El Mercurio
Abrió al público en marzo y hasta ahora ha recibido a 50 mil espectadores. Además, entre los logros de este año destacan un convenio de financiamiento establecido con el mundo privado y la producción propia de la obra de teatro "Llacolén".
Sebastián Henríquez
El Teatro Regional del Biobío, concebido hace siete años por un equipo de arquitectos liderado por Smiljan Radic como una "lámpara" que alumbrara Concepción desde la ribera norte del río, comienza a iluminarse.
El recinto abrió en marzo con una ambiciosa lista de desafíos por cumplir, como producir su primera obra de teatro y estrenarla durante el año, o lograr el interés del público por asistir a espectáculos en un sector de la ciudad que está separado del centro por la línea férrea.
Todo esto en medio de las altas expectativas del ambiente artístico local y de una buena cantidad de críticas al diseño del edificio, que solo se acallaron a mediados de año, cuando Radic recibió -por su obra- el premio Arnold Brunner Memorial, que otorga la Academia Americana de Artes y Letras.
Pero, a pesar de los obstáculos, a nueve meses de su apertura, el Teatro Regional del Biobío exhibe buenos indicadores. Ha tendido puentes con el mundo cultural local y va a suscribir un convenio con la forestal Arauco -la primera experiencia del tipo para la empresa-, que permitirá financiar parte de la cartelera 2019 y llevar algunas actividades a comunas de la región.
Mientras que en materia de público, la semana pasada llegó al teatro el espectador número 50 mil, quien fue recibido con confeti, un cóctel y entradas para espectáculos de diciembre.
"Esto es mucho más de lo que habíamos proyectado. Estamos muy contentos. Cincuenta mil espectadores es mucho para cualquier institución cultural, pero para regiones es incluso más importante, porque demuestra un interés del público y que estamos sabiendo llegar a ese público", dice Francisca Peró, la directora del teatro regional. Y a modo de dato, informa que el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) logró 50 mil espectadores durante su primer año de funcionamiento. "Nosotros llevamos nueve meses", indica, orgullosa.
Un convenio naciente
La estructura de financiamiento del Teatro Regional del Biobío se pensó como mixta desde el principio. Así, obtiene recursos del Gobierno Regional del Biobío y del Ministerio de las Culturas, además de por la venta de entradas. Pero, junto con eso, desde esta semana la institución obtendrá aportes de la forestal Arauco, gracias a un convenio de financiamiento establecido con la empresa, tras un año de conversaciones.
Según Patricio Eyzaguirre, gerente de Asuntos Públicos de la forestal, "fue una conversación extensa, porque la apuesta es de largo plazo. Lo que no queríamos hacer era vincularnos a través de algo comercial o que durara solo el verano".
El acuerdo tiene dos puntos principales. La forestal compromete un aporte de $170 millones para financiar el festival Biobío a Mil -en cuya creación colaboró Santiago a Mil- y parte de la cartelera de 2019. Como contraparte, el equipo del teatro apoyará procesos de formación en centros culturales de Arauco y Curanilahue, y programará funciones en estas comunas.
El festival Biobío a Mil es una de las apuestas más fuertes para 2019, pues contempla presentar, además de nacionales, títulos de Estados Unidos y Francia.
"Creemos que uno de los desafíos de la cultura es descentralizarse, queremos contribuir a que llegue a zonas donde no ha llegado", sostiene Eyzaguirre.
"Esto -la firma del convenio- no significa solo recibir un aporte monetario, es trabajar creativamente en conjunto. Es una labor compleja, que exige planificarse a largo plazo", afirma Peró. "De esa manera, un espacio como este se puede mantener en el tiempo, con un eje en el acceso ciudadano, manteniendo precios asequibles", añade. Y Eyzaguirre complementa: "Todos tenemos la responsabilidad -la sociedad, las comunidades, el mundo político y el privado- de que este edificio sea no solo una gran obra, sino un canal de acceso a la cultura".
El impacto local
La apertura del teatro regional impactó, especialmente al género teatral, que se lleva la palma tanto en cantidad de asistentes, 21 mil, como en el número de funciones, 78 en total.
La cifra anterior se explica porque hasta la apertura de este escenario no había espacios para el teatro; a diferencia, por ejemplo, de la música. A pesar de esto, casi 10 mil personas han asistido a conciertos de música clásica y unas 11 mil, a funciones de música popular.
A la fecha, 37 espectáculos presentados en este escenario regional -un 45,67% del total- son producciones locales. En su mayor parte, se trata de obras de teatro, y entre ellas se cuenta, además, una producción propia del teatro, el montaje "Llacolén".
"Nos encontramos con una escena muy grande, y de una calidad que nos sorprendió", señala Peró. "Esta ciudad tiene tradición teatral -agrega-, y había un anhelo por tener una cartelera permanente. Había algunos espacios, pero no uno donde se supiera que cada fin de semana iba a haber programación".
Y las compañías de la ciudad reconocen que la apertura de este recinto ha sumado un espacio necesario. Valentina Durán, directora de la obra "Campo de batalla. Las ruinas de Estocolmo" -que se presentará en el marco de Biobío a Mil-, destaca que "es un espacio de calidad, con buenas condiciones para el artista y cómodo para los espectadores". Mientras que Francisca Díaz, de la compañía Reconstrucción, dice que ha estado en el teatro como actriz y público: "Como espectadora, considero que está bastante bien hecho, y que se han dado el tiempo de crear audiencia".
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