El Mercurio
La formación en las escuelas de teatro locales no solo incluye el desarrollo artístico de los nuevos intérpretes. También impulsa la elaboración de proyectos independientes y el trabajo colaborativo.
Eduardo Miranda
La actriz Elsa Poblete, quien también es maestra de actores en la Escuela de Teatro Imagen, entrega una premisa: "Toda enseñanza debe estar destinada a que los intérpretes no solo se desenvuelvan en el escenario, sino que también en el mundo real".
Con esa idea como eje, la formación de actores en esa escuela no solo incluye cursos para desarrollar el talento artístico de los jóvenes actores, sino que también algunas asignaturas que promuevan la gestión cultural. "De hecho, el proceso de egreso incluye que sean los propios alumnos los que busquen un teatro para montar su obra, que se encarguen de la difusión y elaboren un proyecto con temporada permanente", explica Poblete. Y luego agrega: "Hemos encuestado a nuestros ex alumnos, y cerca del 75% trabaja de manera independiente, con sus propias compañías".
Cursos como Gestión Cultural o Gestión de Proyectos se repiten en las mallas académicas de las escuelas de teatro. En la Universidad Católica ocurre algo similar. "Existen cursos optativos orientados a la autogestión, básicamente, porque hoy los jóvenes deben aprender a dar forma a sus propias compañías, a sus propios proyectos", explica Alexei Vergara, director de la Escuela de Teatro de esa casa de estudios.
Según explica, "por un lado se les enseña a desenvolverse en el contexto cultural del que somos parte: Fondart y otras fuentes de financiamiento, pero lo ideal es que también tengan una noción para levantar sus propias iniciativas".
En la Universidad Finis Terrae, la idea es pasar de la autogestión a la innovación. "Cuando se incluyeron los cursos de Gestión Cultural, hace unos años, lo entendimos como parte del desarrollo de un artista, pero orientado a que pudieran crear sus propias iniciativas y diversificaran su carrera", señala Hernán Lacalle, director de la Escuela de Teatro de ese plantel. Y finaliza: "Sumamos dos cursos para el desarrollo de proyectos. Si bien cuatro años de estudio es un tiempo limitado, lo ideal es ejercitar las capacidades en distintos ámbitos, pero siempre orientadas a que generen ideas propias".
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