El Mercurio
La banda presentó anoche "Always ascending", con una nueva formación tras la partida de su guitarrista fundador, Nick McCarthy.
J.V.
La fiesta siguió sin Nick McCarthy. Franz Ferdinand no bajó la guardia y aunque su guitarrista fundador abandonó la banda hace dos años, el conjunto liderado por Alex Kapranos continuó, grabando un álbum como "Always ascending", lanzado en febrero pasado, en el que demostraron una vigencia apoyada en un puñado de buenas canciones que en vivo se electrifican con un espíritu pistero.
Anoche, en un Teatro Caupolicán al tope de su capacidad, dieron una efectiva muestra de eso, presentando varios de los títulos de ese trabajo. Canciones como la homónima "Always ascending", que llegó para el bis, o "Glimpse of love", que abrió el show, se ajustan sin problemas dentro de su repertorio más clásico, apoyados en los dos ejecutores nuevos que se sumaron en reemplazo de McCarthy: Julian Corrie y Dino Bardot en teclados y guitarra, respectivamente, con los que vinieron por primera vez a Santiago.
El resto del repertorio estuvo centrado en sus éxitos, con los que refrescaron el rock de guitarras bailables en el siglo 21: "Do you want to", "The dark of the matineé" y "Take me out" pasaron como jugando un pimpón entre el presente y el pasado de una banda que todavía amplifica juventud a través de sus monitores para una audiencia que en su gran mayoría, al interior del recinto de San Diego, ya había superado las tres décadas.
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