El Mercurio
A los 35 años, es una de las batutas chilenas más prometedoras.
Vive en Alemania y viaja cada año a Chile. Mañana dirigirá la Cuarta de Tchaikovsky y "Tonada para orquesta", de Jorge Peña Hen. En noviembre va a La Serena.
Romina de la Sotta Donoso
Helmuth Reichel Silva (1983) es el único director chileno que ha sido finalista en el concurso Besançon, en 2015. Tras estudiar violín en Chile, se radicó en Alemania hace 16 años, donde se formó como director.
En los últimos dos años ha debutado con la Orquesta Usach, la Sinfónica de Chile y la Orquesta de Cámara de Chile. Y las orquestas suelen volver a invitarlo. "Ese es el regalo más valioso que a uno pueden darle, porque en esta profesión uno tiene que tomar decisiones y hacer las cosas de la forma que estima correcta. Si la orquesta está de acuerdo con eso y quiere seguir trabajando con uno, es un enorme voto de confianza, que agradezco sinceramente", comenta Reichel, quien llegó a Chile el domingo 23.
Lo invitó la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI) para que conduzca, por primera vez, a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ). El debut será mañana, en el Teatro Municipal de Ñuñoa (Irarrázaval 1564, 19:30 horas, gratis), y repetirán el concierto el miércoles en el Teatro Regional del Maule, después de que la Juvenil del Maule, que dirige Leonardo Carvajal, toque piezas de Verdi y Tchaikovsky.
"La Sinfónica Nacional Juvenil tiene un nivel instrumental altísimo, son músicos fantásticos a nivel individual. Lo que puedo transmitirles son elementos para evolucionar como grupo; por ejemplo, recordarles que para hacer un trabajo en equipo tienen que escucharse el uno al otro. Lo hice y el resultado cambió inmediatamente. Con eso te das cuenta del potencial que tienen. Sin embargo, todo eso no es más que un asunto de forma de trabajo; la exigencia musical es la misma que si fuera una orquesta profesional, ya que el objetivo artístico que queremos alcanzar es el más alto posible", asegura.
Abrirán el concierto con "Tonada para orquesta", de Jorge Peña Hen, el pionero que creó la primera sinfónica infantil de toda Latinoamérica, en 1964, como homenaje al cumplirse 45 años desde que fue ejecutado por la Caravana de la Muerte. "Es una obra muy breve y muy bonita. Es simbólico que la OSNJ interprete a este compositor que hizo tanto por las orquestas juveniles y que es parte de la historia musical chilena", dice Reichel.
También tocarán la Sinfonía N° 4 de Tchaikovsky, que la OSNJ abordó en mayo con Gustavo Dudamel. "Es su sinfonía más complicada de interpretar, porque Tchaikovsky nos da muy poca información concreta en su partitura en cuanto a la dinámica y el fraseo. Además, creo que el primer movimiento es muy personal y trágico, porque hace alusión a su homosexualidad, que en esa época podía implicar hasta una pena de muerte. Hay un vals que transmite mucho de su frustración y sufrimiento", agrega.
El cierre será con el Concierto para violín de Bruch, con la actuación solista de Jarec Rivera, ganador de un concurso FOJI. "Ese Concierto lo tocamos con la Sinfónica Nacional Juvenil, acompañando a Freddy Varela como solista. Yo estaba en los segundos violines, y fue justamente en el ex Teatro California", recuerda.
Han pasado 20 años. "La Sinfónica Nacional Juvenil ha crecido mucho, sería bueno a futuro darle una sala de conciertos. Sería un buen momento ahora que se ha desarrollado tanto la FOJI, gracias, por ejemplo, al trabajo que está haciendo Rodolfo Fischer formando a los instructores", dice.
Reichel volverá en noviembre, para conducir por tercera vez a la Sinfónica U. de La Serena, en el XV Festival de Música Contemporánea MusicAhora. "Para mí es importante hacer música chilena, y tocaremos una obra muy interesante de Alejandro Guarello y el Concierto para violín de Gustavo Becerra-Schmidt, con Alberto Dourthé de solista. Será un honor porque él fue mi profesor de violín en la Universidad de Chile", adelanta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario