sábado, abril 28, 2018

"Cuando empezamos, ni siquiera nos consideraban música de verdad"

El Mercurio

En la previa a su concierto en Chile, Vince Clarke, una de las mitades de Erasure, reflexiona sobre sus raíces folk , los duros inicios del grupo y el clima reflexivo que inspira su último disco, "World Be Gone". 

Por Guillermo Tupper.

A pesar de su huella indeleble en la música bailable de las últimas tres décadas, los primeros referentes de Vince Clarke (57) no surgieron de las discotecas. Su adolescencia en Basildon (Inglaterra) coincidió con el apogeo del rock glam, una corriente que tenía a David Bowie, T. Rex y Roxy Music como buques insignia. Sin embargo, él estaba mucho más interesado en las sonoridades acústicas. "El folk fue la primera música con la que pude identificarme desde el punto de vista de que yo podía interpretarla", relata a "El Mercurio". "El rock glam era muy distante de cualquier cosa que yo pudiese hacer o recrear. Pero después escuché a Simon and Garfunkel y dije: 'puedo hacer eso'. Fue una inspiración gigantesca".

Por aquel entonces, Clarke hacía sus primeras incursiones musicales con Andy Fletcher, un compañero de colegio con el que llegó a formar un efímero dúo llamado No Romance in China. El punto de quiebre vino cuando su vecino, un tal Martin Gore, decidió mostrarles cómo sonaba un sintetizador que recién había adquirido. "Pensamos: 'esto es interesante porque puedes crear sonidos asombrosos con esta pieza de tecnología y sin tener que estar conectado necesariamente a un amplificador caro", dice. "Fue una cosa práctica, realmente. Andy se deshizo de su bajo, yo hice lo propio con mi guitarra eléctrica, y nos compramos sintetizadores. Así fue como empezamos".

A partir de ese momento, Clarke fue una referencia ineludible en el auge del pop de sintetizadores y el desarrollo de la electrónica. En 1980 fundó Depeche Mode -junto con Fletcher, Gore y el cantante Dave Gahan- y aportó el grueso de las canciones de su primer álbum ("Speak & Spell"), entre ellas, "Just Can't Get Enough". Tras su temprana salida del grupo, grabó dos discos con Yazoo -un exitoso dúo con la cantante Alison Moyet, que tuvo corto recorrido- y luego dio vida a Erasure, su proyecto más importante y duradero, junto al vocalista Andy Bell. Cultores de un pop hedonista, bailable y de enorme impacto en la comunidad LGBT, Erasure dejó su mayor huella entre finales de los 80 e inicios de los 90, con singles como "A Little Respect", "Sometimes", "Always" y "Blue Savannah".

Pop con opinión

A siete años de su última visita a Chile, el próximo jueves 3 de mayo el dúo londinense sellará su retorno con un concierto en el Movistar Arena. Además de su repertorio clásico, el grupo mostrará las canciones del reciente "World Be Gone" (2017), un disco en el que se distanciaron de su perfil fiestero para explorar su veta más crítica, con letras inspiradas en la crisis de refugiados y el clima político en Estados Unidos y el Reino Unido. "Cuando hicimos este álbum, Andy y yo nos sentíamos más reflexivos", dice Clarke. "Hasta ese momento, no nos sentíamos realmente calificados para expresar nuestras opiniones en un disco. Las expresábamos en el pub, pero no necesariamente en un álbum (risas). Sin embargo, hay cosas perturbadoras en el mundo de las que queríamos hablar, escribir o cantar".

Cuando la compañía discográfica planteó la idea de hacer unas remezclas del álbum, Clarke sugirió que, en vez de versiones tecno, tal vez las canciones podían prestarse para una interpretación más clásica. Ese fue el origen de "World Beyond" (2018), un disco de versiones orquestales recreadas por el colectivo belga The Echo Collective y que debutó en el primer lugar del listado de música clásica de Billboard. "Ellos no sabían nada acerca de música pop y reinterpretaron el disco", dice Clarke. "Fue una experiencia maravillosa, especialmente para Andy, quien tuvo que cantar rodeado de estos intérpretes con violín, piano, chelo y arpa".

-Una canción como "Oh What a World" debe ser una de las más políticas del grupo. ¿Siente que las cosas van en retroceso?

"No creo que las cosas vayan en retroceso, todas retrocedieron (risas). (Con Erasure) estábamos cerca cuando el Muro de Berlín fue derribado y yo vi cuando el apartheid se terminó en Sudáfrica y el IRA (Ejército Republicano Irlandés) se disolvió. Pensabas que esos acontecimientos nunca iban a ocurrir a lo largo de tu vida, y pasaron. Y ahora pareciera que las cosas van en una curva descendente. Una vez dicho esto, creo que Andy y yo somos personas optimistas. Tengo un hijo de 12 años, por lo que no puedo ser pesimista o negativo. Es más un: 'ok, todo está bastante desastroso ahora, pero puede mejorar'".

Una dupla de tres décadas

En 1985, Clarke puso un aviso en el semanario británico Melody Maker buscando un cantante para un nuevo proyecto. A la cita llegó casi medio centenar de postulantes y uno de los últimos en audicionar fue Andy Bell. "Teníamos dos canciones que yo había escrito. Cada persona tenía que escuchar esas canciones dos o tres veces y después hacer su interpretación de la parte vocal", relata. "Cuando Andy hizo la suya, él trajo algo nuevo a las canciones al punto de que, instantáneamente, sabías que ahí había un personaje. El productor con el que trabajaba en esa época y yo nos miramos y dijimos: 'sí, este es el chico'. Lo supimos enseguida".

-¿Cuál es la clave para mantener la química intacta después de 30 años?

"Al principio fue muy incómodo porque no nos conocíamos el uno al otro. Andy es increíblemente tímido y eso nos tomó un tiempo. Nuestro primer álbum, "Wonderland", no tuvo ningún impacto en las radios. Hicimos una gira por un montón de clubes de porquería, viajando en una furgoneta. Era un asunto de 'nosotros contra el mundo', lo que nos unió y generó la conexión inicial. Después, empezamos a coescribir las canciones y, de repente, nos convertimos en un dúo. La forma en que componemos es un proceso muy democrático. Si yo vengo con una idea o un concepto para una canción y a Andy no le gusta, lo que hacemos es desecharla y enfocarnos en la siguiente. No hay ego en el grupo".

-¿Cree que la actual generación de músicos electrónicos es consciente del legado de los referentes de los 80?

"Espero que no (risas). Pienso que hoy es una época muy excitante para la música electrónica. Cuando Andy y yo comenzamos éramos menospreciados y lo que hacíamos ni siquiera era considerado música de verdad. Ahora, con la forma en que la tecnología se ha desarrollado, muchas más personas tienen acceso y recursos para expresarse y, si tienen una buena idea, pueden sacar su laptop , sentarse en su dormitorio y grabar su música. Tú no podías hacer eso hace 30 años. Pienso que es fabuloso".

 Yazoo, ABBA y Chile

El tributo a ABBA en los 90: "Yo estaba viviendo en Ámsterdam y ahí empezamos a grabar "Abba-esque" (1992). Andy sugirió hacer un disco completo de canciones de ABBA y, en esa época, ellos eran considerados de muy mal gusto. Yo no sabía mucho acerca de ellos, empecé a escuchar su catálogo y pensé: '¿Sabes qué? Estas son canciones muy buenas'. Hacer un disco era desmesurado así que hicimos un EP. Como todos, quedé choqueado por el éxito que tuvo. Ya no tocamos usualmente esas canciones en vivo, creo que Andy se cansó de ABBA (risas)".

La reunión con Yazoo: "Era el trigésimo aniversario de Yazoo y pensamos que reunirnos era una idea interesante (se refiere a su reencuentro con la cantante Alison Moyet en el 2008). Para mí, era una oportunidad de conocer mejor a Alison porque, realmente, no la conocí nada cuando estábamos juntos en los 80. Pero no estoy interesado en hacer esos circos de los 80. Para nosotros, en Erasure, todo se trata del próximo disco, lo nuevo, lo que vas a crear la próxima semana".

Su debut en Chile: "¿Si me acuerdo de nuestra primera visita a Chile? (fue en 1997, en un festival en el que compartieron cartel con David Bowie, No Doubt y Bush). Oh, sí, lo recuerdo. Esa fue una gira muy extraña para nosotros. Era David Bowie, ¿sabes? Cuando vas a ver un concierto de él, no vas a ver a la banda telonera, vas a ver a Bowie. Fue un tour de altibajos para nosotros, algunas veces eran buenos shows y otras, no tanto".

"Depeche Mode es una banda completamente distinta a la nuestra"

Cuando le preguntan sobre la razón de su partida de Depeche Mode, en 1981, Clarke prefiere no explayarse demasiado: "No recuerdo el motivo. ¿Si íbamos en direcciones distintas? Exactamente".

Sin embargo, su vínculo con Martin Gore -quien, tras su alejamiento, tomó el relevo como el cerebro de la banda- está en un buen lugar. En el 2011, ambos formaron el dúo VCMG y lanzaron "Ssss", un disco de tecno minimalista. "Empecé a interesarme en el tecno muy recientemente, a diferencia de Martin, quien es un seguidor desde el principio. Ese disco completo fue un verdadero viaje para mí. Investigué mucho sobre el estilo y pensé: '¿sabes qué? Esta cosa es cool, man '".

-¿Qué opina de la dirección musical que tomó Depeche Mode después de su partida?

"Es más roquera de lo que hacíamos nosotros. Martin es un compositor muy diferente a mí y compone en un estilo muy distinto. Algunas de las cosas que han hecho recientemente son muy interesantes. Me encantó... no el último álbum, sino el que hicieron previamente ('Delta Machine' del 2013), pienso que es un disco asombroso. Pareciera que se están moviendo a una dirección más soul , lo que creo que es fabuloso y funciona muy bien con la voz de Dave (Gahan) y las texturas de Martin. Pero es una banda completamente distinta de la nuestra".


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