El músico de 34 años estrena en noviembre su ópera La Malén en el Teatro Municipal de Las Condes.
Por Álvaro Gallegos
Tres agrupaciones capitalinas, la Orquesta de Cámara de Chile, la Clásica USACH y la Camerata UNAB, encargaron música a René Silva (Santiago, 1984) para estrenarla en sus temporadas de los últimos dos años. Y el pasado 19 de octubre la Sinfónica Nacional presentó una obra que había sido tocada por otros conjuntos de regiones. La escena del joven compositor de lentes saludando con modestia al público, se repetirá el 9 noviembre en el Municipal de Las Condes, cuando se estrene su ópera para niños La Malén.
Sus obras han aludido a la religiosidad popular nortina, a figuras de la Nueva Canción, la cultura mapuche, los paisajes sureños y los conflictos sociales. “Me gusta escribir con un concepto en mente, inspirado por algún elemento concreto”, explica Silva, “puede ser un poema, un paisaje, un hecho histórico, una situación social”.
Una leyenda mapuche es el tema de La Malén, encargada por la Corporación Amigos de Panguipulli y el director Rodolfo Fischer, quien la dirigirá en la localidad sureña y en Santiago. “El proyecto involucra a una orquesta juvenil de más de 10 años”, narra Silva, “se fijaron la meta de hacer ópera y tenían la idea de que estuviese basada en una idea local”. Once años estuvo el compositor al frente de la Orquesta Juvenil de Paine: “Eso influyó para que me encomendaran este desafío”, dice.
Las solistas son profesionales, y por concurso se seleccionó a Denise Torre, María José Uribarri, Florencia Romero y Vanessa Rojas. También se interpretará el cuento musicado La Cenicienta (1948) de Pedro Humberto Allende (1885-1959) en un espectáculo titulado Cenicienta, Magia y Leyenda, que tendrá funciones en el Municipal de Las Condes (9 al 11 de noviembre), y luego en Panguipulli (1 de nov.).
“Un día llamé a Elicura Chihuailaf y le pregunté si había alguna leyenda mapuche donde hubiese una madrastra y una princesa, y me contó de la Kalfu Malén, que es la base de nuestra historia”, detalla. El libreto lo escribió el actor Felipe Castro, director escénico del evento.
“La Malén es hija de un lonko, y su madrastra le hace un hechizo, que transforma su cara en calavera. Ella va a ver a una machi quien le dice que la única forma de anular el embrujo es encontrar los huesos de un guerrero. En su trayecto ayuda a animales en problemas, y estos le indican donde están los huesos”, cuenta Silva. Y cierra: “Para mí la música no está completa hasta que suena. La partitura es solo una parte. Lo más rico es el proceso de montar una pieza: eso puede llevar a modificaciones para conseguir una versión perfeccionada de la obra”.
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