sábado, octubre 06, 2018

Nick Cave tuvo su noche de redención en el Caupolicán

El Mercurio

José Vásquez
Aunque la escena ya se ha repetido en todo el mundo, Nick Cave se esfuerza por hacerla única. Concierto a concierto, el músico australiano se pierde arrodillado entre los brazos de la multitud. La entrega es teatral, pero va en serio. Las luces son bajas en el Teatro Caupolicán y le dan el ambiente propicio a un Cave cavernario que interpreta el paradigma del héroe negro, que se desplaza por el escenario animando a la catarsis colectiva mientras recibe flores y regalos de la gente que repletó el lugar.

El líder de los Bad Seeds volvió casi exactos 22 años después al mismo recinto de la calle San Diego, donde debutó en el país con un bochornoso espectáculo en el que terminó escupido por los fanáticos de Cypress Hill. Un episodio de otra época que redime desde el comienzo, mirando a los ojos a su audiencia y con canciones envueltas en un mantra inquietante, que por momentos libera gutural y sacude con bailes de saltitos chamánicos.

Nick Cave repasa desde el inicio su última obra, "Skeleton tree", un álbum que ya sacudía la angustia previa al drama. Un disco que había comenzado a grabar antes de la trágica muerte de su hijo Arthur, quien cayó por un acantilado hace tres años en Inglaterra y que de alguna manera tiñó de desolación el trabajo que lo trajo de regreso.

"Jesus alone" pasa como una dolorosa plegaria que estremece cuando llega al estribillo con su "with my voice I'm calling you" ("con mi voz te estoy llamando"), enredándose con el público, en una imagen en la que pareciera cicatrizar sus heridas abrazado a la gente.

Luego, y subiendo la intensidad, llega "Do you love me?", con la que comienza a despachar los clásicos que siguen con la poderosa "From her to eternity", la sobrecogedora "Into my arms" -con un Cave al piano- o una "Tupelo", donde sube al escenario a dos fans a bailar con él, en una postal más de un show que se iba a extender por dos horas para una noche, por sobre todo, visceral.

No hay comentarios.: