El guitarrista parte para desarrollar otros proyectos, en el mayor golpe que ha vivido el grupo en sus casi 25 años.
Por Claudio Vergara
En la escena local, Chancho en Piedra representaba algo así como una familia ejemplar: un conjunto cuyos fundadores se conocieron en kinder, sostenido por una dupla de hermanos, sin fracturas internas en sus casi 25 años de historia y con una fanaticada de lealtad casi inmune al paso del tiempo. Pero ahora se alistan para enfrentar quizás el mayor cambio de toda su trayectoria.
Precisamente uno de los integrantes que inició la agrupación, y uno de los cerebros musicales que le aportó identidad a su sonido, el guitarrista Pablo “K-V-Zon” Ilabaca, renunció hace un tiempo a sus filas, argumentando otras inquietudes profesionales.
De hecho, el músico dejará de modo oficial de ser parte del grupo en los próximos días, cuando se anuncie su adiós a través de las distintas plataformas de Chancho en Piedra y en una posible conferencia de los miembros que seguirán a bordo, su hermano, el bajista Felipe Ilabaca; el cantante Eduardo “Lalo” Ibeas, y el baterista Leonardo “Toño” Corvalán.
Aunque la determinación de K-V-Zon se venía conversando hace varios meses, no dejó de ser un remezón importante para el cuarteto, según cuentan fuentes conocedoras de su entorno.
Era uno de los rostros más característicos de su historial y parte intrínseca de su arquitectura sonora, además de abrir un escenario incierto con el que los santiaguinos jamás habían lidiado. Pero, por otro lado, tampoco era un asunto que estuviera fuera de todo cálculo: desde hace más de una década, Ilabaca es por lejos el músico más inquieto del grupo, con iniciativas paralelas donde ha divido el protagonismo con su banda madre, como el proyecto Jaco Sánchez y los Jaco, de 2005; su participación en todos los álbumes y espectáculos de 31 Minutos, y su trabajo para bandas sonoras en teatro y cine.
Reemplazo
Ante la deserción, los Chancho decidieron conversar con un coetáneo, un compañero de generación y batallas en la consolidación de la escena funk chilena en los 90, el guitarrista Cristián “C-Funk” Moraga, bajo el propósito de que ocupe temporalmente el puesto de Ilabaca. El actual líder de Los Tetas aceptó la propuesta, aunque solo de manera puntual, para algunos planes y espectáculos acotados, no para sacar rótulo de integrante permanente.
Desde hace un tiempo, Moraga está embarcado en editar nuevo material de Los Tetas -el que tiene fecha tentativa para esta temporada- y en un eventual retorno a los escenarios del grupo, luego del complejo momento que vivieron tras la expulsión de otro de sus históricos, Tea Time, a mediados del año pasado, cuando fue denunciado por violencia intrafamiliar por parte de su pareja.
Para algunos cercanos, su participación en Chancho en Piedra sería una buena forma de retomar el ritmo de las presentaciones y de volver al circuito, después del tormentoso trance que sin quererlo los salpicó por esos días.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario