lunes, octubre 15, 2018

El carnaval de ritmos y razas de Pedro Villagra

El Mercurio

"Fáciles de piel" es el octavo disco del saxofonista, uno de los nombres fundamentales a lo largo de 30 años de la fusión latinoamericana. 

IÑIGO DÍAZ
Son veinte años desde que Pedro Villagra, entonces de 41 años, saliera al baile por primera vez como músico independiente y como nombre propio. Después de haber tocado con conjuntos capitales como Santiago del Nuevo Extremo en la época del Canto Nuevo, e Inti-Illimani en años de la transición, organizó su primera orquesta de latin jazz y fusión latinoamericana, que se conoció entonces y se conoce ahora como la Pedroband.

"Creo que la energía que tenemos es la misma, aun cuando el grupo ha cambiado mucho. De esa primera banda solo está el pianista Ariel Pino. En 1998 también cantaba mi hija Mariel, que aún estaba en el colegio (hoy llamada Mariel Mariel, solista de música urbana en México)", rememora el saxofonista, cantante y compositor acerca del primero de sus ocho discos, "Pagano", que será ahora parte de una doble celebración.

Esto porque Villagra presentará este miércoles su nuevo trabajo, titulado "Fáciles de piel", después de cinco años de silencio. En ese lapso se permitió diseñar un proyecto de creación que fue dando frutos poco a poco a través de maquetas simples, difundidas con videos en redes sociales hasta llegar al repertorio completo y definitivo que estrenará con su nueva Pedroband en la Maestra Vida (Pío Nono 380, 23:00 horas, $3.000).

En sintonía con su trayectoria en las fusiones, Villagra expone un cancionero amplio, diverso, multicolor, con textos y reflexiones poéticas y filosóficas. "Pero entregadas de una manera muy simple", dice. Es un nuevo convite a la danza.

"Fáciles de piel" va de un lado a otro con soltura, a través de composiciones en ritmos variados: de una zamacueca ("Tornasolando) a un sukus africano que se transforma en música progresiva ("Balada rota"). De aires arábigos ("Galambo"), inspirados en una pieza de Violeta Parra, a una cumbia ("Satori") y de una timba ("Azulmarino") a un candombe mutante ("Sonar de luz").

"Estamos presentando el disco en torno al 12 de octubre, una fecha que produce mucho rechazo. Queremos hacer una relectura de ella, porque finalmente somos eso: un revoltijo de razas y culturas", dice Villagra. "'Fáciles de piel' tiene que ver con revalidarnos y tener fe en la celebración. El mensaje es la urgencia de un encuentro, y eso siempre se da a través de la piel, en la música y el baile. Ahí es cuando realmente nos encontramos. El resto es puro blablá", remata.

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