dimensión de infidelidad.

Vienen luego "Vivir lo nuestro", "Te amaré" y "Si te vas"; "Te conozco bien" y un cierre con "Vivir mi vida", con un Marc Anthony recorriendo de lado a lado triunfador el escenario convertido en el señor de la noche en su ley, con una actuación que en directo siguió siempre un guión ya conocido y que no arriesgó con temas como uno de sus últimos títulos, "Está rico", esa canción que grabó con Bad Bunny y Will Smithy que en vivo pareciera recordarle que en su caso, olvidar ese intento urbano es la decisión más acertada.

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