El Mercurio
Hoy y mañana presentarán la Primera de Brahms. El director chileno hace un llamado para que los jóvenes no dejen de estudiar a los 24 años.
Por Romina de la Sotta Donoso
Una vez más, Rodolfo Fischer (1967) vino a Chile desde Basilea, Suiza, donde vive, a trabajar con la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ).
Ya en el primero de los siete ensayos que tuvo con los jóvenes les advirtió que la mayor complejidad que enfrentarían al ejecutar la Sinfonía N° 1 de Brahms, era, paradójicamente, la belleza de este ícono del Romanticismo.
"Les dije que el hecho de que tenga tantas melodías tan bellas hace que uno se tiente y empiece a tocar todo fuerte, y eso produce un efecto de saturación. Por eso mismo, al preparar esta obra, los chicos han aprendido, como nunca, a escuchar. Y escuchar cuando uno está tocando no es tan fácil", cuenta el director.
La OSNJ exhibirá el resultado de ese trabajo hoy en su primer concierto del año, en el Teatro Municipal de Ñuñoa (19:30 horas, gratis). Además de la Primera de Brahms, tocarán la Obertura de "El cazador furtivo", de Weber, y las "Danzas Eslavas" Nos 1, 2 y 8, de Dvorák.
Mañana repetirán el programa en el Teatro Regional de Rancagua, donde serán antecedidos por la Orquesta Juvenil "Liceo Bicentenario Óscar Castro Zúñiga", que conduce Marcial Pino y que presentará la Suite de "Carmen" de Bizet (18:30 horas, gratis). "Siempre debiera hacerse así; es muy motivante para los más pequeños y para los padres, que pueden ver dos etapas distintas en la formación de un joven músico", dice Fischer.
-La OSNJ suele renovarse cada año en un 30%, por la edad tope de 24 años. ¿Cómo encontró la versión 2018 de esta orquesta?
"Está súper atractiva. El mayor recambio generacional se dio en las maderas, y hay una consolidación importante en las cuerdas, porque cambiaron la edad mínima para entrar a esta orquesta, a los 16 años, y entonces se nutrió de los músicos más avanzados de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana (OSEM). El recambio generacional se está produciendo más temprano; hoy un músico de 17 años puede tener la misma experiencia orquestal que antes tenía alguien de 20, y eso significa más repertorio tocado, más cancha" .
En paralelo a su trabajo con la OSNJ, Fischer acaba de dictar un curso de dirección orquestal en la Fundación de Orquestas Juveniles (FOJI), en el cual incluyó repertorio operático, trabajando con un elenco del Instituto de Música UC. "Con esto los cantantes empiezan a tener la práctica de seguir una batuta, y el director va aprendiendo a manejar un grupo de voces", comenta.
"Quiero agradecer la confianza que se me dio al volver a vincularme con la FOJI, especialmente en la formación de directores. Este trabajo está empezando a dar sus frutos: se acaba de nombrar a Christian Lorca como titular de la OSEM y él fue uno de los tres pasantes que recibí en Suiza el año pasado", apunta.
-¿En qué materia cree usted que la FOJI debería innovar?
"A largo plazo, habría que ir pensando en la internacionalización, en tender puentes para que las personas que se forman en la FOJI tengan la posibilidad de continuar sus estudios en el exterior, pues a los 24 años un músico está en plena formación. Y así podrían volver después a nutrir el medio nacional".
El próximo viernes, Fischer debutará con la Sinfónica U. de La Serena con la Suite "Sueño de una noche de verano", de Mendelssohn, y el estreno absoluto de "Canción de cuna para Fuegia Basket", del chileno Tomás Brantmayer. Además, el 28 y 29 de abril dirigirá a alumnos del Instituto de Música UC en las "Iluminaciones", de Britten, con Claudia Pereira de solista, y la Sinfonía "Praga", de Mozart.
Grandes batutas
En 2018, la OSNJ volverá a trabajar con destacados directores. El 10 y 12 de mayo, con Nicolas Rauss, abordarán la Sinfonía N° 75, de Haydn, "Nocturnos" de Debussy, y piezas de Enrique Soro (U. Santa María en Valparaíso y Municipal de Ñuñoa).
Para junio invitaron a Maximiano Valdés, y José Luis Domínguez abordará en julio a Shostakovich y Bernstein.
Se harán presentes las dos batutas chilenas sub 40 con mayor proyección mundial: Paolo Bortolameolli contrastará a Beethoven y Mahler, en agosto, y Helmuth Reichel, a Tchaikovsky y Jorge Peña Hen, en octubre.
El Premio Nacional de Música 2012, Juan Pablo Izquierdo, cerrará el año con el Réquiem de Mozart y la Octava de Schubert, en noviembre.
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