lunes, octubre 01, 2018

Conmoción por sorpresiva muerte del director de coros Víctor Alarcón


El Mercurio

Este año había iniciado la epopeya de interpretar las 209 cantatas de Bach. A poco de cumplir 61 años, el último gran nombre de la música coral en Chile falleció en un accidente, la noche del sábado, lo que supone una de las mayores pérdidas para la música hoy. 

Iñigo Díaz
"Lo bonito del canto coral es su interdependencia: tus logros dependen del otro. El director es el conductor entre quien canta y la obra, tiene que ser fiel a la partitura pero también decir algo nuevo, propio. En ese sentido, la interpretación es la creación", diría una vez Víctor Alarcón. Es el hombre que dedicó una vida a explorar los rumbos de la voz, el canto y la música coral, con la que estaba, filosófica, política y hasta biológicamente comprometido, dicen quienes lo conocieron desde que llegó desde Punta Arenas como un veinteañero en los años 70.

La noche del sábado, Víctor Alarcón murió como consecuencia de un accidente automovilístico ocurrido en la comuna de Ñuñoa, después de dejar a su hija Victoria en la casa de una amiga. Fue llevado de urgencia al Hospital de la Universidad Católica, donde no fue posible reanimarlo. Sus restos están siendo velados desde ayer por la tarde en la capilla de la Casa Central de la UC, en cuyo Instituto de Música (IMUC) Alarcón era académico desde 1993. Mañana se realizará una misa en el Salón Fresno del Centro de Extensión y sus funerales se efectuarán en el cementerio Parque del Recuerdo, en una ceremonia privada.

Víctor Alarcón iba a cumplir 61 años en noviembre y sus múltiples proyectos seguían a plena marcha. Hacía apenas tres días había manifestado al crítico de ópera Mario Córdova el entusiasmo que le provocaba haber logrado financiamiento para continuar en 2019 con el proyecto que él mismo definió como "el sueño de toda mi vida": llevar al escenario las 209 cantatas de Bach que sobreviven.

"Alcanzó a presentar unas doce cantatas en esos conciertos los domingos en las iglesias Luterana y Presbiteriana. Estaba muy contento de que su mujer, la soprano Andrea Aguilar, hubiera interpretado la Cantata 51, una de las más complejas de Bach", dice Mario Córdova, quien sitúa a Alarcón como el último gran eslabón en la cadena de la música coral en Chile, después de Mario Baeza, Waldo Aránguiz, Guido Minoletti, Marco Dusi y Hugo Villarroel padre e hijo. "Alarcón representa un hito en la historia. Aún más: él agregó la dirección orquestal, lo que a diferencia de esos predecesores le permitió ampliar el espectro, incursionando en repertorios mucho más amplios y arriesgados, música antigua, barroca y contemporánea. Mostró mucha música que nunca se había escuchado", dice el crítico.

Réquiem en memoria

La integral de las cantatas era un plan mayor en la órbita de Víctor Alarcón, ideado a seis años: una auténtica rúbrica a las tres décadas de enseñanza y proyección de la música coral que venía realizando a través de los diversos elencos que encabezó, como el Coro de Estudiantes de la U. Católica, formado en 1985 o el Coro Bellas Artes, en los 90.

"Vicho", como se le conoció en los círculos musicales, impulsó también ensambles como el Concerto Vocale, su propio conjunto vocal e instrumental, y desde luego fue clave en la labor formativa como la que asumió en 1991 en el programa Crecer Cantando, del Teatro Municipal de Santiago. Hoy tiene unos 230 coros en el país y un elenco titular que él dirigía.

"A mí me gusta transitar en la cornisa del fraseo libre, propio del momento. La explosión sonora, llena de color, contrastes y, en ocasiones, voluptuosa", diría el músico, que este mes iba a iniciar los ensayos del Réquiem de Mozart con el Coro Crecer Cantando junto a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil bajo la dirección de Juan Pablo Izquierdo, con tres presentaciones, incluida una en la Catedral de Santiago.

Alejandra Kantor, directora de la FOJI, señaló que "el proyecto seguirá adelante como una manera de recordar la memoria de este motor del movimiento coral en Chile".

 En el adiós

Fréderic Chambert  Director del Municipal

"Su fallecimiento es una pérdida inmensa para el país, para los jóvenes y para la red que construyó con Crecer Cantando. Ahora, con toda solemnidad, lo que le debemos todos a Alarcón es mantener en alto el amor que supo compartir en el canto coral. Nos dejó esta obligación moral, una meta y un horizonte".

Karina Fischer  Directora del IMUC

"Es un irreemplazable, por su manera de ver la música, sus proyectos y por cómo hizo disfrutar a los que trabajamos con él, alumnos y compañeros. Hizo cantar a toda la universidad".

Miryam Singer  Cantante y régisseur

"Inundó de canto coral este país. A todo se entregaba con un entusiasmo desbordante. ¡Hacía cantar hasta las piedras! Su pérdida enluta al país entero".

Jaime Donoso  Crítico de música

"Víctor Alarcón es equiparable a Mario Baeza y Fernando Rosas, en cuanto a convocar a multitudes unidas por la música y el canto coral. Creo que nunca ha habido un director coral chileno que se atreviera a tanto".

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