El Mercurio
La cantante vuelve a la capital para despedirse una vez más con Buena Vista Social Club. "Lo hacemos por el clamor popular", dice la artista que a los 87 años todavía piensa continuar con su carrera en solitario.
Por José Vásquez
La gira se extendió más de lo presupuestado. Hace tres años Buena Vista Social Club vino a Chile en plan de despedida y ahora repiten la ruta, aunque con un espectáculo ligeramente distinto, cuenta Omara Portuondo (87).
La cantante de la tradicional orquesta cubana dice que a su próximo concierto en el país, el próximo 19 de mayo en el Teatro Caupolicán -también se presentarán al otro día en el Gran Arena Monticello-, "le dieron una segunda vuelta", tras su anterior paso con el "Adiós tour".
"Ya vimos cómo reaccionaba el público con las canciones de nuestro repertorio y, bueno, va a doler dejar temas, pero estamos trabajando en sorpresas para que las disfruten", anticipa, explicando que regresan al país "debido al clamor popular. Entendimos que mucha gente se quedó con ganas de vernos entonces".
La octogenaria artista cuenta que el impulso de esta gira va de la mano con el espíritu de agradecimiento, en un viaje donde "lo más difícil de decir adiós es saber que puede ser definitivo", señala a "El Mercurio".
Fue en 1999 que la rica historia de la agrupación se hizo popular entre las nuevas generaciones gracias a un documental homónimo realizado por Wim Wenders, un trabajo que incluso le valió una nominación al Oscar al año siguiente. La fiesta en la década del 50, en La Habana, se hacía en los clubes, donde el Buena Vista Social Club era uno de los más requeridos para bailar al ritmo de las orquestas en vivo, un espacio de alegría que se apagó con la Revolución Cubana.
Su recuerdo, décadas más tarde, se reactivó casi por el azar, cuando en 1996, sus músicos, todos ya adultos mayores, entre ellos Eliades Ochoa y la misma Omara Portuondo, fueron reunidos por el productor estadounidense Ry Cooder para grabar un disco, un trabajo que los sacó a una gira que fue documentada por el director de "París, Texas".
En su recorrido, la orquesta ha perdido a importantes miembros como Compay Segundo, pero también ha ido incorporando nuevos talentos, algo que a Portuondo entusiasma pensando en su legado musical: "Estoy segura de que escucharán hablar de ellos en el futuro, ya que han sabido respetar desde el minuto uno el sonido tradicional cubano. Pero siento que la esencia y el alma está con los que impulsamos el proyecto", dice.
Luego de esta gira, que aún no define su última estación, la artista cuenta que espera seguir sobre los escenarios. "Quiero continuar cantando donde el público me demande".
Dos presentaciones
Buena Vista Social Club actuará el 19 de mayo en el Teatro Caupolicán y, al día siguiente, en el Gran Arena Monticello.
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