El Mercurio
En la previa a su show en Chile, Phil Selway, baterista de Radiohead, habla de la banda sonora que compuso para la película "Let Me Go" , su reconversión como solista y el vigésimo aniversario de uno de los álbumes más importantes de los 90.
Por Guillermo Tupper
En agosto del 2010, Phil Selway (50) aprovechó una pausa en las grabaciones de "The King of Limbs", el séptimo disco de Radiohead, para lanzar "Familial", su primer álbum en solitario, una colección de canciones acústicas que se alejaban de las incursiones experimentales de su banda. Entre ellas destacaba "All eyes on you" ("Todos los ojos sobre ti"), cuya letra hablaba del pánico escénico que invade a una persona al convertirse en el centro de atención ("estás avergonzado, con miedo a la luz que brilla sobre ti. Tan frágil, pequeño y asustado").
Aunque Selway la escribió en los 90, inspirado en el estatus masivo que alcanzó el quinteto británico con "Creep", una década más tarde la canción tomó un nuevo sentido, al revelar su veta como compositor. "El único lugar en el que puedes aprender a cómo subirte al frente de un escenario es en los shows", cuenta a "El Mercurio". "En un comienzo, te causa un poco de vergüenza, pero descubres lo que funciona y lo que no, y tratas de repetir las cosas que funcionan y las desarrollas".
A partir de entonces, y en paralelo a su trabajo como baterista de Radiohead, Selway trazó un camino autónomo para encausar sus múltiples inquietudes sonoras, algo que también hicieron sus compañeros Thom Yorke y Jonny Greenwood. En el 2014 lanzó "Weatherhouse", su segundo disco solista, e hizo la banda de sonido para una pieza de danza contemporánea de la prestigiosa Rambert Dance Company del Reino Unido. Y el año pasado, firmó el soundtrack de la película "Let Me Go", en el que se enfrentó a un desafiante "proceso de entrar en la cabeza de los personajes".
Dirigida por la británica Polly Steele, "Let Me Go" está basada en un best seller del mismo nombre, una obra autobiográfica de la escritora de origen alemán-polaco Helga Schneider, que narra la relación de la autora con su madre, Traudi, quien la abandonó cuando pequeña para ser guardia en Auschwitz, el campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. "Cuando Helga la encuentra, la madre aún mantiene sus puntos de vista nazis y no muestra arrepentimiento por lo que hizo", dice Selway. "Ese comportamiento se había vuelto normal para ella. Y eso es una lección muy profunda para el presente. En Estados Unidos ves todo lo que ocurrió en Charlottesville, el aumento de grupos de ultraderecha en el mundo y los crímenes motivados por el odio. Puedes observar un retroceso a esos comportamientos que son nuevamente normalizados".
El ejemplo de Lou
Cultor de un perfil bajo y de modales siempre cordiales, Selway es un músico atípico. Desde su adolescencia, y por un extenso período de tiempo, fue voluntario en los Samaritans, una organización benéfica británica que proporciona apoyo y contención vía telefónica a personas con problemas emocionales . En paralelo, su sueño era ser cantante de una banda y una de sus primeras influencias fue The Velvet Underground. "Lou Reed era un gran compositor. Incluso si no habías escuchado una de sus canciones antes, siempre sabías que era de él", dice. "Pienso que él es una buena lección de cómo desarrollar una carrera musical. Si tienes una buena materia prima, no puedes equivocarte".
-¿Cómo asume los desafíos creativos en Radiohead y su faceta como solista?
"En Radiohead pasamos de ser una banda escolar entusiasta, con grandes ambiciones, pero que era, más que nada, un hobby , a una banda profesional. Hicimos un salto desde el lugar donde partimos, en 1986, al lugar en que estuvimos una década más tarde, cuando grabamos 'OK Computer'. Tú sabes que se puede hacer ese viaje. Tienes que ser paciente y mantener la fe de que vas a llegar porque hay un punto en que la evidencia puede decirte lo contrario. Pero a medida que tu proceso continúa y sigues tus instintos, llegas a ese lugar".
-En la gira del año pasado incorporaron muchas canciones de "OK Computer". ¿Cómo valora el impacto de ese álbum?
"En su momento, creo que no éramos realmente conscientes de cómo el disco era recibido o visto por la gente. Estábamos sumidos en la pomposidad de las giras de la época y lidiando con el perfil que el álbum adquirió. Para mí, está bastante atrapado en su tiempo, y en él escucho ese período de mediados y finales de los 90 (sonríe), pero también hay algo que está más allá de eso. Pienso que, esencialmente, es una buena colección de canciones, es el sonido de una banda que trataba de empujar los parámetros de lo que hacía. Y ha sido muy interesante volver a revisitarlo. Te sientes reconectado con canciones como "Man of War", "I Promise" y "Lift", que parecían ser muy importantes en esa época, y que pensamos que iban a ser muy importantes en el disco, pero que no encontraron un lugar allí. Desde ese punto de vista ha sido genial".
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