sábado, octubre 20, 2018

Hologramas y proyecciones 3D impulsan a los clásicos

El Mercurio

Tras la era de los artistas que apuntaron a explotar las vertientes más populares del repertorio clásico, hoy parece estarse abriendo la de quienes buscan revestir al mismo tiempo visualidad y efectismo. Dos llamativos shows en la agenda capitalina dan cuenta de este giro. 

Sebastián Cerda.
E l germen ha existido desde hace largo tiempo en nuestra audiencia. Tal vez desde aquellos años en que los casetes de Richard Clayderman se vendían como pan caliente, colando entre la candidez de su "Balada para Adelina" el tono otoñal de una pieza universal como "Para Elisa", una de las melodías más insignes de Ludwig van Beethoven.

Son las apuestas "pop" emanadas desde la esfera de lo clásico, buscando que las melodías de los más grandes compositores de la historia traspasen el halo sagrado, con el fin de reinstalarse nuevamente en el gran público.

La bandera, por estos lados, la han tomado luego otras figuras, quizás con Plácido Domingo como uno de los más persistentes. El tenor español ha ofrecido una serie de presentaciones masivas en el país, entre ellas la gratuita de 2007 en Plaza de Armas y la de este año en el Estadio Nacional, ocasiones en que ha mezclado el repertorio lírico con piezas tradicionales como "Gracias a la vida" y "Yo vendo unos ojos negros".

Más lejos en esos intentos llegó luego el italiano Andrea Bocelli, un emblema de este "crossover", que se ha hecho acompañar por figuras como Jennifer Lopez, Nelly Furtado y Marta Sánchez, y que en 2013 tuvo un masivo paso por Chile.

Aunque quien se ha transformado en símbolo de este tránsito hacia el mundo popular es sin dudas el holandés André Rieu, quien alterna piezas del mundo clásico con un repertorio integrado principalmente por valses y marchas. Sus cifras en nuestro país son avasalladoras: tres visitas con cuatro presentaciones en el Movistar Arena cada una, lo que eleva su convocatoria a cerca de 140 mil espectadores en total.

Pero al hablar de todos estos nombres, no dejamos de apuntar al territorio común de lo estrictamente musical, del que quizás se apartan las propuestas que agendan pasos venideros por nuestra cartelera, y que incluyen entre los nuevos ropajes del repertorio clásico altas dosis de tecnología, visualidad y parafernalia.

Mitos revividos

La más resonante de ellas será la performance centrada en Maria Callas, que tendrá lugar el próximo 18 de marzo en Movistar Arena (originalmente estaba programada para este 22 de octubre), y en la que la legendaria soprano de origen griego revivirá en forma de holograma.

Se trata de la técnica que dejó al mundo boquiabierto en 2012, cuando la figura del malogrado rapero Tupac Shakur apareció entre Snoop Dogg y Dr. Dre, durante la presentación de ambos artistas en el festival Coachella de esa temporada.

Dos años después, fue la imagen de Michael Jackson la que dio la vuelta al globo, luego de aparecer como holograma en la ceremonia de los premios Billboard 2014.

Ahora, este tipo de proyecciones ultrarrealistas pueden salir de gira, para cumplir de alguna manera el sueño de millones de admiradores: aproximarse a la experiencia de presenciar en directo a figuras que nunca antes pudieron ver, y que ya no están aquí para concretar ese anhelo.

"A Callas todos la conocen y aquí nadie la vio en vivo. Ella llevó la ópera a otro nivel en el mundo, rompió todos los esquemas, era venerada. Con esta tecnología podemos vivir la fantasía de verla, y además con una orquesta en vivo", cuenta Francisco Goñi, director de The FanLab, productora encargada del espectáculo en el país.

Según el ejecutivo, el público que está comprando entradas para este show puede ser el que gusta de la música clásica y que va todas las semanas a recintos como el Teatro de la U. de Chile y el Municipal, pero también uno distinto, que simplemente gusta de "las tendencias nuevas, diferentes, de calidad, que quiere sorprenderse y que sabe qué está pasando afuera".

Hoy sábado 20, en tanto, tendrá lugar en Gran Arena Monticello un espectáculo dedicado íntegramente a la música de Antonio Vivaldi. El detalle es que el peso del show no estará en una orquesta comandada por un director, sino en una compañía multidisciplinaria, donde alternan bailarines modernos, intérpretes clásicos y músicos de rock , quienes desplegarán remozadas versiones del compositor italiano bajo una ráfaga de luces y proyecciones 3D.

Diego Vega, productor general de Dives y responsable del arribo a Chile de "Vivaldianno, Ciudad de los Espejos", cree que al recinto de Mostazal llegarán efectivamente admiradores de la obra del veneciano, pero sobre todo "los que se sienten atraídos por los espectáculos visuales, y por aquellos eventos que hay que ver, en los que uno siente que hay que estar".

Este perfil moderno, dice, permitirá que piezas clásicas lleguen hasta quienes "no han podido verlas o escucharlas en vivo", sembrando una semilla que a futuro podría germinar en eventos de corte más tradicional, como las óperas.

Lo correcto y lo incorrecto

Alberto Dourthé, concertino de la Orquesta Sinfónica de Chile, parte de la premisa de que hay público para todo y que no hay ningún inconveniente en que piezas clásicas cambien las envolturas tradicionales con que hasta ahora llegaban al público.

Sin embargo, desde lo musical, cree que "un espectáculo como este, de Vivaldi, es obviamente uno de características masivas, por esto de las luces, la onda rockera ... Eso desvirtúa la realidad de la composición, con una estética ajena a la pulcritud y el detallismo con los que nosotros trabajamos a Vivaldi. Pero no veo por qué no se pueda dar".

Su perspectiva da cuenta de la distancia con que buena parte de quienes gustan de la música clásica observan este tipo de aproximaciones, ya que lo que en ese entorno se valora es "tratar de interpretar lo que el compositor escribió, con el carácter de la época", algo que no ocurre en relecturas modernistas.

Pese a lo lejos que se siente de estas expresiones, Dourthé cree que las mismas pueden derivar en un incremento del público en las presentaciones que él mismo realiza. "Ojalá. Esto es la apertura a algo nuevo, lo que significa que la gente está buscando algo. Y la búsqueda siempre te lleva al inicio y al origen".

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